9 abril,2022 10:46 am

Recuerdan la vida y trayectoria del buzo “Perro Largo”, un referente de la época dorada de Acapulco

 

Acapulco, Guerrero, 9 de abril de 2022. Más de un centenar de personas se reunieron el viernes en el Paseo del Pescador para rendirle un homenaje al extinto Hilario Martínez Valdivia, Perro Largo, uno de los íconos de la época dorada de Acapulco.

El consentido de Dios en las profundidades del mar fue el nombre del evento organizado por el periodista y promotor cultural Víctor Jiménez Mora.

Poco antes de las 7 de la noche, la viuda del buzo, Robin Sidney, develó una serie de mamparas distribuidas sobre el paseo con imágenes y textos que mostraron algunos aspectos de la vida de quien fue un incansable promotor del puerto, que falleció en 2002.

“Aquí está el dios de mar”, dijo emocionada, “y si bien físicamente no está, está con nosotros en este Acapulco que él amaba.

“Este homenaje que le hacen es muy justo y sé que de alguna manera está siempre vivo”, añadió ante amigos y familiares, entre ellos sus hijos Domingo y Alejandro.

Así, la gente pudo apreciar en las 11 mamparas colocadas aspectos personales de Perro Largo, nacido en 1928, y que van desde sus orígenes en el barrio de La Candelaria y de cuando sacaba monedas del mar hasta sus días como instructor de buceo de grandes personajes como los hermanos Robert, Edward y John F. Kennedy, los actores Gary Cooper, Johnny Weissmuller –el primer Tarzán del cine–, John Wayne, así como el príncipe Bernardo e Irene de Holanda y los ex presidentes mexicanos Adolfo López Mateos, Díaz Ordaz y José López Portillo.

Del mismo modo, son presentadas algunas anécdotas como la de ser sobreviviente del naufragio de La Barca de Oro, una embarcación en ruta a una expedición a Guaymas, Sonora.

Destaca una en especial que está dedicada a un hecho triste y conocido del Acapulco de aquellos años: el rescate de una acaudalada pareja norteamericana asesinada y arrojada al mar.

El caso ocurrió en 1957, cuando una pareja hospedada en el hotel Las Hamacas fue reportada como desaparecida.

Luego de las investigaciones se supo que sus cuerpos fueron arrojados al mar por sus asesinos y en primera instancia fue otro personaje también icónico del puerto, Apolonio Castillo, quien trató de recuperar los cuerpos, pero no lo logró. A la postre fallecería por el intento.

Sería Perro Largo quien haría el trabajo de recuperación.

El resto de las mamparas ilustran su vida en Acapulco, lo mismo a lado de sus amigos de la época así como en compañía de la familia formada con su esposa Robin Sidney, quien lo impulsó a poner su propia escuela de buceo, en 1968.

De hecho, también se muestran algunas escenas del documental Vuelve a la vida, de Carlos Hagerman, que realizado en 2010, plantea la historia de amor del buzo y su esposa, una hermosa y joven mujer neoyorquina que, enamorada, se mudó al puerto de Acapulco con su pequeño hijo, donde conoció a Perro Largo.

En su oportunidad, el titular de la Secretaría de Turismo de Guerrero, Santos Ramírez, destacó también esta historia de amor, señalando que ese tipo de historias fueron fundacionales para aquél Acapulco.

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano