Con un mensaje de cuidado al medio ambiente, disfrutan de la historia en la que desde plantas como la hiedra venenosa hasta un pino, flores, cannabis y hongos alucinógenos, buscan salvar a los ecosistemas. Estuvo presente en la función el autor, Guillermo Méndez Guiú
Acapulco, Guerrero, 25 de junio de 2024. ¡Qué plantón!, el icónico musical mexicano de finales de los ochenta se presentó con dos funciones –con dos distintos elencos– el pasado domingo, de la mano de la compañía Fragmentos Capacitación Artística en el Foro Mundo Imperial, contando además con la presencia de su autor, Guillermo Méndez Guiú.
Cientos de personas conocieron la historia de un grupo de plantas que elegidas por Dios a través de un profeta para buscar la manera de salvar al mundo que está siendo destruido por el hombre.
Así, una hiedra venenosa, un pino, un par de rosas, otro par de orquídeas y una más de palmeras, un mango y hasta una planta de mariguana y hongos alucinógenos, entre otros, inician un viaje por el mundo y sus distintos ecosistemas en la búsqueda de una respuesta.
Dividida en dos actos, la obra compuesta por una veintena de temas musicales, resultó en sus dos funciones del agrado del público, compuesto principalmente por familiares y alumnos de la compañía.
En charla previa, su director Héctor Mújica comentó que el tema de la destrucción del ambiente está muy vigente, y más en Acapulco, tras el impacto del huracán Otis el año anterior.
El tema “está muy vigente, más vigente que nunca con estos cambios climáticos, la contaminación del planeta y luego de Otis puesto que los humanos no entendemos todavía que hay que cuidar al planeta”.
Asimismo, explicó que el montaje –en el que él mismo participó en su estreno, en 1989- es el proyecto final de ciclo de Fragmentos, que es una escuela y cuyo ciclo de trabajo dura un año, siendo la primera función, que fue a las cinco, la de los alumnos pequeños –niños de 7 a 12 años– y la función de las 8 fue con los mayores.
Finalmente, Guillermo Méndez Guiú celebró el trabajo hecho por todos, sumado al agrado de ver de nuevo en escena uno de sus más populares trabajos.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano
