19 octubre,2023 4:38 am

Presenta Filiberto Velázquez una denuncia ante la FGE por el atentado que sufrió en Tixtla

 

Denuncia el director del Centro Minerva Bello que a pesar de que cuenta con medidas cautelares la Policía Estatal llegó a auxiliarlo una hora y media después. Dice que desde mayo la fiscal Sandra Luz Valdovinos Salmerón se niega a recibirlo en audiencia y la última vez que lo hizo le sugirió abandonar el estado y el país “porque ella no podía defenderme nomás a mí” por la labor que hace a favor de los desplazados por la violencia

 

 

Chilpancingo, Guerrero, 19 de octubre de 2023. El director del Centro de Derechos Humanos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello, (Centro Minerva Bello), Filiberto Velázquez Florencio, presentó ayer la denuncia del atentado que sufrió la noche del miércoles en la carretera Tixtla- Chilpancingo, ante la Fiscalía Especializada para la Investigación de Delitos Cometidos contra Periodistas y Defensores de Derechos Humanos.

En declaraciones a los medios de comunicación al salir de rendir su declaración, el presbítero, quien también es el encargado de la Casa del Peregrino de Chilpancingo, informó que su caso quedó integrado en la carpeta de investigación 1202252010000181023.

Respecto a los hechos explicó que en las primeras horas de la madrugada de ayer, cuando salía de las instalaciones de la Normal Rural de Ayotzinapa, donde se reunió con comisiones de otras normales rurales del país, en el punto conocido como El Parador del Guamúchil, a unos 500 metros de la entrada a la Normal, en la carretera Tixtla-Chilpancingo, dos personas a bordo de una motocicleta le dispararon primero desde atrás y luego lo rebasaron y le dispararon de frente.

“Cuando vi que me estaban apuntando de frente me agaché. Mi instinto fue protegerme. Escuché el disparo y sentí los vidrios que se dispersaron adentro del vehículo y de inmediato escuché que arrancaron, en ese momento me bajé de la camioneta y salí corriendo hacia la Normal”, narró el prelado.

La bala del primer disparo se incrustó en una de las llantas traseras de su camioneta y el segundo en el parabrisas del lado del copiloto, “gracias a Dios no me hirieron”, dijo el presbítero.

Velázquez Florencio permaneció toda la noche refugiado en las instalaciones de la Normal y por la mañana de ayer salió acompañado de personal de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) y acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) a presentar la denuncia.

El defensor de derechos humanos, quien cuenta con medidas cautelares, se quejó de las deficiencias del Mecanismo de Protección a Defensores y Periodistas. Dijo que cuando activó el botón de pánico el operador le llamó “pero no escuchaba nada de lo que yo le decía, hasta que me llamó a mi teléfono celular”.

Contó que después del Mecanismo llamaron al 911 de acuerdo al protocolo, pero la unidad policial llegó aproximadamente una hora y media después, y mucho después llegó el personal de la FGE.

Informó que se presenta a hacer la denuncia consciente de que el caso puede no aclarare, pero que acudió para dejar un antecedente.

Recordó que la fiscal General del Estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, cortó la comunicación con él en abril o mayo pasado, desde cuando se niega a recibirlo, “y eso no ayuda a que estas cuestiones se puedan esclarecer”.

Contó que la fiscal le recomendó la última vez que lo recibió que abandonara el estado y el país, “porque ella no podía defenderme nomás a mí y aquí están las consecuencias de nuestra labor”, reprochó el sacerdote.

Reconoció que directamente no ha recibido amenazas, aunque ha sabido furtivamente que incomoda la labor que hace.

“Sabemos que por nuestra labor se asume el riesgo y que esto (el atentado) es parte de nuestro trabajo. No debería ser así, pero lamentablemente vivimos en un país donde los defensores y los periodistas estamos a merced de la delincuencia.

Añadió: “Ustedes saben, en los últimos meses hemos estado denunciando los desplazamientos, ataques y enfrentamientos de los grupos de la delincuencia organizada y tanto periodistas como defensores quedamos en medio, y de alguna manera desamparados”.

Declaró que no puede atribuir el atentado a algún grupo delictivo en particular “porque no sé qué intereses estoy tocando, he hecho acompañamiento de las víctimas en zonas donde están los tres diferentes grupos que están predominando en el estado, entonces no podría decir qué grupo es el responsable”.

Un reportero le preguntó si sabe que su labor también incomoda a las autoridades, y dijo que ha denunciado las actividades que los grupos de la delincuencia organizada realizan en contra de la población sobre todo con los desplazamientos y las desapariciones “y claro que hay aquiescencia muchas veces del Estado que permite todas estas violaciones”.

Precisó: “Entonces, sí, yo no descarto ninguna amenaza del propio Estado”.

Pero el activista dijo que a pesar del riesgo no tiene considerado salir del estado, aun cuando es una propuesta que le hace el Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, “yo siento que eso no es lo que debemos hacer los defensores y los periodistas”.

Indicó que él va a continuar con su labor, porque que es lo mejor “en este momento en que hay muchos mensajes de desesperanza y de violencia en el estado, no debemos claudicar con nuestros testimonios y permanencia, debe seguir nuestra lucha para promover la paz”.

Destacó que abandonar el estado ante una situación así, “sería un acto de cobardía porque hay muchas personas que no pueden salir de sus casas y abandonar su territorio, y en un acto de solidaridad con todos aquellos que han sido afectados por la violencia, permaneceremos aquí, sólo esperando que las autoridades hagan su trabajo”.

Llamó a las autoridades que pongan atención a sus protocolos. Denunció que el domingo pasado solicitó resguardo al gobierno del estado para visitar algunas comunidades del municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco), “pero me dijeron que la Policía del Estado no respondía y ya muy tarde del sábado me informaron que se iban a comunicar conmigo de la Secretaría de Seguridad Pública, pero no se presentaron, y yo fui a Chichihualco sin ningún resguardo”.

Informó que le dijeron que a partir del atentado, por lo pronto, tendrá resguardo de policías estatales hasta que se emitan las medidas de protección permanentes por parte del Mecanismo Federal de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas.

 

 

Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jessica Torres Barrera