25 febrero,2023 12:29 pm

¿Quiénes trabajaron cerca de García Luna?

Desde Wilfrido Robledo Madrid, pasando por Cárdenas Palomino, Eduardo Pequeño y Tomás Zerón, la red del ex secretario de Seguridad es señalada por presuntos actos delictivos

Ciudad de México, 25 de febrero de 2023. Genaro García Luna prestó sus servicios en el CISEN durante una década antes de incorporarse a la Policía Federal Preventiva (PFP), en 1999. En el sexenio de Vicente Fox fue un alto mando de la extinta AFI, y luego Secretario de Seguridad Pública del ex Presidente Felipe Calderón. Estas son algunas de las personas con las que trabajó a lo largo de todo ese tiempo.

Wilfrido Robledo Madrid

Cuando García Luna fue reclutado en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) para el área de inteligencia en “terrorismo y contraterrorismo” para el combate a grupos guerrilleros, trabajó mano a mano con Wilfrido Robledo Madrid, su padrino.

Robledo Madrid comenzó su carrera policial en 1983 en Tabasco, donde se desempeñó como director de Seguridad Pública de 1982 a 1988, durante el gobierno de Enrique González Pedrero.

En 2005, Robledo fue comisionado de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) en el gobierno de Enrique Peña Nieto en el Estado de México. Fue señalado como la mente detrás de la masacre de San Salvador Atenco.

De 1990 a 1999, la Marina lo comisionó como su enlace en el Cisen, donde fungió como director de Protección.

Falleció el pasado 19 de febrero de 2022 a los 75 años.

Luis Cárdenas Palomino

Al frente de Agencia Federal de Investigación (AFI), García Luna prometió que acabaría con la corrupción en la corporación federal e hizo una limpieza profunda de agentes para reclutar a elementos jóvenes.

Sin embargo, también trajo consigo personas en las que confiaba plenamente y con quienes ya había trabajado en el Cisen, como Luis Eduardo Cárdenas Palomino.

Cárdenas Palomino ingresó al Cisen en 1989, y en 1993 fue designado para dirigir el primer grupo operativo del Centro Nacional de Control de Drogas de la Procuraduría General de la República (PGR).

En 1996, fue el primer jefe del Grupo de Secuestros de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR.

En el 2000, fue nombrado director general adjunto de la Policía Judicial Federal, contribuyendo al origen de la AFI.

El 5 de julio de 2021 fue detenido por la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos (FEMDH) como probable responsable de la comisión de tortura en contra del presunto grupo criminal de secuestradores “Los Zodiaco”.

Ramón Eduardo Pequeño

Ramón Eduardo Pequeño García, investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, fue nombrado por García Luna como jefe de la División Antidrogas de la Policía Federal para el combate a los cárteles y el tráfico de drogas durante el sexenio de Felipe Calderón.

En la administración de Peña Nieto, Pequeño fue jefe de la División de Inteligencia y, precisamente, él era el encargado del monitoreo de la celda de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, cuando el narcotraficante se fugó en 2015.

Tomás Zerón

Tomás Zerón de Lucio conoció a García Luna cuando estuvo a cargo del Control policial de la Policía Federal Preventiva (PFP), en la Secretaría de Seguridad Pública en el 2007, y posteriormente ingresó como coordinador de Investigación y Análisis a la Procuraduría de Justicia del Estado de México.

En 2013, se convirtió en director en jefe de la AIC por asignación directa del ex procurador federal Jesús Murillo Karam, y renunció tres años más tarde. Horas después, el propio Enrique Peña Nieto lo designó como secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional.

Tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, en 2014, Zerón fue el principal encargado de la investigación del caso.

Actualmente, se encuentra en proceso de extradición de Israel a México.

Maribel Cervantes

Entre los personajes que García Luna llevó consigo a la AFI también estuvo Maribel Cervantes Guerrero, ex comisionada de la Policía Federal y ex secretaria de Seguridad del Estado de México, también investigada por la UIF de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Cervantes incursionó en el Cisen en 1997, hasta que tres años después pasó a formar parte de la Secretaría Técnica de la Coordinación de Inteligencia para la Prevención en la Policía Federal Preventiva.

