18 junio,2024 5:43 am

Podría haber en Acapulco arrastres y deslaves por la pérdida de árboles, advierte ambientalista de Reforestamos México

 

Acapulco, Guerrero, a 18 de junio de 2024.- Una gran cantidad de árboles derribados por el huracán Otis en las partes altas de Acapulco no han sido acomodados y pueden provocar arrastres y deslaves en la temporada de lluvias cuando sean fuertes, advirtió la directora de Árboles y Ciudades de la organización Reforestamos México, Gabriela López Damián.

Se necesitan obras de retención de suelo, de reforestación donde se requiere, darle la oportunidad a la naturaleza a que se recupere y replantear la planeación urbana para que no haya cambios de uso de suelo donde había bosques o áreas de protección, planteó la ambientalista en una entrevista con El Sur.

Reforestamos México, con más de 22 años de experiencia, llegó a Acapulco tras el impacto del huracán Otis porque forma parte del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), una de las principales asociaciones, junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que articuló la ayuda de la sociedad civil en mesas de trabajo.

Reforestamos México conformó con otras organizaciones locales la mesa de medio ambiente y resiliencia climática, y trabaja los temas de reforestación forestal y arborización urbana en Acapulco y Coyuca de Benítez.

Su integrante López Damián comentó que en algunas mesas de trabajo participan distintas dependencias del estado, pero éstas tienen sus propias metas a atender, entonces apoyan a la sociedad civil con acciones que no están “insertadas dentro de las estrategias que ellos traen de metas, de cumplimiento y demás, por eso parecería que cada quien está jalando para su molino”.

“Nosotros hemos visto que en este momento hay una fuerte necesidad de obviamente de articulación y de alianzas entre los órdenes de gobierno, pero también la sociedad civil y los núcleos agrarios”, mencionó que “Guerrero tiene una capacidad limitada para la atención de los incendios forestales desde la parte institucional”.

La respuesta ha sido la conformación de brigadas comunitarias para aumentar esta capacidad, pero “no es suficiente una charla y decir que ya están capacitados, tienen que tener una capacitación física, que puede durar de tres, cinco, o ya las más avanzadas tipo brigadas estatales, hasta 15 días”.

Reforestamos México trabaja la restauración, pero “lamentablemente no se hizo un manejo de todo ese material combustible que quedó allá arriba, por eso tuvimos unos incendios forestales muy fuertes que salieron de control muy rápidamente porque no se hicieron obras preventivas para reducir ese material combustible”, dijo López Damián.

Advirtió: “en este momento también es otro riesgo porque ese material combustible de esa gran cantidad de árboles que están caídos no están siendo acomodados y pueden provocar problemas de arrastre de material de la cuenca alta a la cuenca baja porque al haber perdido tantos árboles y sus sistemas de raíces, que son los que dan el anclaje al suelo, se perdieron”.

“Entonces ese suelo está más suelto, entonces en lluvias fuertes va a ser un potencial riesgo de que haya deslaves, arrastre del material de arriba”, agregó la directora de Árboles y Ciudades de Reforestamos México en la entrevista que se llevó a cabo ayer en la mañana en el lobby del hotel Emporio.

Insistió en la importancia de acomodar este material vegetal con obras de retención de suelo, “con la misma madera se pueden hacer obras de retención con piedra acomodada, aquí hay mucha piedra que se puede utilizar para evitar ese tipo de problemas”.

Dijo que al principio de la catástrofe se centraron todos los recursos y los esfuerzos en la atención humanitaria, “pienso que en ese sentido se hizo lo que se tenía que hacer, priorizar a las personas, a las familias y a partir de eso, creo que entonces el tema de la agenda ambiental, que sucede mucho a nivel nacional, se empieza a quedar relegada”.

“A los árboles se les ve como elementos accesorios”, es decir, “hay un sentido de mobiliario estético del arbolado y pocas veces se ve que es un ser vivo que te brinda una mayor cantidad de servicios ecosistémicos muy importantes para la ciudadanía”.

Reiteró que hay acciones preventivas “que se pudieron haber hecho, como por ejemplo, limpieza de caminos, brechas cortafuego, líneas negras y limpieza de las líneas a carreteras; ésas son cosas básicas, básicas en el tema de prevención de incendios que te ayudar a mitigar”.

Otra medida efectiva sería la generación de empleo temporal para conformar brigadas comunitarias que trabajen la restauración forestal porque se atiende la necesidad de ingresos y también la agenda de medio ambiente, que va a continuar el siguiente año porque el material vegetal sigue ahí, indicó.

Respecto a la arborización urbana, apenas este miércoles y jueves se llevó a cabo un taller en un salón del Club de Golf y fue impartido por la Organización para la Conservación de los Árboles, de Puerto Vallarta, y participaron casi 30 ambientalistas y ciudadanos, informó hace un par de días este periódico.

La integrante de Reforestamos México dijo que esta organización busca “encauzar este gran ímpetu, esta gran energía, esta positividad, para que las decisiones se tomen de manera adecuada y se tomen en los tiempos con acompañamiento técnico”, por ejemplo, para que en la brigada de reforestación de este domingo en El Veladero se utilice especies nativas de la zona.

López Damián comentó que otras capacitaciones han consistido en la arboricultura en las zonas urbanas, el uso seguro de astilladoras y próximamente vendrán arboristas para el diagnóstico de evaluación de riesgo de árboles y habrá un taller de resiliencia climática.

Indicó que los deslaves ocasionados por el huracán Otis deben replantear “la forma de la planeación urbana y qué tipo de planeación urbana y hacia dónde estamos creciendo la mancha urbana porque también eso genera riesgos y ante zonas costeras, ahí la resiliencia tiene que ser muy importante”.

Ante la pérdida de arbolado, “si no hay memoria, digamos, ciudadana, de que ahí había un bosque, pues al rato lo que vas a tener ahí es un edificio o una casa”, auguró y planteó que se necesitan obras de retención de suelo, acciones de reforestación donde sí se requiere, darle la oportunidad a la naturaleza a que se recupere “y finalmente cuidar que el cambio de uso de suelo no se dé en esas áreas donde ya se sabía que eran bosques o áreas de protección”.

Ciudades como Acapulco deben buscar un equilibrio entre la demanda de turistas de ver palmeras y la ciudadanía local que quiere sombra, por lo que el interés de Reforestamos México es “generar un entorno fresco para su población”, dijo López Damián.

Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Carlos Carbajal / Archivo