18 enero,2021 5:53 am

¿Qué refleja el manejo de las vacunas?

Jesús Mendoza Zaragoza

 

Después de más de 2 millones de muertos a causa de Covid-19 llegaron las anheladas vacunas, que ya están siendo distribuidas y aplicadas en muchos países. Nos han dicho que con la vacuna se va a aligerar el peso de la pandemia, pero no se va a resolver y, por lo que estamos viendo, esto va para largo debido a las dificultades de disponibilidad y de aplicación. El asunto de las vacunas está confirmando las mismas complicaciones que se han señalado en relación con el desarrollo de la pandemia. Continúan los prejuicios, las contradicciones económicas, las teorías de la conspiración, la manipulación política, el descuido de una buena parte de la población, el agandalle de algunos, etc.

Tomando en cuenta que las vacunas de las que se dispone actualmente tienen que seguir siendo perfeccionadas ya que no se garantiza su plena seguridad ni hay claridad aún acerca del tiempo de inmunización que generan, no tenemos más opciones que asumirlas. Aún así, ¿qué es lo que está reflejando el manejo de las vacunas que se está haciendo? Percibo algunas cosas que me parecen más relevantes.

Una. En consonancia con las grandes contradicciones del capital globalizado, las mayúsculas pérdidas económicas en la economía mundial que impacta en los bolsillos de las familias, tiene como contraparte a grandes beneficiados. En este caso, son las farmacéuticas trasnacionales las quen se han estado beneficiando de la pandemia y de sus consecuencias. Las leyes del libre mercado establecen que en las transacciones económicas haya perdedores y, por supuesto, ganadores. Eso mismo ha estado sucediendo en el ámbito de las grandes plataformas digitales, que han incrementado sus ganancias a costa de la crisis sanitaria. Según lo que el gobierno mexicano ha dicho, las farmacéuticas han impuesto cláusulas de confidencialidad en los contratos de compraventa para no revelar la información relacionada con la adquisición de la vacuna. Hay que tomar en cuenta que ha habido un amplio financiamiento público destinado a acelerar y financiar los procesos de investigación y de elaboración de las vacunas, dinero público que se queda en manos de estos imperios privados. ¿Así nomás?

Dos. El actual panorama en cuanto al acceso a la vacuna es preocupante. Los países poderosos han podido asegurarse las vacunas necesarias para su población; no así los países de economías frágiles. En el marco de los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud se ha creado la iniciativa COVAX (Covid-19 Vaccines Global Acces), que reúne a gobiernos, organizaciones de salud globales, fabricantes, científicos, sector privado, sociedad civil y filantropía, con el objetivo de brindar acceso innovador y equitativo a los diagnósticos, tratamientos y vacunas de Covid-19, pero pareciera que este esfuerzo global no tiene la fortaleza necesaria para facilitar el acceso universal a la vacuna. Este hecho refleja una serie de contradicciones globales y una gran dificultad para lograr acuerdos en favor de la salud. Son las mismas inercias que se manifiestan en otros casos, para atender conflictos internacionales y temas como la migración y el calentamiento global. Los poderosos siguen vetando el desarrollo sostenible, la paz y, en este caso, la salud de los pueblos. En este sentido, hay quienes expresan la necesidad de reformas profundas a la Organización de las Naciones Unidas y de otros organismos multilaterales para avanzar en los esfuerzos por una justa convivencia internacional.

Tres. A los gobiernos y a los demás actores políticos les toca, por función, la gestión de las respuestas locales y globales a la pandemia. Les toca ahora hacer la gestión, las compras, la distribución y la aplicación de la vacuna. A ellos les toca tomar las grandes decisiones destinadas a cuidar la salud de las personas y de los pueblos. Es una difícil tarea en este contexto tan sensible. Hemos visto que se han dado por todas partes protestas e inconformidades ante los protocolos y medidas de seguridad sanitaria. El problema se manifiesta cuando esas decisiones políticas se distancian del bien común y se privilegian intereses facciosos. Una muestra de la politización del tema de la salud está en la difícil relación del gobierno federal con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y con la recién nacida Alianza Federalista.

En México estamos en la antesala de un proceso electoral que, a mi juicio, es de muy alto riesgo sanitario y, desde mi punto de vista, ha habido mucha condescendencia y permisividad de parte de las autoridades hacia los actores políticos (partidos, precandidatos, aspirantes, etc.). Estamos viendo concentraciones de gente alrededor de los aspirantes a puestos de elección popular que, posiblemente, tenga como consecuencia la prolongación de la pandemia. La estricta exigencia que se hace a las actividades económicas, sociales, educativas y religiosas en cuanto a protocolos sanitarios, tendría que hacerse en torno a las actividades políticas. Por otra parte, ha habido intentos para politizar el inmenso dolor causado por la pandemia y lo más probable es que en la próxima contienda electoral se convierta en un tema manejado con fines facciosos, lo cual complicaría las cosas.

Cuatro. Las conductas sociales e individuales también han sido problemáticas a lo largo de la pandemia y lo seguirán siendo en el tema de la vacuna. Ya lo hemos estado viendo en el agandalle de individuos que no han respetado los lineamientos oficiales para tener acceso a las vacunas. Esta conducta es parte de esa carencia social de la falta de respeto a la ley que tanto daño nos está haciendo. Por otra parte, pareciera que el hecho de la muerte por Covid-19 se ha trivializado, así como se han trivializado las crecientes cifras de muertos en el contexto de la violencia que ha estado destrozando al país. Pareciera que, con los más de 140 mil muertos hasta ahora, ya asumimos el riesgo de muertes evitables como consecuencia de la falta de cuidado o de la irresponsabilidad. Por otra parte, también se están haciendo presentes las teorías de la conspiración relacionadas con la vacuna, rechazándola como tal y sembrando la desconfianza hacia la misma. Estas teorías se generan ante el sentimiento de amenaza como una respuesta que busca un culpable real o imaginario.

La cuestión que planteaba arriba se centra en una consideración sobre la actitud ante la vacuna como herramienta de inmunización universal y de mejoramiento de las condiciones de vida para todos. ¿Qué estamos reflejando? Que aún tenemos que hacer un largo camino, pero en la dirección correcta, para un estilo de vida diferente y para las relaciones globales más justas en el ámbito internacional. Tenemos que entender que el ser humano no es un medio sino es el fin de todo lo que hacemos. La política, la economía, la religión, la educación, todo tiene que centrarse en la persona humana y en las relaciones de fraternidad universal. Mientras que vivamos utilizándonos unos a los otros no tendremos condiciones ni para la salud ni para la paz ni para el desarrollo. Ni para vivir como seres humanos.