30 junio,2018 7:03 am

Raquítico, el gasto que destina México al cuidado de sus niños y sus ancianos: OIT

Texto: Dulce Soto/ Agencia Reforma/ Foto: Agencia Reforma
Ciudad de México, 30 de junio de 2018. México gasta menos del 1 por ciento del PIB en políticas públicas de cuidado, cuando en países como Dinamarca y Suecia se invierte más del 8 por ciento, señaló un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Estas políticas de cuidado incluyen el gasto destinado a educación preprimaria, a servicios de cuidado a largo plazo y a licencias por maternidad, discapacidad, enfermedad y lesión laboral.
De acuerdo con el informe Care work and care jobs for the future of decent work, México gasta, en promedio, 0.47 por ciento del PIB en educación preescolar y 0.98 por ciento en atención a ancianos.
La falta de inversión en estos rubros ha causado un déficit en la prestación de servicios de atención y cuidado para niños menores de 15 años, adultos mayores y personas con discapacidad o enfermas, advirtió el organismo.
Las mujeres, principalmente, han tenido que dedicarse al trabajo de cuidados no remunerado para suplir esa carencia de atención, lo que les impide incorporarse, permanecer y progresar en la fuerza laboral, planteó el informe.
En la actualidad, el 50.5 por ciento de las mexicanas que realiza trabajo de cuidados sin pago se encuentra fuera de la fuerza laboral, frente al 8.4 por ciento de los hombres que cumplen la misma labor.
Sólo el 47.4 por ciento de estas mujeres tiene un empleo, en contraste con el 88.4 por ciento de los hombres que sí está empleado.
La brecha se agudiza en las zonas rurales, donde el 65.2 por ciento de las mujeres que hacen trabajo de cuidados no remunerado está fuera de la fuerza laboral.
A nivel nacional, del total de mujeres que está en edad de trabajar, el 67.3 por ciento declaró que no había podido hacerlo por tener que cuidar a niños escolares, a familiares enfermos o con discapacidad, sin recibir pago por esa labor.
En contraste, apenas el 9.4 por ciento de los hombres dijo que no formaba parte de la población activa por el mismo motivo.
En tanto, de las mujeres que realizan trabajo de cuidado remunerado, el 44 por ciento labora de manera informal, así como el 98 por ciento de las empleadas domésticas.
Esto provoca que las cuidadoras y trabajadoras del hogar reciban salarios bajos, que no aporten a la seguridad social ni tengan derecho a incapacidades laborales.
Para revertir esta desigualdad de género y evitar una crisis en los servicios de cuidado para 2030, cuando se estima que en México el 30.1 por ciento de los niños de 0 a 14 años y el 4 por ciento de los adultos sea dependiente del cuidado de una persona, se requiere invertir más en educación y salud.
De acuerdo con el informe, el país debería destinar en total entre el 12.6 y el 14.5 por ciento de su PIB a ambos sectores.
Esta inversión permitiría crear hasta un millón 502 mil nuevos trabajos en el sector salud; dos millones 355 mil empleos en el área de cuidados a largo plazo y cuatro millones 397 mil puestos en el trabajo de cuidado en educación.