14 diciembre,2020 5:26 am

Pueblo acampamentado

Silvestre Pacheco León

 

Tuvo que venir de otro país una reportera que acaso miró otra realidad que ha estado ajena a nosotros en el conflicto que los ejidatarios de Carrizalillo tienen contra la minera canadiense Dos Filos en el municipio de Eduardo Neri, más conocido como Zumpango, en la zona centro del estado.

Cuenta Dawn Marie Paley, una periodista canadiense especialista en el tema de las mineras que en su visita al campamento que los ejidatarios han instalado a la entrada de la mina en Carrizalillo recogió la impresión de que la gente vive más relajada, que se siente mucho más segura y libre en el campo que en su poblado, porque la inseguridad impuesta por los integrantes del crimen organizado es tan grande que los jóvenes y niños se abstienen de andar en el calle y por eso viven privados de la convivencia con sus amigos.

En la entrada de la mina donde se encuentra establecido el campamento desde hace tres meses las cosas son distintas porque los ejidatarios sienten que han podido recobrar la libertad que han perdido en sus pueblos y aquí están más seguros y a gusto sin que les importe mucho el tiempo que pase en las negociaciones del ejido con la empresa minera.

La periodista también hace notar que los ejidatarios añoran su vida pasada mientras miran que sus campos que antes les daban de comer ahora se han convertido en vertederos de los lixiviados que produce la explotación del mineral mientras ellos se adaptan a la vida como empleados de la mina.

Desde luego que no pensamos que la experiencia que están viviendo los ejidatarios de Carrizalillo pueda ser la solución para superar el ambiente violento que inhibe la paz en los pueblos, pero se trata de reconocer en la observación de la periodista otro aspecto de la realidad que afecta a los pueblos de Guerrero donde la inversión y el empleo que se manejan como la panacea, aquí en vez de atenuarlo parece que lo alienta.

Pero, por otro lado, el caso que enfrenta el ejido con la poderosa minera canadiense cerrada a la negociación a pesar de las pérdidas cuantiosas que tiene, obliga a promover la más amplia solidaridad con los dueños de las tierras en renta, afectados tan drásticamente en su modo de vida ahora que han dejado de ser campesinos.

Como se sabe, las autoridades ejidales en la semana pasada conocieron que se han convertido en acusados por exigir a la empresa el cumplimiento de lo convenido para que puedan seguir ocupando sus tierras.

En el  Tribunal Unitario Agrario de Iguala conocieron el viernes pasado que la minera los ha demandado por haber cerrado el acceso a la mina, acusándolos  de que con ello están  incumpliendo el convenio que tienen firmado por el uso temporal de sus tierras. En la demanda le exigen al ejido el pago de daños por haber cerrado los accesos y detenido la explotación.

Desde luego que los ejidatarios se enfrentan a empresarios que tienen muchos años de experiencia y recursos con los que pagan a caros bufetes de abogados que les asesoran para ganar los casos aprovechándose de la inexperiencia de quienes han rentado sus tierras.

Las autoridades ejidales aseguran que es por estrategia de la empresa que los presionan acusándolos de causarles daños porque la minera tuvo la habilidad de firmar por separado el convenio de la renta de las tierras y el convenio de prestaciones sociales en el que se incluye el tema de la contaminación de sus fuentes de agua, los servicios de salud y las becas para los jóvenes.

Los ejidatarios señalan que la conducta abusiva de la empresa es ampliamente conocida en el territorio mexicano por los pueblos que rentan sus ejidos para la explotación del subsuelo y que por eso ellos demandan que las autoridades juzguen a partir de  ambos convenios que tienen firmados y no separadamente.

Esta situación en Guerrero contrasta con la última noticia que conocemos sobre una negociación similar de los ejidatarios de San Juan de los Cedros con la minera Peñasquitos de Zacatecas donde el propio representante de la empresa Newmont, Stephen Ghottesfel informó a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero haber ratificado el convenio sobre la renta de tierras con el pago correspondiente a sus dueños, así como el avance en la construcción de un pozo profundo para la extracción del agua que abastecerá a los pueblos y apagará su sed.

Aquí, en cambio, los representantes de la empresa mantienen su actitud racista presionando al ejido para que abra la mina sin condiciones incorporando a su estrategia una demanda para que el ejido les pague los daños provocados por el bloqueo.

Por su parte los ejidatarios sostienen que no cejarán en su empeño de hacer que la empresa reanude las negociaciones para que retire la demanda  por los daños que sufre o de lo contrario analizan la conveniencia de contrademandar.

Sin tierras para los cultivos que los proveían de alimentos, los campesinos no tuvieron otra opción que convertirse en empleados de la minera y ahora con su magro salario no les alcanza para cubrir todas sus necesidades porque ahora tienen que pagar hasta el agua que consumen vendida en garrafones porque sus manantiales han quedado contaminados y la calidad de sus arroyos la hace inservible incluso para bañar.

Esperemos que las autoridades federales también se interesen por la suerte de los ejidatarios guerrerenses y den una lección a los empresarios por lo desaseada de su relación.

PD1. No es para menos la iniciativa de Héctor Popoca para competir por la gubernatura desde el campo independiente. Él, como pocos, ha acumulado la experiencia sobre la realidad del estado sirviendo como funcionario público por más de tres décadas, y aunque no tiene posibilidad alguna de ganar nada, sus propuestas pueden ser de utilidad para un programa de gobierno y por eso deben ser atendibles.

PD2. Ángel Aguirre Rivero y Héctor Popoca tienen casi la misma experiencia de años dedicados a la función pública aunque uno lo haya hecho desde la cómoda postura del priísmo y el otro desde la izquierda. Ahora ambos están en la arena de las contiendas electorales donde los veremos desempeñarse con lo mejor que tienen para enfrentar al fenómeno de la Cuarta Transformación que quiere transformar de raíz el estado de cosas que impiden su desarrollo.

Aunque en el problema de la inercia a la que alude el ex gobernador para que el PRD pueda jugar un papel relevante en la contienda, no veo  ninguna posibilidad de cambio a su favor de parte de los cuadros dirigentes y menos de quienes se sienten candidateables perdidos en la búsqueda del poder por el poder. Donde se producirá el cambio verdadero será en la base de ese partido.