21 diciembre,2018 7:42 am

Política y Navidad

Jorge Camacho Peñaloza
Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento. Lucas 1:14.
En estas fechas vale la pena hacer un alto, como dejar la mente en blanco, hacer a un lado las noticias que se agolpan en nuestra frágil y humana conciencia, para hacer a un lado la inseguridad, la violencia de la delincuencia organizada, la incapaz e insuficiente respuesta de los gobiernos, la militarización de la seguridad pública con el nuevo gobierno federal, la violencia de la pobreza contra millones de mexicanos y guerrerenses que no requiere de disparos ni cobro de piso para hacer sufrir a la gente, la rapacidad de los partidos por cobrar altas sumas de dinero a los mexicanos por elegir a sus candidatos que luego no trabajan para resolver los problemas de la sociedad sino para crear problemas a la sociedad, la corrupción en la función pública que tiene en problemas las vidas privadas, la confrontación entre pueblos manipulados por grupos delincuenciales disfrazados de policías comunitarias, los desplazados por esa violencia sin al parecer existir solución al problema. Cientos de problemas como las soluciones que expuso el presidente de la República en el zócalo en su toma de protesta que no sabemos si realmente va cumplir. En fin, todo un cúmulo de problemas públicos que parecerá que no tienen solución.
Y pareciera que la propia política no es suficiente ni capaz para resolver todos esos problemas por más que creamos en ella como la actividad inventada por el ser humano para resolver pacíficamente sus problemas colectivos, para instituir reglas, formas de organización, gobiernos, leyes, criterios de distribución de los valores que creamos como sociedad. Ante todo el cúmulo de problemas públicos vemos cómo la poderosa política, esa generadora de voluntades colectivas con un propósito específico, pareciera que no está cumpliendo con su fin; la crisis de la política.
Al llegar a este punto la pregunta es si los seres humanos sólo contamos con la política para generar voluntades colectivas, para generar coincidencias, respeto a lo colectivo y a lo privado, para que haya justicia, buenos gobiernos y ciudadanos, sociedades más solidarias, equitativas y armoniosas, y sucede el milagro, sí hay otros mecanismos, tal vez más humanos que la propia política a la que Aristóteles consideraba como el estado natural del hombre al sostener que es un zoon politikom, si así fuera la humanidad viviría sólo en función de los intereses, del poder, las ambiciones y codicias.
Estas fechas nos damos cuenta de que más allá de la política las voluntades colectivas son posibles, que más allá de la política se pueden construir voluntades colectivas con valores más humanos que tal vez hacen falta a la política, si la política se hiciera con más valores y principios como los que estás fechas nos hacen sentir, sería más limpia, justa, eficiente, solidaria y humana. Hay estudios que señalan que la diferencia entre un país desarrollado y uno pobre no son el dinero, los recursos naturales, sus sistemas políticos, nivel de desarrollo científico o educativos, son los valores que incentivan relaciones más solidarias entre las personas.
Estas fechas tienen esa magia, que nos motivan a acercarnos a los demás de otra manera, buscamos generar coincidencias por encima de las diferencias, nos nace dar sin esperar, como que nos detenemos para escuchar más a los demás, queremos compartir más lo que tenemos, dejamos de estar a la defensiva y toleramos, dejamos el ceño fruncido y sonreímos, hacemos a un lado la duda y confiamos más, estrechamos más manos y abrazos, colocamos la paz como el valor más valioso en la convivencia humana, la familia adquiere el valor más elevado de la pertenencia social, la amistad por encima de los malos entendidos, los distanciamientos y la indiferencia, dejamos de creer que somos omnipotentes y nos reconocemos como seres más frágiles, y no estamos haciendo política, es la magia de la navidad, del hombre que vino al mundo no hacer política sino a transformar la actitud de los hombres hacia los hombres mediante el amor y el perdón.
Vuela vuela palomita y ve y dile: Al rey David que ora sí se arranque con las mañanitas y me las venga a cantar porque hoy es mi mero diablo, aunque me venga a despertar.