26 enero,2019 8:41 am

Proyecta la actriz Yalitza Aparicio valores que reivindican a las mujeres indígenas, coinciden

Su participación en la cinta Roma envía el mensaje de que si Hollywood es alcanzable, ¿por qué no una sociedad más justa? 
Ciudad de México, 26 de enero de 2019. Al encarnar a Cleo en pantalla, Yalitza Aparicio ha proyectado al mundo el amoroso soporte que las trabajadoras domésticas representan para muchas familias. Nominada al Oscar a mejor actriz, la historia de esta joven parece dar paso a preguntas más allá de si ganará o no la estatuilla. ¿Hasta dónde este repentino cuento de hadas está impactando la vida de las mujeres indígenas de México? ¿Será la sociedad mexicana capaz de superar su racismo? ¿Vendrán, ahora sí, oportunidades para las minorías a quienes históricamente se les han sido negadas?  Cuatro voces cercanas a comunidades indígenas ofrecen su visión sobre el fenómeno llamado Yalitza, una mujer de 25 años que un día acompañó a su hermana para el casting de Roma, y hoy su rostro es parte de las galas y portadas del séptimo arte, desde donde envía el mensaje de que si Hollywood es alcanzable, ¿por qué no una sociedad más justa?
Derrumba estereotipos
Esther Cruz Cruz es una mixteca. Vive en Monterrey desde los siete años. Es trabajadora social y tiene un posgrado en proyectos sociales. Cuando ella dice que es indígena, hay personas que se sorprenden, cuenta. “La gente dice ‘qué bonito, qué padre que una mujer indígena se haya superado”, dice esta mujer de 30 años. En el imaginario social mexicano, a las mujeres indígenas les corresponde ser una figura folclórica y dedicarse al trabajo doméstico, pero es hora de romper ese estereotipo y el logro de Yalitza, una maestra de profesión, está ayudando a ello, indica la vecina de Juárez, Nuevo León.  “Las mujeres indígenas podemos acceder no sólo a eso (al cine) sino a muchas otras áreas”, expresa. Esther recuerda su trabajo en Zihuakali, Casa de la Mujer Indígena, donde llevó a cabo entrevistas a mujeres en la Alameda Mariano Escobedo. “Me tocó entrevistar a varias chavas en la alameda que se dedicaban al empleo doméstico: eran maestras, enfermeras, odontólogas, tenían otras profesiones, y por cuestiones de que no encontraban trabajo rápido, se empleaban en el hogar”, cuenta. Como mixteca, apunta Esther, se alegra por la nominación de Yalitza, originaria de la misma región de Oaxaca, pero al mismo tiempo considera que es momento de reflexionar qué tan interiorizado tienen las mismas mujeres indígenas un papel como el de Cleo. “Yalitza no está sola, hay muchas mujeres indígenas en el mundo y qué bueno que una de ellas esté haciendo ruido, pero si todas las mujeres indígenas hacemos ruido, pues se va a escuchar un sonido bien fuerte”.
Abre oportunidades
Severin Durin, antropóloga social, quien por por años ha estudiado el trabajo doméstico y ha señalado las injusticias laborales hacia quienes lo realizan, comenta que lo que vive Yalitza es inspirador, al mismo tiempo que abre el debate sobre las oportunidades hacia las mujeres indígenas, las que siguen haciendo mayormente el trabajo en casa en México. “Queda mucho por hacer finalmente por abatir esas desigualdades y que mejoren realmente de fondo la situación de las mujeres en el país, para que tengan mas opciones educativas, más opciones laborales que no se vean finalmente limitadas en trabajar en casa como una primera opción”, reflexiona la antropóloga. También es un momento para reafirmar la belleza en la diversidad mexicana, entre ella la indígena.    “Ojalá y tuviéramos un día un Oscar para una mujer indígena que no represente a una trabajadora del hogar, que por fin pudiéramos romper con ese estereotipo y esa asociación tan implícita de la ‘india como sirvienta'”, comenta la autora del libro Yo trabajo en casa. Trabajo del hogar de planta, género y etnicidad en Monterrey. “Ojalá pudiéramos tener a Yalitza Aparicio en muchos otros papeles. Subvertir realmente el orden de las cosas sería justamente llegar a que fueran reconocidas por sus cualidades actorales y en otras posiciones de la sociedad”. “Todavía hay un trecho, mucho por hacer en términos de cambio social”.
Inspira a mujeres en el área rural
Mayra Isel Rodríguez Garza es sicóloga social. Ha trabajado con mujeres indígenas en Chiapas y en Nuevo León. Actualmente dirige Xochiquetzal, bienestar, sexualidad y derechos, A.C. Para la también sexóloga, que Yalitza haya tomado, aprovechado y superado una oportunidad en Roma, abre el diálogo sobre cuántas oportunidades México ofrece a personas indígenas. Y es que Yalitza representa un modelo que explora posibilidades, pero hay que ver si su historia inspiradora está llegando a las mujeres en contextos como los rurales, en donde ellas no se ven llegar más allá de lo inmediato y las artesanías son la única oportunidad de ingresos. Sobre los estereotipos, Mayra comenta que la dualidad Cleo-Yalitza es como una doble jugada. “(Cleo) Sí refuerza un estereotipo, pero, al mismo tiempo, si la gente se da el tiempo de escuchar a Yalitza, puede justo escuchar muchas cosas que permiten romper con ese estereotipo. Me gusta mucho escuchar las entrevistas donde ella habla de sus expectativas laborales, las personales”.
Disfruta el momento
En las entrevistas que ha dado, Yalitza habla de su gusto de ser maestra y de no saber si va a seguir con la actuación. Con su sonrisa proyecta que está disfrutando el momento. “Es el gran ejemplo que le podemos aprender. Cuando estás con el ‘qué sigue’ o del ‘tengo que seguir demostrando algo’ nos perdemos justo de vivir el momento y de disfrutar lo que hay. Es estar realmente estar inmersas en el aquí y en el ahora y estarle sacando toda esa plenitud”, expresa Mayra.
Refleja orgullo y seguridad
Eiliana Olivo dirige Desarrollo y Formación para el Menor Olivo, A.C. (Dyfomoac), una guardería en el casco de San Pedro en donde hijos de trabajadoras del hogar son cuidados mientras ellas trabajan en alguna residencia de la zona. La doctora en ciencias sociales observa que la seguridad que Yalitza proyecta en las alfombras rojas y en las galas con otras celebridades es producto de una educación como maestra que la ha transformado, además de un orgullo por sus raíces. “Conocimiento es poder”, destaca, “El conocimiento que ella tiene la hace desenvolverse para estar frente a otras personas, la educación le da seguridad, le da oportunidad para aspirar”, comenta.  “Alguien que está orgulloso, feliz de lo que es, no importa en el lugar que se encuentre, las raíces dan esa felicidad que muchísima gente quisiera. Lo veo con las señoras aquí, cuando se sienten orgullosas de donde son y de donde vienen, y que están alcanzando las metas que quieren, no nadamás están felices, sino son solidarias con todas las demás”. La valentía en las mujeres migrantes la observa a diario. “Veo mujeres seguras de sí mismas, mujeres que han fracasado a lo mejor, pero que se levantan. Son mujeres alegres, como Yalitza, definitivamente, y solidarias”.
Texto: Daniel Santiago / Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma