14 mayo,2018 6:36 am

Prevé el obispo Salvador Rangel elecciones difíciles por la inseguridad en el estado

En su homilía en la basílica de Guadalupe a donde llegaron peregrinos de la diócesis de Altamirano señala la “insensibilidad” de las autoridades por el incremento a los precios de los energéticos y de los productos de la canasta básica.

Texto: Zacarías Cervantes
Foto: El Sur
Chilpancingo, Guerrero. El obispo Salvador Rangel Mendoza previó que las elecciones se pondrán difíciles por la inseguridad, que ya ha dejado alrededor de 90 aspirantes a cargos políticos asesinados en el país; así como por la “insensibilidad” de las autoridades respecto a la “precaria economía”, el incremento a los precios de los energéticos y de los productos de la canasta básica.
También mencionó la falta de oportunidades para los jóvenes, la corrupción, la impunidad y la simulación de los estratos políticos. Exhortó a que frente a este escenario, todos los cristianos “y personas de buena voluntad, emitamos nuestro voto de manera libre, razonada y secreta”.
Además, convocó a participar organizadamente en las elecciones, porque dijo que “sólo la presencia participativa, de manera constante y solidaria en la vida de nuestro país, desterrará gradualmente la violencia, la corrupción, la impunidad y el compadrazgo”.
Rangel Mendoza habló de los “acontecimientos y novedades que se encuentran en nuestro alrededor”, en su homilía durante la misa que celebró éste domingo en la Basílica de Guadalupe, y que se transmitió vía internet, con motivo de la peregrinación en la que participaron 90 feligreses y sacerdotes, que salieron caminando desde la diócesis de Ciudad Altamirano, el 4 de mayo pasado, y que llegó ayer a la Basílica, en donde llamó a orar y pedirle a la virgen para que “nos ayude a solucionar nuestros problemas y no perdamos la paz ni la esperanza”, expreso.
Dijo que hay muchos acontecimientos y novedades que se encuentran alrededor de estas elecciones, y que se están poniendo difíciles.
“Ustedes saben que han asesinado a alrededor de 90 aspirantes a puestos políticos, por la situación de inseguridad en México, y en particular de Guerrero, Michoacán y el Estado de México, y de manera particular Tierra Caliente, como el asesinato del candidato y ex presidente municipal”, dijo en referencia al asesinato de Abel Montúfar Mendoza, en el municipio de Coyuca de Catalán, ocurrido el 8 de mayo en Ciudad Altamirano.
Agregó que por esta inseguridad, que ocasionó ese mismo día en Coyuca de Catalán el asesinato de tres militares, en hechos en los que además hubo otros tres soldados heridos, los ciudadanos experimentan el miedo.
El obispo añadió que estas elecciones se ven marcadas también por la insensibilidad de las autoridades, con respecto a la economía precaria y el incremento a los precios de los energéticos, que en muchas partes de México alcanzó los 20 pesos el litro y el aumento a los precios de la canasta básica, acompañados con los bajos salarios.
Agregó que no hay oportunidades para los jóvenes, que existe inequidad representada con tanta gente pobre por un lado y por el otro “los no tan pocos políticos ricos”. Dijo que en nuestro país permea la corrupción, la impunidad y la simulación de los estratos políticos.
Asimismo, destacó que “contamos con la incertidumbre de muchos paisanos en los Estados Unidos, los famosos mojados, y también los llamados dreamers, para quienes no hay seguridad por tanta palabrería y demagogia por parte de los americanos, como también de parte de nuestros políticos oportunistas”.
En este escenario, dijo que México está viviendo una de las más importantes elecciones políticas de su historia, pero criticó que este periodo electoral “se ha distinguido por la denostación, la demagogia, el echarse lodo unos a otros entre los candidatos. Hay tanta falsedad en sus propuestas y ofrecimientos ilusorios, que han creado con sus agresiones políticas un clima de confusión y también de inestabilidad nacional”, acusó.
El obispo añadió que cuando los valores fundamentales palidecen en el tejido social, es preciso hacer el esfuerzo de un discernimiento crítico que nos permita optar en conciencia por quienes puedan realizar, en lo posible, el auténtico bien común, “por lo que exhortamos a todos los cristianos y personas de buena voluntad a emitir nuestros voto de manera libre, razonada y secreta”.
Destacó que entre más ciudadanos participen organizadamente en las elecciones, “más posibilidades habrá de que nuestra sociedad madure y sea corresponsable en la cuestión del bien común. Todos debemos alentar la participación. El voto ciudadano es la gran arma democrática que nos han regalado los que nos han precedido”, dijo.
Rangel Mendoza pidió, asimismo, orar en familia y en comunidad, para que la próxima jornada electoral se realice en paz y armonía, “sea al mismo tiempo una gran ocasión para que desde la fe todos podamos mostrar nuestro compromiso por México, con nuestro pueblo, que hoy se encuentra en diversas regiones en difíciles circunstancias y sufriendo, por ejemplo, en Tierra Caliente en estos días”, manifestó.
Expresó que “por eso estamos aquí, para pedirle a Dios y a la virgen María por tantas necesidades que tenemos, para pedir por nuestras familias, por nuestra querida diócesis de Ciudad Altamirano y para pedir por toda nuestra patria mexicana”, porque dijo que uno de los grandes valores en la mayoría de la gente es la riqueza de la fe, de sus tradiciones y su fortaleza familiar.
“Que ella, la virgen de Guadalupe, preserve la paz en nuestra patria, que nos dé buenos gobernantes y nos permita descubrir los caminos de justicia, reconciliación y la esperanza, con los que como sociedad debemos transitar en el momento”.
Exhortó a los feligreses a pedirle a la virgen de Guadalupe “que nos ayude a solucionar nuestros problemas y que no perdamos la paz ni la esperanza. No tengan miedo, el Papa Francisco continuamente nos está diciendo que no demos muerte a la esperanza. Tenemos problemas sí, pero Dios nos ha dado inteligencia y nos ha dado corazón para poderlos superar. Confiemos en nosotros mismos y en nuestro buen Dios”, recomendó.
El obispo fue insistente en su petición para que en estas elecciones se emita un voto razonado. Dijo que “en el proceso electoral que estamos viviendo, la conciencia cristiana debe discernir cuál de las opciones políticas puede generar un poco más de bien, tomando en cuenta la complejidad de las circunstancias en las que nos encontramos”.
Contó que en una reunión que tuvieron recientemente los obispos, convinieron en que se debe optar por quien se proponga “hacer el bien posible del bien común”, y explicó que el bien posible significa impulsar lo que aporte al bien común, a la paz, a la seguridad, a la justicia, al respeto de los derechos humanos, al desarrollo humano integral y a la solidaridad real con los más pobres y excluidos”.
Para el obispo, el México que queremos es posible, “no perdamos la esperanza. Dios nos ha dado corazón, inteligencia, el México que queremos es posible y requiere, fundamentalmente, de un gobierno que trabaje con honestidad y eficacia, pero también de ciudadanos participativos que den seguimiento a los procesos de justicia, fraternidad y paz”, expresó.
Agregó que sólo la presencia participativa, de manera constante y solidaria de la sociedad en la vida política del país, desterrará gradualmente la violencia, la corrupción, la impunidad y el compadrazgo.
Demandó empoderar a la ciudadanía, para poder cambiar a México. “Es tiempo de que los católicos, acompañados de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, trabajemos comprometidamente por un México más próspero y pacífico. Más solidario y participativo, más atento a los rostros de los más pobres, y menos cómplice de quienes los olvidan, los manipulan o los marginan”.
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