7 agosto,2021 5:13 am

Pregunta olímpica

Amerizaje

Ana Cecilia Terrazas

 

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los que corresponden a la XXXII (trigésimo segunda) Olimpiada y se llevan a cabo en este insondable 2021, son pausa activa y estimulante en medio de las crisis. Aquí una miscelánea.

Transmisiones, neurotransmisiones  y sistema inmune

Claro TV ofreció vía Youtube –posiblemente la red sociodigital más utilizada en este país– de manera gratuita y a completud, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. La transmisión, con sus defectos o virtudes, empoderó a los usuarios respecto de sus oportunidades de acceso a la acción en Japón.

Las competencias olímpicas nos hacen recordar siempre que, entre las enormes bondades del deporte –que es un derecho humano– está su directa relación con nuestra producción de endorfinas, especialmente cuando el deporte es aeróbico o cardiovascular.

No es ajeno al conocimiento general que las endorfinas están vinculadas con el transporte de información (la neurotransmisión) a nivel cerebral, lo que influye además y para bien a nivel “fisiológico, cognitivo, emocional y conductual”*.

Al final, salvo los casos en los que se detecte alguna insana adicción, las endorfinas (serotonina, dopamina u otras) resultan en una mejor memoria, atención, salud, rendimiento, menor dolor y mayor felicidad. También hacen equipo con una respuesta inmune más robusta, lo cual, en épocas y oleadas de pandemia Covid-19, no cae nada mal.

Levantarse y continuar

La neerlandesa de 28 años Sifan Hassan, corredora de pista en casi todas las categorías (800, mil 500, 3 mil, 5 mil y 10 mil metros e incluso media maratón) optó por salir de Etiopía como refugiada cuando tenía 15 años, y hacerse campeona en su adoptivo Países Bajos.

El 1 de agosto de 2021, durante la competencia clasificatoria de los mil 500 metros, 400 antes de la meta, Hassan tropezó con otra corredora caída y ella misma, dando una suerte de marometa, cayó al piso. Sin que se le viera descompuesta ni adolorida, se levantó y empezó a correr más fuerte, sin freno, hasta que, desde atrás, fue superando a las competidoras una a una y, de manera sorprendente, las rebasó a todas hasta llegar a la meta en primer lugar.

Por evidente que parezca, ahí está el mensaje de empuje, voluntad, disciplina, no derrotismo ante la adversidad. Quizá nunca sobra subrayar las bondades de hacer ejercicio, entrenar, competir, intentarlo una y mil veces, y saber que las caídas no siempre son definitivas.

Competir

El origen, motivaciones y relaciones intrínsecas, antropológica o sociológicamente hablando, de la competencia pueden ser controversiales, debatibles, imposibles de alumbrar. No obstante, para efectos cortoplacistas las competencias implican preparación, cuidado, solidaridad, trabajo, entrenamiento, disciplina, ética, tenacidad, fortaleza, sentido de justicia, enaltecimiento de la autoestima, concentración, salud, manejo emocional y otra serie de virtudes funcionales para cualquier persona en diferentes situaciones.

La competencia, inevitablemente, señala que alguien gane y otro pierda; que hay alegrías, frustraciones, esfuerzos. Ganar medallas, títulos o posiciones de fama son resultado de lo anterior y no son lo encomiable en esta entrada. Más bien, las bondades de la competencia están en el camino, el viaje, el acto mismo de competir. Competir, en ese sentido, tiene grandes ventajas para la formación y construcción de las personas y de las personalidades; sobre todo, sabiendo que lo más aleccionador es, de hecho, la desconstrucción, la falla, el extravío o el error.

Los imperios del deporte

Es común que las potencias económicas del mundo coincidan con los países que más medallas ganan en Juegos Olímpicos como pasa con China, Estados Unidos, Japón, Canadá, Australia, Rusia, Alemania, Francia, Países Bajos…

Estas naciones inyectan e invierten mucho en infraestructura deportiva, en educación física, en los deportes para toda su población, particularmente para sus jóvenes, niñas y niños. Los resultados se repiten y están a la vista. Año tras año forman cuadros de personas con mejores neurotransmisiones, capacidad de superar problemas, formación para competir. Entonces, ¿qué se necesita o por qué no estamos invirtiendo mucho (pero mucho) más en el deporte, como derecho, como bien, como posibilidad de rescate y salvación?

 

@anterrazas

 

*https://psicologiaymente.com/neurociencias/endorfinas-neurotransmisores