Chilapa, Guerrero, 23 de enero de 2022. La Suprema Corte de Justicia de la Nación o quien legalice el aborto no es Dios y no tiene la calidad humana ni moral para decidir si se mata o no a una persona, expresó el obispo Salvador Rangel esta tarde en Chilapa.
En declaraciones en la catedral de esta ciudad, el obispo se refirió a la postura del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) que llamó al Congreso de Guerrero a analizar la iniciativa para despenalizar la interrupción del embarazo durante las primeras 12 semanas de gestación.
“Se denominan mujeres católicas a favor del aborto, pero les hace falta profundizar la teología, la palabra de Dios donde mandata no matar”, dijo.
“El derecho personal termina donde empiezan los derechos de la otra persona y científicamente una criatura en el vientre de su madre, el tiempo que tenga, ya es una persona distinta”, añadió.
Se le preguntó su opinión sobre la causal ya legalizada para detener un embarazo que es por violación sexual, y dijo: “Aunque sea fruto de una violación, es una vida, las violaciones vienen por otras circunstancias sociales como la inseguridad, inexperiencia o abuso de poder, pero son cuestiones sociales que no justifican el asesinato o la perdida de una vida”.
“¿Quién legaliza? será la Suprema Corte de Justicia o quien sea, pero acuérdense que arriba nosotros tenemos un Dios. La Suprema Corte no es Dios y no tiene la calidad humana ni moral para decidir si se mata o no a una persona”, señaló.
Texto y foto: Luis Daniel Nava
