6 noviembre,2023 7:31 am

Recuperan feminismo liberador de los 70

 

Ciudad de México, 6 de noviembre de 2023.-

Si hubiera que poner un inicio sería a finales de 1971, en la UNAM. Susan Sontag, feminista y filósofa estadounidense, daba una conferencia: La relación de poder no se da solamente entre explotados y explotadores en la fábrica, sino también entre hombre y mujer en la alcoba. Lo personal es político, concluía.
Y Marta Lamas, de entonces 24 años, y un grupo de mujeres impresionadas por la revelación fueron detrás de ella, mientras Marta Acevedo, pionera del feminismo mexicano, las alcanzaba con una libreta: “¿Quieres asistir a una reunión feminista? Apúntate”.
Lamas y Ana Sofía Rodríguez Everaert, historiadora y feminista, publican ahora Lo personal es político. Una compilación de 17 textos del feminismo de los años 70 del grupo Mujeres en Acción Solidaria (MAS), adonde Lamas se anotó en 1971, que luego devino al Movimiento de Liberación de la Mujer (MLM).
De Lamas a Rosario Castellanos, de Acevedo a Alaíde Foppa, una década marcada por la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, en México, en 1975, la ilusión por el socialismo, la denuncia de la “explotación” del capitalismo. A la violencia contra la mujer entonces se le denomina opresión.
“Con el tiempo, se empieza a pensar la violencia como el problema fundamental más que a la opresión con toda la complejidad que conlleva”, dice Rodríguez Everaert, en entrevista por zoom. En la presentación del libro, la historiadora de 32 años considera que la compilación es un recordatorio de que el feminismo puede volver a ser una lucha por la liberación en un momento en el que las marchas feministas parecen haberse quedado sin agenda.
Con el avance en la despenalización del aborto, explica la autora, el feminismo hoy es muy popular, pero los grupos están desarticulados y diluidos. Unidos solamente por la denuncia contra la violencia.
“Nos hemos quedado sólo con la consigna de la violencia sin saber cómo solucionarla. La respuesta ha sido una legislación punitiva que no se preocupa por las condiciones estructurales que la generan y creo que regresar al tema de la liberación nos puede movilizar hacia agendas más abarcadoras, más transversales que realmente ataquen las causas de raíz de la opresión y de la desigualdad”, sostiene.
“Lo personal es político”, con prólogo y textos de aquellos años de Lamas, contiene la crónica de Acevedo sobre una marcha feminista de 1970 en San Francisco, California, dos textos de Carlos Monsiváis sobre el sexismo en la literatura mexicana, ensayos llenos de preguntas de Rosario Castellanos: “¿Cuánto tiempo hay que dedicar al cuidado de ese cuerpo para volverlo ‘presentable’, esa condición sin la cual es inútil aspirar a ser atractiva para un hombre, pretender ser aceptada por la sociedad?”.
Estudiante del doctorado en El Colegio de México, Rodríguez Everaert se sorprendió al leer los textos feministas de antes de que naciera y que plantean discusiones tan vigentes, como la socialización de los cuidados familiares.
“Muchas de las discusiones que se daban en ese entonces se están dando hoy y en términos muy parecidos. Me sorprendió y me gustó mucho también ver la variedad de registros, hay textos muy personales y textos muy periodísticos, muy coyunturales. Hay textos muy irónicos, con mucho humor, y eso no lo vemos o lo vemos muy, muy poco. Hay ahora unas ganas de ser muy serias, muy correctas”, dice.
El gran aporte del movimiento de liberación de la mujer no es que hubiera resuelto los problemas, sino que había planteado nuevas formas de abordar el tema, afirmaba en 1972 un grupo de mujeres nombradas “Grupo 7”. Se trata de una idea tan actual, considera Rodríguez Everaert, a pesar de los avances como la orden que el INE dio a los partidos para postular a cinco mujeres en las nueve gubernaturas en disputa en 2024.
“Creo que nos obsesionamos con la idea de que un cuerpo de mujer implica una feminista en el poder, y eso no es cierto, y nos hace renunciar a pedirle a los hombres también que están en el poder que generen políticas en pos de la igualdad de las mujeres”, señala la también editora.
Lo personal es político es un regreso al inicio de la militancia de Lamas, uno de los iconos del feminismo mexicano, luego de escuchar a Sontag y anotarse en el cuaderno. Para Rodríguez Everaert ha sido un diálogo generacional y una motivación. “Me han dado ganas de ser un poco más generosa con las feministas que nos antecedieron y con las que existen hoy y detonar diálogo, porque hay más encuentros que desencuentros”, afirma.

Texto y foto: Agencia Reforma