Entre 2004 y 2006 se distanció de García Luna para trabajar como subdirectora de Asuntos Extranjeros, como parte del programa de contraterrorismo y contrainteligencia del Cisen.

Al siguiente año se volvió a encontrar con el “super policía” en la Coordinación de la Unidad de Desarrollo de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.

Domingo González Díaz fue otro de los personajes que trabajó con García Luna en el AFI. Fue director del Centro de Mando de Operaciones Especiales de la agencia.

En el juicio contra el “super policía” en Nueva York, Sergio Villareal “El Grande” relató que el Comandante Domingo detuvo y ejecutó junto con el cártel de Sinaloa a uno de los miembros de Los Zetas que pelearían la plaza en Ixtapa Zihuatanejo, en Guerrero.

En 2004 Gonzáles se dio a la fuga luego de ser acusado por la PGR de ser uno de los protectores del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”.

Además de García Luna, uno de los superiores del Comandante Domingo fue Javier Garza Palacios, uno de “Los 7 Jinetes del Apocalipsis”.

Los 7 jinetes del Apocalipsis

El 15 de diciembre de 2022, el entonces subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, reveló que los integrantes del grupo que García logró compactar desde el Cisen hacia la AFI en 2001 se hacían “Los 12 Apóstoles”, hasta su llegada a la SSP, en 2006, cuando se hicieron llamar “Los 7 Jinetes del Apocalipsis”.

Facundo Rosas

Facundo Rosas, uno de los “jinetes” de García Luna, llegó al Cisen en 1989 y no se movió de ahí hasta una década más tarde, cuando se convirtió en director general de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva.

Entre 2001 y 2007, fue director de Análisis Táctico en la AFI, y para 2008 se convirtió en subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.

Durante un corto periodo de tiempo, entre diciembre de 2008 y junio de 2009, ocupó el cargo de subsecretario de Prevención Vinculación y Derechos Humanos en la Secretaría de Seguridad Pública Federal.

En los años posteriores sería acusado de una serie de eventos violentos y un día atropellaría a una mujer de 84 años en Xochimilco.

Algunos de los otros “jinetes” de García Luna fueron Armando Espinosa de Benito, un alto funcionario de la Policía Federal acusado de recibir sobornos del crimen organizado, así como Édgar Eusebio Millán Gómez, director de secuestros de la Dirección de Investigación Policial en el AFI, que fue asesinado en 2008 al interior de su domicilio por sicarios de los hermanos Beltrán Leyva.

Entre otros nombres también resalta el papel que ocupó Lizeth Parra Salazar, Directora General de Planeación Policial de la AFI. Es señalada como la sombra de García Luna durante el sexenio de Calderón, y posteriormente apareció como analista política de Noticieros Televisa.

Las cuentas pendientes de García Luna

Después de tres días de deliberaciones, el martes 21 de febrero los integrantes de un jurado de la Corte del Distrito Este de Nueva York declararon culpable al ex Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, de haber cometido cinco delitos, cuatro de ellos de narcotráfico al haber dado protección durante dos décadas al Cártel de Sinaloa.

El ex funcionario intentó infructuosamente convencer al jurado de su inocencia y por eso renunció a negociar con la Fiscalía una aceptación de culpabilidad que le hubiera garantizado una pena menor a la que ahora enfrentará que va de un mínimo de 20 años a un máximo de cadena perpetua.

El juez Brian Cogan anunció que el próximo 27 de junio dará a conocer la sentencia, es decir, cuántos años deberá pasar García Luna en la cárcel por los delitos de conspiración para poseer, importar y distribuir cocaína, así como por pertenecer a una empresa criminal, en este caso el Cártel de Sinaloa, y por haberle mentido a las autoridades migratorias.

César de Castro, el abogado que encabeza la defensa, adelantó que presentará una apelación debido a que considera que el caso carece de pruebas creíbles y fiables. “El Gobierno se tuvo que conformar con un caso sustentado en algunos de los delincuentes más notorios y despiadados que han testificado en este tribunal. Estados Unidos no tenía pruebas fehacientes para corroborar sus testigos”, dijo tras conocer el veredicto. El juez Cogan le dio hasta el 7 de abril para presentar la promoción.

