Margarita Warnholtz
Decenas de miles de indígenas protestan en Ecuador por las medidas económicas tomadas por el presidente Lenín Moreno, producto de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para obtener un crédito de 4 mil 200 millones de dólares. Las medidas incluyen la eliminación del subsidio a la gasolina y el diesel. A lo largo de la semana la represión se ha recrudecido, (hay ya por lo menos cinco muertos, más de 500 heridos, alrededor de 800 detenidos y varios desaparecidos) lo cual, lejos de detener la movilización, ha hecho crecer la participación y las demandas.
Conversé vía telefónica brevemente con Luis Fernando Sarango, indígena kichwa saraguro, ex rector de la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi, quien ha estado participando en el movimiento y es integrante de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), para tener una opinión e información directa sobre el tema.
Sarango afirmó que el problema está en el “robo descarado que hizo el gobierno de Correa y que el gobierno actual no está dispuesto a cobrar, a expropiar los bienes mal habidos de todos los ladrones, que incluso públicamente se ha dicho quiénes son. Se perdona a esta gente, se condona una deuda de 4 mil 500 millones dólares a los banqueros y otros grupos pero se dictan medidas drásticas, inhumanas en contra de los sectores más pobres del país, dentro de ellos los pueblos originarios”.
Maestro en Docencia Universitaria y doctorado en Derecho, Sarango explicó que el alza en el combustible afecta directamente a los pueblos indígenas y la gente de escasos recursos, pues significa que suben los precios de los alimentos y en general los costos de la vida diaria. Agregó que las medidas incluyen el despido de alrededor 100 mil empleados del sector público y que el temor que tienen es que se produzca una crisis económica “insoportable” en la que ni siquiera habrá acceso a la comida, y se refirió como ejemplo a la crisis que se dio en Argentina. “Se tiene que pensar un poquito en el futuro, en lo nefastas que son estas medidas”, afirmó.
Sobre la movilización, aclaró que no es solamente en Quito, sino que “se han paralizado vías en todo el país, la carretera Panamericana y otras vías importantes que van hacia la costa y la Amazonía están bloqueadas totalmente desde hace casi ocho días, ya empieza a sentirse el desabasto en las ciudades”. También mencionó que los pueblos de la región amazónica se tomaron algunos pozos petroleros y que además de los indígenas hay diversos sectores populares participando en las protestas, entre ellos estudiantes y obreros, así como pequeños transportistas de todo el país, pues los transportistas más fuertes ya pactaron con el gobierno medidas que los benefician sólo a ellos.
Respecto a la represión, Sarango comentó que “ha sido tremenda, incluso intervinieron en lugares que estaban previstos para que pernoctaran los indígenas, como la Universidad Salesiana y la católica. Lo que hicieron fue ingresar a los predios universitarios y arrojar bombas lacrimógenas para que la gente tenga miedo, tenga terror. Se ha aplicado una política de terror especialmente por el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, que es un general de esos antiguos que quedan de las últimas promociones de la Escuela de las Américas, que cree que a la gente se le puede amedrentar, pero no resultó así; y acá tenemos también a una ministra del Interior, María Paula Romo, que creyó que con la brutalidad de la policía podría causar terror a fin de que la gente huyera, pero no se ha dado eso. Los compañeros dirigentes hasta el momento han dicho que se radicaliza la medida de hecho y que no vamos a ceder”.
Por último, Sarango me comentó que los medios de comunicación de su país están comprados o sobornados por el gobierno, entonces no difunden lo que realmente está sucediendo, por lo que sugirió que se busque la información en la página (https://conaie.org/) y en Facebook (https://www.facebook.com/pg/conaie.org/posts/) de la Conaie.
Recordemos que los indígenas de Ecuador se han caracterizado por la fuerza de sus luchas y no es la primera vez que lideran protestas a nivel nacional. En 1997 fueron los principales actores de la movilización que llevó a la salida del presidente Abdalá Bucaram y en 2000, aliados con un sector de los militares, derrocaron el gobierno de Jamil Mahuad.
Al inicio del movimiento la demanda era la derogación del decreto 883 con el que se elimina el subsidio a la gasolina, ahora los indígenas exigen además la renuncia de los dos ministros que encabezan la represión y afirman que no dialogarán con el gobierno hasta que se cumplan estas demandas. En su último comunicado declaran: “Esto no para hasta que el FMI salga del Ecuador.
