8 octubre,2017 11:29 am

“Puigdemont a prisión”: la mayoría silenciosa alza la voz en Cataluña

 

Barcelona, España, 8 de octubre de 2017.- A sus 63 años, Pedro se manifestó este domingo por primera vez en la calle desde la muerte del dictador Francisco Franco (1975). Y lo hizo con una bandera española y en Barcelona. “No soy muy de banderas porque creo que somos todos iguales, catalanes, pero nos sentimos obligados a llevarla porque si no, no existimos”, dijo a dpa en medio de la gran marcha celebrada contra la independencia de Cataluña.

Como él, cientos de miles de catalanes decidieron alzar la voz y dejar de ser al menos por un día esa “mayoría silenciosa” que durante los últimos años asistió con preocupación y sin estruendos a los planes del Gobierno catalán de Carles Puigdemont para romper con España. “¡Viva España!, ¡Viva el rey!”, se escuchaba en las calles de la capital catalana desde primera hora de la mañana.

Una semana después del polémico referéndum soberanista impulsado por el Ejecutivo regional y prohibido de antemano por el Tribunal Constitucional, una riada de banderas españolas y “señeras” (bandera oficial de Cataluña) inundó el centro de Barcelona. Entre gritos como “Yo soy español” o “España, unida, jamás será vencida”, el más escuchado fue “Puigdemont a prisión”.

“Es muy fuerte lo que está pasando: cientos de miles de personas están pidiendo que el presidente de su Gobierno vaya a la cárcel. Nunca se había visto algo así en España”, dijo a dpa Vicente, un manifestante catalán de 54 años.

La marcha fue encabezada por el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, el ex ministro socialista Josep Borrell, la actual ministra de Sanidad, Dolors Montserrat y otros políticos del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y del liberal Ciudadanos.

“Ahora, cuando pase Albert Rivera, gritamos ‘¡Presidente!'”, le decía un joven, Marc, a su amiga Adela en plena manifestación en alusión al presidente de Ciudadanos. “Es que somos muy ‘groupis’, nos gusta Albert porque es joven, tiene ganas de reformar el país y, además, es catalán”, explicaron con el celular preparado para sacar una foto al político, líder antiindependentista.

Desde primera hora de la mañana, vehículos con banderas españolas surcaron las calles de la capital catalana, que poco a poco fue tiñéndose de rojo y amarillo. También fueron muchos los que combinaron símbolos españoles con la “señera” y la bandera europea.

Entre la muchedumbre destacaba Álvaro de Marichalar, ex cuñado de la infanta Elena -hermana del rey español Felipe VI-, por su camiseta con la bandera de España y los escudos de los dos equipos de fútbol más importantes del país: el Real Madrid y el Barcelona.

“Esta camiseta es un símbolo de concordia”, dijo a dpa. “Pero Puigdemont tiene que ir a la cárcel porque es un golpista”, añadió.

En un ambiente festivo, muchos manifestantes destacaron la tensión “inédita” en Cataluña y el miedo latente a que la fractura en la sociedad no tenga marcha atrás. “Algunos de mis amigos se han salido del grupo de whatsapp que teníamos y en las comidas familiares no se puede hablar de política”, lamentaba una joven con un tomo de la Constitución española en la mano.

Con la esperanza de que su hijo de 17 meses crezca “en una ciudad de paz y convivencia”, Isabel hizo caso omiso a quienes le recomendaron que no saliera a manifestarse con el bebé en brazos.

“Esta semana he estado supertriste porque he discutido con amigos y compañeros de trabajo. Yo soy de izquierdas y me están llamando fascista por no ser independentista. Esto no puede seguir así, hay que hacer algo”, dijo a dpa.

Desde Twitter, el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, lanzó un mensaje de apoyo a los congregados en la plaza Urquinaona de Barcelona, en el centro de la capital catalana. Su “No estáis solos” recogía el sentimiento general de la calle. “Mira, tengo los pelos de punta, me emociona ver tanta gente. Ya era hora de que la gente tuviera valor para salir a la calle”, decía Teresa, de 51 años, quien se desplazó a Barcelona desde Viladecans.

“¡Está todo lleno, no cabemos! ¡Hoy Barcelona es la capital de España!”, gritaba con un megáfono uno de los organizadores.

Los manifestantes abuchearon a las cámaras de la televisión pública catalana (TV3), a la que acusaron de manipulación, y aplaudieron a los agentes de Policía Nacional y a la Guardia Civil española, desplegados en la marcha. “Esto es un orgullo, una satisfacción, siento ganas de llorar”, aseguraba una mujer, emocionada, mientras agitaba con ímpetu en el aire su bandera de España.

Texto: DPA

Foto: EFE