La apelación no es el único pendiente que tiene García Luna, quien está recluido en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, pues también enfrenta en Miami, Florida, una demanda de carácter civil presentada por el Gobierno mexicano que le reclama 745.9 millones de dólares presuntamente producto de actos de corrupción.

La acusación presume que esa fortuna la amasó el ex funcionario a través de una red de socios y empresas que obtuvo 30 contratos para proveer distintos sistemas de seguridad a la Policía Federal, al Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, al Cisen y a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

Esos contratos comenzaron a otorgarse en 2009, cuando García Luna era Secretario de Seguridad Pública, y continuaron hasta abril de 2018, cuando el ex funcionario ya se había instalado en Miami dispuesto a vivir cómodamente.

“Durante el tiempo que Genaro García Luna ejerció su cargo como secretario de Seguridad Pública del Gobierno federal y posteriormente a ello, tejió una red de corrupción y lavado de dinero para beneficio personal y de sus socios cercanos”, aseguró el pasado 9 de febrero Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

Además de García Luna fueron acusados su esposa Linda Cristina Pereyra; el ex subsecretario de Tecnologías de la Información de la Secretaría de Seguridad Pública, José Francisco Niembro González, la cónyuge de este último, Martha Virginia Nieto Guerrero; así como los empresarios Mauricio Samuel Weinberg López, Jonathan Alexis Weinberg Pinto, Sylvia Donna Pinto de Weinberg y Natan Wancier Taub.

El ex mando policiaco tiene además tres órdenes de aprehensión vigentes en México, una por enriquecimiento ilícito por un monto de 27 millones de pesos, la cual fue reactivada el pasado 30 de enero por orden de un tribunal colegiado; una más por tráfico de armas, ya que presuntamente permitió la implementación del operativo “Rápido y Furioso” y, la tercera, por haber otorgado concesiones de penales federales en condiciones de desventaja para el Estado.

El operativo que catapultó a García Luna

Al entonces presidente electo Felipe Calderón lo “apantalló” un operativo exitoso, que encabezó en una playa de Puerto Vallarta Genaro García Luna, para atajar un atentado contra un Príncipe árabe que pretendía perpetrar una célula de Al-Qaeda.

De acuerdo con el testimonio de un funcionario que formó parte del Gobierno de Calderón, ese operativo fue el resorte que catapultó a García Luna, que entonces estaba al frente de la Agencia Federal de Investigación (AFI).

“Ese operativo fue determinante para atrapar a una célula de Al-Qaeda en Vallarta que quería matar a un Príncipe árabe”, refirió la fuente consultada. “Ese operativo apantalló al Presidente”.

A partir de entonces, despuntó una carrera fulgurante de García Luna que a la postre terminaría encumbrado por el círculo de los más allegados a Felipe Calderón en Los Pinos.

Genaro García fue arropado por el entonces Jefe de la Oficina de la Presidencia, Juan Camilo Mouriño; por los que luego se convirtieron en portavoces, Alejandra Sota y Maximiliano Cortázar; por el entonces secretario particular de Calderón, César Nava; y por Gerardo Ruiz Mateos, que se hizo después de la Oficina de la Presidencia, “el núcleo, se les decía, de Los Pinos”.

La figura de García Luna en un principio, cuando comenzó la gestión de Calderón, causó algún desconcierto en la Defensa Nacional y en la Marina, según el testimonio recogido.

“Luego los militares lo aceptaron, aunque luego se pelearan, pero eso ya es otra cosa”, detalló.

Genaro García Luna se convertiría en un súper Secretario y en un hombre de todas las confianzas del Presidente Calderón Hinojosa, al que terminaría por arrastrarlo después de haber sido hallado culpable de brindar protección al Cártel de Sinaloa como virtual alfil de Joaquín “El Chapo Guzmán”.

“Jamás negocié, ni pacté con criminales (…) Esta resolución no demerita la lucha valiente de miles de policías, soldados, marinos, fiscales, jueces y servidores públicos de bien que defendieron a las familias mexicanas de la delincuencia”, se defendió Calderón después de que se conociera el fallo del jurado en la Corte de Brooklyn.

Texto: Liliana Castillo Rivero / Agencia Reforma