Mediante entrevistas con especialistas, el historiador Pedro Salmerón Sanginés reconstruye en el programa La batalla por Tenochtitlan algunos de los pasajes que dieron pie a la caída del imperio azteca
Ciudad de México, 20 de julio de 2021. Nos han enseñado la Conquista de México, dice el historiador Pedro Salmerón Sanginés, como una de las más grandes hazañas de la historia militar, “puesto que 400 valientes y su esforzado capitán sojuzgaron a un poderoso y floreciente Imperio”.
Lo han enseñado como una victoria de la modernidad sobre el atraso; brutal genocidio y destrucción de una “alta cultura a manos de un puñado de aventureros ambiciosos”, pero también como el origen de la mexicanidad.
“Y la verdad es que ninguna de esas cosas coincide realmente con lo que ocurrió en los años de 1519, 20 y 21 en Mesoamérica. Es más, hasta el término mismo de ‘Conquista de México’ es discutible, casi inaceptable”, enuncia el historiador en el primer episodio de La Batalla por Tenochtitlan, serie documental estrenada este domingo por Capital 21, medio público de la Ciudad de México y que también está disponible en Youtube.
Inspirada en el libro homónimo de Salmerón Sanginés, la serie sigue al historiador a lo largo de diferentes regiones y charlas con interlocutores, buscando reconstruir y refutar algunos de los pasajes que allanaron la eventual caída de Tenochtitlan, con el fin de desmontar la idea del México conquistado.
Empezando por la batalla de Centla, el primer enfrentamiento entre los indígenas mesoamericanos y los soldados de Hernán Cortés.
Tras analizar junto con el biólogo Carlos Romero Gil las condiciones del pantano, donde sólo los mayas locales habrían podido moverse con facilidad, Salmerón Sanginés concluye que no se trató sino de “una pequeña acción y un mito construido posteriormente.
“Supuestamente ganan los españoles una gran victoria, una enorme victoria. Y de pronto, a los tres días, los principales de la región les dicen: ‘¿Saben qué?, ya, váyanse’. Y agarran y se van. Si hubieran ganado, dejan aquí una posición, un fuerte, algo que les permita garantizar su supuesta ganancia”, sostiene el historiador en el programa, parte de las conmemoraciones del gobierno de la Ciudad de México por los 500 años de resistencia indígena.
A decir suyo, a los españoles en realidad los echaron de Tabasco, pidiéndoles amablemente que se fueran; lo cual hicieron sin dejar nada ahí, y acompañados por las 20 esclavas para uso sexual que los caciques les entregaron, entre quienes se encontraba La Malinche.
El avance de los españoles, continúa, los llevó a Veracruz, donde permanecieron varados entre las islas de Sacrificios y San Juan de Ulúa, hasta que el “Cacique Gordo de Cempoala”, o Xicomecóatl, les tendió la mano.
“Sin él, Hernán Cortés y sus amigos no habrían tenido otra cosa que hacer que ir a rendirse a Cuba como rebeldes que eran”, afirma el historiador, pues Xicomecóatl les entregó un informe muy detallado de la situación política del Anáhuac.
Ahí, además de firmar una alianza con Cempoala y con cerca de 40 estados totonacos, Cortés empieza a fraguar la marcha hacia adelante, no sin antes fundar la Villa Rica; “un Ayuntamiento que le dé una autoridad que no tiene, o que no tenía”, apunta Salmerón Sanginés, para quien tal fundación no fue otra cosa que el establecimiento de un campamento militar que se va a ir mudando de ubicación.
“Lo que fundan es una justificación política; al fundar un Ayuntamiento, van a tener una legitimidad –o se la van a inventar– que antes no tenían. Y esa Villa Rica va a ser la base de operaciones sobre Tenochtitlan, sobre Mesoamérica”, expone.
“Durante este primer episodio, el historiador se encuentra con el investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Guy Albert André Rozat Dupeyrón, quien rechaza la idea de que haya una “visión de los vencidos”, pero sí una “invención de la antropología mexicana para apoyar una ideología de Estado en el siglo XX”.
Así como con Víctor Gutiérrez Maldonado, investigador del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), quien aborda los conflictos bélicos entre mexicas y tlaxcaltecas, y la alianza de éstos últimos con los españoles.
Este primer recorrido de Salmerón Sanginés cierra con la llegada de Cortés, junto con 8 mil aliados tlaxcaltecas y varios miles de huejotzingas, otomíes y totonacos, a Cholula, Puebla, donde “los guerreros y la élite cholulteca fue tomada a traición, y fueron asesinados de 4 a 6 mil personas”, en palabras del historiador.
La batalla por Tenochtitlan, serie documental realizada en coproducción con el Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano en la Ciudad de México (Procine), tendrá cinco episodios más, a transmitirse cada domingo a las 21:00 horas hasta el 22 de agosto, con retransmisiones los miércoles a las 18:00 horas y también se pueden ver en el canal de Youtube de la emisora capitalina.
Texto: Ricardo Israel Sánchez / Agencia Reforma
