Llama a no acostumbrarnos a estos hechos porque detrás de cada víctima hay historias y rostros destruidos, y que a los victimarios se les haga ver la crueldad y el dolor causado porque nadie puede sentirse orgulloso del daño a un pequeño y a una mujer embarazada.
Acapulco, Guerrero, 8 de diciembre de 2019. El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, dijo que los hechos violentos, como el ataque a una familia ocurrido anoche, roban la paz y la tranquilidad, y llamó a la ciudadanía a rechazar estas acciones.
Llama a no acostumbrarnos a estos hechos porque detrás de cada víctima hay historias y rostros destruidos, y que a los victimarios se les haga ver la crueldad y el dolor causado porque nadie puede sentirse orgulloso del daño a un pequeño y a una mujer embarazada.
Anoche un hombre murió y dos mujeres fueron heridas en un ataque dentro de una casa en la colonia Miguel de la Madrid, y en su conferencia dominical el prelado católico exhortó a los que tienen a cargo el bien común a hacer trabajo de prevención, no dejar los hechos impunes y que se actúe con inteligencia.
El arzobispo también opinó que la presencia de policías y revisiones son medios necesarios para detener el cobro de piso y las extorsiones, pero no bastan, y reiteró que la contribución fundamental se da desde los medios de formación de conciencia, como la familia y la escuela.
Agregó que espera que las autoridades puedan encontrar estrategias en las mesas de coordinación para la construcción de la paz para liberar a la ciudadanía de lo que la sangra económica y anímicamente, en referencia a los homicidios y extorsiones.
Por otra parte, de los soldados de la Guardia Nacional retenidos en Tecoanapa para exigir la liberación de integrantes de la UPOEG, el arzobispo dijo que le da tranquilidad que fueran liberados y coincidió con el gobernador Héctor Astudillo Flores en que no se negocia con la ley para normar y cuidar la paz, y llamó nuevamente a entablar el diálogo ante cualquier conflicto.
Ante la conmemoración del Día Internacional de las Montañas, el arzobispo convocó a no sólo cuidarlas sino también a los pueblos que habitan en ellas.
Agregó que hay personas que no han sido desplazadas por la violencia sino también por la falta de alimento, llamó a ayudar a los pueblos con creatividad, y que se les ofrezcan trabajos temporales con los que puedan subsistir con cultivos de cosecha rápida.
Texto: Mariana Labastida / Foto: Jesús Trigo
