13 mayo,2024 6:26 am

Reestrena coreografía el TCUNAM

La República de las Letras

Humberto Musacchio

 

Reestrena coreografía el TCUNAM

El Réquiem de Mozart, una de las más complejas y bellas coreografías de Gloria Contreras, creadas para el Taller Coreográfico de la UNAM, volvió a presentarse ayer, bajo la dirección de Irina Marcano, en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario. La puesta contó con la participación del Coro Staccato, de Marco Antonio Ugalde, y de la Orquesta Juvenil de nuestra Alma mater, bajo la dirección de Christian Gohmer. Sobra decir que la obra cobró un nuevo brillo que muestra la perdurabilidad de una coreografía bien construida e interpretada con tino. Como segunda parte del programa se ofreció una coreografía, como de ballet mecánico y música creada con inteligencia artificial. Interesante, pero Mozart se cocina aparte y se le debe respetar.

 

Exposición de Aurora Reyes

En el Museo de San Carlos se exhiben más de 300 obras de la pintora Aurora Reyes (Parral 1908-DF1985), a quien los parroquianos del legendario Café París apodaban La Cachorra. José Muñoz Cota, quien la llama “Alba”, la nombró capitana de Los Pavorosos, la cofradía que con sus bromas mantenía asolados a los cafetómanos y a la que pertenecían Abelardo Ávila, Antonio Rodríguez, Pedrito Rendón y muchos más. Artista grande, aunque ciertamente olvidada, militó en el Partido Comunista, escribió poesía, vivió con una libertad que en aquellos años –los 40 y 50– era poco frecuente en las mujeres. Muñoz Cota escribió de ella: “le roba minutos al placer de vivir y abusa de su talento, le gusta escandalizar a los demás con su lenguaje, con sus observaciones cáusticas, con sus palabras malsonantes y sus confesiones de tipo erótico, pero en el fondo, muy en el fondo, es sentimental como una pequeña burguesa y auxilia y mantiene a algunos vagos disfrazados de artistas”. Toda una leyenda.

 

Muestra de Rosario Cabrera

Tal vez con menos leyenda, no con mérito inferior, también en el Museo de San Carlos se presenta una muestra con 37 piezas de la yucateca Rosario Cabrera (1901-1975), discípula de Saturnino Herrán, Leandro Izaguirre y Germán Gedovius en la Academia de San Carlos, donde obtuvo las más altas calificaciones de su generación. Un año después de terminar la escuela expuso su obra y fue elogiada por Diego Rivera. En 1924 viajó a Francia para continuar su formación y a fines de 1925 presentó una exposición indivual en la Ciudad Luz. Regreso en 1927 y poco despues fue nombrada directora de la Escuela de Pintura al Aire Libre de Coyoacán y luego ocupó el mismo puesto en la Escuela de Pintura al Aire Libre de Cholula, Puebla. A su regreso se incorporó al grupo ¡30-30!, tras de lo cual inexplicablemente dejó de pintar y se dedicó a dar clases en primarias y secundarias oficiales. En 1965 volvió a tomar los pinceles para ejecutar el cuadro Granadas.

 

Centro Cultural Macario Matus

Ubicado en Almacenes 94, en la Unidad Nonoalco Tlatelolco, el Centro Cultural Macario Matus cumple 15 años sobreviviendo sin ayuda de las autoridades. El buen Macario (Juchitán 1943-DF 2009) fue uno de los muchos jóvenes que empezó a escribir cuando la Revista Mexicana de Cultura, suplemento de El Nacional, la retomó el inolvidable Juan Rejano. Los sábados acudíamos a dejar nuestros textos y a cobrar lo publicado para luego pasar a la cantina llamada Salón Palacio, donde oficiaban la charla y encabezaban los juegos de ingenio Alfredo Cardona Peña, Otto Raúl González y, cuando estaba en México, Rodrigo Arenas Betancur (no es Betancourt). Entre los jóvenes se contaban Gonzalo Marté –aunque era mayor que nosotros–, Gerardo de la Torre, René Avilés Fabila, Manuel Blanco, Jorge Meléndez y por supuesto el querido Macario, hombre sencillo, ajeno a toda petulancia, aunque logró lo que muchos no pudieron, que fue entrevistar a personajazos como Carlos Pellicer, Rufino Tamayo o el querido Pepe Revueltas.

 

Tres libros de Humberto Sotelo

Nacido en Magdalena de Kino, Sonora, F. Humberto Sotelo M. está plenamente aclimatado en Puebla, donde ha realizado la mayor parte de su obra como científico social de la Benemérita Universidad Autónoma de esa entidad. Ahora llegaron a esta república tres libros de su autoría: uno se llama Qué hacer. Los desafíos de la 4T en Puebla, edición de 2020; otro es En torno al golpe blando (Ed. 2023), que es un análisis de los recursos que ponen en juego las derechas, como la emisión de bots difamatorios, con el apoyo y la orientación de organismos estadounidenses interesados en desestabilizar a gobiernos poco gratos al imperio. El tercero de los libros recibidos es La jaula de Bartra (Ed. 2021), que remite a obras de Roger Bartra como La jaula de la melancolía y, sobre todo, al intitulado Regreso a la jaula, donde el autor de esos libros sostiene que “el tedio y la melancolía suelen ser emociones paralelas estrechamente ligadas que en política suelen ocasionar desenlaces malignos”. El texto de Sotelo es una crítica a quien fuera uno de los teóricos del extinto Partido Comunista Mexicano y ahora es un crítico tenaz de todo lo que pueda parecer de izquierda, para lo cual participa activamente en publicaciones identificadas con el bando al que antes combatía.