Fanáticos de las barras de Gallos Blancos y del Atlas se enfrentan primero en inmediaciones del inmueble, después durante el partido en tribunas y terminan invadiendo la cancha. El juego se tuvo que suspender. No hay ninguna intervención de fuerzas de seguridad durante las riñas. Autoridades reportan una cifra de heridos, solamente dos de gravedad, que contrasta con testimonios y videos de las agresiones que circulan en redes sociales. Señalan que la gresca fue por rivalidad entre líderes barristas que pertenecen a bandas delictivas de narcotraficantes y huachicoleros. La Liga MX abre investigación y pospone los tres partidos que debían celebrarse el domingo
Querétaro, 7 de marzo de 2022. Una sucesión de batallas campales en gradas, cancha y exteriores del estadio Corregidora de Querétaro dejó el sábado pasado al menos 22 heridos –26 según la cifra actualizada ayer.
Aficionados que participaron en la reyerta dijeron que la barra “La Resistencia” que apoya al equipo Gallos Blancos de Querétaro preparó la escalada contra integrantes de la “Barra 51” del Atlas del Guadalajara, equipos que jugaron el sábado pasado un partido de la Jornada 9 de la Liga MX.
Atlas ganaba 1 a 0 cuando el partido fue suspendido porque las peleas de aficionados se trasladaron a la cancha.
No hubo ninguna intervención de fuerzas de seguridad durante los pleitos.
Los rijosos utilizaron palos, botellas, tubos y hasta sillas como armas; destrozaron, incluso, el alambrado que los dividía en las gradas para perseguirse.
Un seguidor de Los Gallos, a quien le tumbaron dos dientes, contó a Reforma que un líder de huachicoleros de San Juan del Río, Querétaro, conocido como El Beto, llevó a miembros de su banda para agredir.
“Llevó a sus sicarios, a la gente que ocupa para robar combustible y gas LP, fue la que participó en la golpiza”, contó el joven.
El Beto tiene una rivalidad con un integrante activo de la “Barra 51” del Atlas presuntamente ligado con el Cártel de Jalisco Nueva Generación, según el testimonio. “Todo fue por estos dos; se vieron, se traen, y se dieron con sus bandas, lo demás ya fue de regalo”, dijo el joven informante.
En el partido se reportaron cuatro zafarranchos: uno, previo al encuentro a las afueras del estadio; otro, en el medio tiempo en la zona de baños; uno más, después del minuto 60, cuando fue suspendido el partido y, uno último, a las afueras del estadio.
Las golpizas fueron brutales. Videos filmados por testigos muestran a barristas queretanos golpear y patear en el piso a atlistas. Varios videos difundidos exhiben hombres caídos, sangrantes e inconscientes.
Protección Civil de Querétaro aseguró que no tenía reporte de personas fallecidas; incluso, la cifra de heridos la fijó el sábado pasado por la noche en 22, todos con golpes en la cabeza, dos de ellos en estado grave. Testimonios de aficionados dan cuenta de más heridos.
En noviembre pasado ambas barras ya habían reñido en el estadio Jalisco. “Encueraron a muchos. Esa vez hasta hubo un muerto del Querétaro, así que ya la debían”, contó el fanático de “La Resistencia”.
El Reno, uno de los integrantes de la “Barra 51”, contó que los queretanos tendieron una emboscada.
“Les pusieron un cuatro a la afición del Atlas y los de seguridad no hicieron nada, los dejaron solos, se brincó gente de la barra local y los dos mil del Atlas nada podían hacer contra 20 mil”, dijo.
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, quien alistaba maletas para viajar a Europa, condenó la violencia y prometió investigar los hechos.
El mandatario de Jalisco, Enrique Alfaro, pidió el esclarecimiento de la violencia y se reunió con atlistas que se concentraron el sábado por la noche en el estadio Jalisco para esperar a los porristas que acudieron a Querétaro.
Texto: Agencias
