18 noviembre,2022 1:24 pm

Promocionan venta de drogas en Países Bajos en pegatinas con QR

 

Berlín, Alemania, 18 de noviembre de 2022. Los dealers de Ámsterdam utilizan pegatinas para anunciar sus productos y solo hay que escanear el código QR para acceder en el teléfono móvil al menú que ofrece pastillas para fiestas, cocaína o LSD.

De repente, el centro de la capital de los Países Bajos se pobló de pegatinas de colores, en especial en los alrededores de bares, clubes y cafés. Las farolas, las señales de tráfico y las vallas de los edificios en construcción están cubiertas de pegatinas.

Las de colores chillones destacan entre el resto de pegatinas de grupos musicales o clubes de futbol. Suelen llevar impresa una cara al estilo Cómic con la lengua fuera, y encima un sello, una cara sonriente o una pastilla. Al lado hay un código QR. Si se escanea, lleva a un sitio web de venta de drogas.

Principalmente las drogas sintéticas se comercializan de este modo, pero periodistas también han visto pegatinas de cocaína y cannabis.

Y no solo en Ámsterdam. Entretanto, también han aparecido pegatinas de venta de drogas en otras ciudades holandesas, como Nimega, en la frontera alemana, y en la ciudad estudiantil de Utrecht.

“Es un método de marketing nuevo y bastante descarado”, dice Ton Nabben, criminólogo de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Ámsterdam, a dpa.

Incluso Nabben está sorprendido, y eso que es un experto en cultura juvenil y consumo de drogas. “Con estas pegatinas ahora se publicitan drogas de forma pública”, analiza. Todavía no se puede estimar cómo afectará esto al comercio.

Desde hace ya cierto tiempo, también la venta de las sustancias prohibidas ha seguido el proceso del progreso tecnológico.

Todavía hay traficantes callejeros o quienes ofrecen más o menos abiertamente drogas para fiestas en festivales o clubes. Pero las ventas también se realizan por Internet, y sobre todo gracias al auge de los teléfonos móviles.

Los números de contacto de los distribuidores se transmiten a través de servicios de mensajería como Signal o Telegram, señala Nabben, y se pueden descargar los menús completos a través de las redes sociales.

“El comercio se ha transformado en los últimos 25 años de un sistema de recogida en un servicio de entrega”, dice el criminólogo, al igual que la pizza y la cerveza.

Los clientes ordenan su pedido, pagan en línea y el dealer entrega. Esto funciona con cocaína, pastillas, óxido nitroso (gas hilarante) o porros de marihuana. “Es la lógica capitalista”, advierte.

Y con las pegatinas y los códigos QR ahora debería ser aún más fácil, si funciona.

Los reporteros locales lo han probado y en algunos casos pudieron liquidar a través de los canales habituales de pago en línea. Pero en otras tiendas web tenían que pagar con Bitcoins. Otros denunciaron en los medios de comunicación que no les funcionó y acabaron en una web ucraniana más que dudosa.

La Policía de Ámsterdam quiere investigar el tráfico por código QR. Pero no tiene muchas esperanzas.

“Es muy difícil averiguar quién está detrás”, dijo una portavoz a dpa. Pero los investigadores no temen que el comercio aumente mucho debido a las pegatinas, especialmente si el pago debe hacerse con Bitcoins. La portavoz consideró que eso asustaría a mucha gente.

El Instituto Trimbos de Investigación sobre la Adicción y la Salud Mental de Utrecht tampoco ve ningún peligro agudo por el momento.

“Hasta ahora, se ofrecen sobre todo drogas de diseño, que aún no han sido prohibidas”, dice el portavoz Koen Koopman. “Pero sabemos por los estudios que la gente es más propensa a elegir drogas ilegales conocidas, como el éxtasis, la cocaína o las anfetaminas, que a pedir sustancias desconocidas”, aclara.

Nabben señala que comprar en línea no debería ser de por sí riesgoso. El criminólogo acota que cuando se compra en la calle a un dealer tampoco se sabe si se está recibiendo una sustancia pura o solo paracetamol en polvo.

“Los dealers también tienen interés en vender sustancias de buena calidad a través del comercio en línea, porque si no no prosperaría el negocio”, explica.

Es imposible decir qué volumen tiene el mercado online de la droga. Los Países Bajos son un centro del comercio internacional de drogas, especialmente de las drogas sintéticas y la cocaína. Pero, en su mayor parte, estas drogas se envían a toda Europa e incluso a Australia. Solo una pequeña parte se ofrece en el propio país.

La ciudad de Ámsterdam resolvió ahora retirar las pegatinas. El departamento de limpieza de la ciudad se encargó de limpiar a fondo las farolas y otras zonas públicas, o al menos de hacer ilegibles los códigos QR.

Pero los expertos dudan de que eso sirva de algo. “Ámsterdam tiene un montón de farolas”, dice el criminólogo Nabben. “Mañana volverá a estar todo lleno (de pegatinas)”.

Texto: Anne Birschel (dpa)