29 enero,2022 5:25 am

Quirino se va a España, pero deja pendientes en México

De Norte a Sur 

Silber Meza

 

El gobierno de Quirino Ordaz Coppel se caracterizó por ser un incondicional del gobierno de Enrique Peña Nieto, y después un incondicional del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Aunque pareciera que son dos gobiernos totalmente distintos, el exgobernador de Sinaloa tuvo la habilidad de acoplarse a ambas administraciones. La clave la podemos hallar en una política de cero confrontación con ambos presidentes.

Ordaz Coppel es un hombre que hizo su carrera política entre Sinaloa y el Estado de México, muy cercano a los grupos de la política caciquil mexiquense, pero siempre asumiendo un papel técnico en materia financiera. Así fue hasta que en 2015 ganó la diputación federal por el Partido Verde, entonces aliado del PRI y del presidente Peña Nieto. Triunfó en el distrito 8, en su tierra Mazatlán. Fue una sorpresa, porque el puerto tenía una presencia fuerte del panismo y porque el ahora embajador de México en España era poco conocido en la zona y, sobre todo, poco carismático.

Llegado el momento de elegir al candidato a gobernador de Sinaloa, el nombre de Quirino no aparecía por ningún lado. Ordaz Coppel se supo mover con astucia en las más altas esferas de la política y aprovechó la confrontación interna por el poder: se apalancó en la falta de acuerdos entre los precandidatos para colocar su nombre como una opción que lograría unir a los grupos rivales.

Así fue como obtuvo la candidatura a gobernador y en 2016 logró imponerse ante un candidato del PAN, Martín Heredia, que no logró despertar el entusiasmo del electorado.

Asumió la gubernatura con poca notoriedad pública, más bien con un alto grado de timidez. Le precedía el gobierno del priista convertido a panista Mario López Valdez, una administración con escándalos de cercanía con grupos delictivos, y eso le colmaba de inquietud y de cierta paranoia. Pero eso duró poco menos de un año, finalmente se acomodó en la silla y empezó a controlar el gobierno.

Y sí, en realidad fue un gobernante muy controlador. Es conocido que llegaba a revisar obras públicas sin previo aviso, que mandaba mensajes a sus secretarios de gobierno en horarios inconvenientes para saber si estaban al pendiente, y que checaba con lupa el gasto y presupuesto público. Daba la impresión de que no había un centavo que estuviera lejos del ojo del gobernador, independientemente del uso que a éste se le diera.

Ordaz Coppel viene de una familia de hoteleros, su padre fundó la cadena Hoteles Palace y fue alcalde de Mazatlán. Primos y familiares Coppel también se han dedicado a la hotelería y han extendido sus inmuebles a diferentes partes del país.

Al tomar las riendas de su administración, Quirino se encargó de potenciar el puerto turístico, invirtiendo altas cantidades de presupuesto público en la llamada “perla del Pacífico”, al grado de que descuidó otras ciudades, como Culiacán, la capital del estado.

Como si de un mantra se tratara, Quirino se propuso convertir a Mazatlán en un polo turístico de alto nivel, y vale decir que sí lo hizo avanzar de forma notoria. Mazatlán ahora vive un crecimiento hotelero e inmobiliario no visto en las últimas décadas. Curiosamente, entre más se beneficiaba el puerto turístico, más se beneficiaban sus hoteles y negocios, así como los de su familia.

Y aunque se fue con excelentes relaciones con el presidente López Obrador y con Rubén Rocha Moya –el gobernador entrante de Morena que en algún momento trabajó para él como su jefe de asesores–, la sociedad aún le recuerda una lista de pendientes.

Hilaré aquí sólo 11, me faltarán muchos más: 1) Ignoró el conflicto de desapariciones en su gobierno, y al contrario, las privaciones ilegales aumentaron. 2) Revivió una constructora de gobierno con altos niveles de opacidad a la que le transfirió más de mil millones de pesos. 3) Remodeló una avenida en Mazatlán con la que benefició a sus hoteles. 4) Gastó más de mil millones en publicidad oficial para encumbrar su imagen pública. 5) Sostuvo una oposición total al matrimonio igualitario. 6) Realizó vuelos excesivos con la flotilla oficial de aeronaves. 7) Apoyó la impunidad deliberada sobre la corrupción en el sexenio de Mario López Valdez, Malova. 8) Neutralizó el Sistema Estatal Anticorrupción. 9) Pagó por adelantado a constructores favoritos aún sin que terminaran las obras. 10) Remodeló con dinero público estadios deportivos para favorecer a buena parte de la élite empresarial de Sinaloa y de México. 11) Ignoró toda responsabilidad cuando el Cártel de Sinaloa salió a incendiar la ciudad durante el culiacanazo, cuando el crimen organizado impidió que las autoridades aprehendieran a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo.

Ese es Quirino Ordaz Coppel, el nuevo embajador de México en España.