Marcial Rodríguez Saldaña
No se cumplía el año de que ocurrió el huracán Otis –24 de octubre de 2023–, que causó devastaciones en los municipios de Acapulco y Coyuca de Benítez, cuando un nuevo huracán –John– azotó ahora gran parte del territorio de Guerrero, con lluvias intensas y continuas que provocó daños a la población en sus viviendas, inundaciones, en los servicios, en las carreteras, en las calles de las ciudades, en la actividad económica y en la educativa.
1.- El huracán Otis de nivel 5 golpeó con vientos muy fuertes, lo que desencadenó miles de personas damnificadas, la destrucción de viviendas y de la infraestructura turística, la falta de servicios de energía eléctrica, agua, y en el sector educativo la suspensión de clases.
El regreso a clases fue progresivo conforme lo iban permitiendo las condiciones, ya estábamos en un gran adelanto en la rehabilitación de instalaciones educativas, cuando de nueva cuenta llega otro huracán –John– con menos vientos fuertes, pero con lluvias torrenciales y continuas que causaron muchos destrozos, entre ellos: inundaciones, daños a viviendas, interrupción de las comunicaciones terrestres y electrónicas y suspensión de las clases.
2.- Al igual que en los días posteriores del huracán Otis, la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), con toda su estructura convocó de inmediato a una intensa campaña de recolección de víveres la cual ha tenido una gran respuesta a nivel estatal y nacional; se inició el censo por parte del Instituto Guerrerense de Infraestructura Educativa (IGIFE) para tener los datos técnicos de los daños en cada centro educativo, con el objetivo de calcular la inversión y buscar todos los apoyos para la rehabilitación; se utilizaron escuelas como albergues para atender a personas damnificadas; se han hecho jornadas de limpieza por parte de las madres, padres de familia, docentes, trabajadoras/es, de brigadistas de la Secretaría de Educación Pública –quienes vinieron desde la ciudad de México, de manera muy solidaria a ayudarnos–; y por supuesto, toda la estructura del gobierno federal y estatal en apoyo a las necesidades de los centros, con todo el respaldo de la Presidenta de la República, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y del secretario de Educación Pública Federal, Mario Delgado Carrillo; se ha instalado una mesa de emergencia a la educación en Guerrero, en la cual participan organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); la Fundación de las Naciones Unidas para la atención a la Infancia (UNICEF), quien coordina la mesa; la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y múltiples fundaciones y Asociaciones Civiles, que apoyaron a la educación en Guerrero después del huracán Otis y que ahora de manera muy solidaria han ofrecido su respaldo al sector educativo de Guerrero, en esta nueva contingencia.
3.- Desde que se supo del huracán John, se suspendieron clases de inmediato, para cuidar y salvaguardar a la comunidad educativa; con mucha sensibilidad, primero se atendió las necesidades urgentes del pueblo, por supuesto entre ellos a los del sector educativo, como el rescate de miles de personas en alto riesgo, buscarles un refugio en escuelas, apoyarlos con alimentos y víveres; luego limpieza en las escuelas hasta generar las condiciones básicas para el regreso a clases presenciales.
Como lo he expuesto, primero es proteger a la comunidad escolar, proporcionarle los servicios externos, como el acceso a los centros educativos, los servicios internos como el agua, la energía eléctrica, pero también cumplir con la responsabilidad del Estado de garantizar el derecho a la educación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes; es por ello, que una vez restablecidas las condiciones fundamentales, llamamos al regreso a clases presenciales, con la salvedad donde haya algún riesgo a la integridad, de salud, en los albergues, por falta de acceso a las escuelas o cualquier otra causa que impida las actividades académicas.
4.- Como siempre, la respuesta de docentes, directivos, madres, padres de familia, ha sido extraordinaria; es así, que el lunes 14 de octubre regresaron a clases en Guerrero el 94 por ciento de estudiantes, de los cuales el 92 por ciento lo hicieron en clases presenciales, el 2 por ciento en clase virtuales y el 6 por ciento aún está pendiente. Luego en la siguiente semana, ya para el lunes 21 de octubre, el regreso a clases en el Estado fue del 97 por ciento, del cual el 95 por ciento presencial, el 2 por ciento virtual y el 3 por ciento pendiente; en el caso de Acapulco, regresó a clases el 99 por ciento, del cual el 97 por ciento presencial, el 2 por ciento virtual y el uno por ciento pendiente.
Lo que ha hecho el gobierno, es atender los problemas que dificultan el regreso a clases presenciales, como falta de agua, de energía eléctrica, de acceso a los centros escolares, para restablecer una normalidad educativa.
Con todo lo que esté al alcance del gobierno federal y estatal, se apoyará para la rehabilitación de las escuelas afectadas por le huracán John, con el objetivo de que todas y todos los estudiantes de Guerrero regresen lo más rápido posible a clases presenciales.
Así como lo hemos hecho en otros momentos de adversidad, con la participación de madres, padres de familia, docentes, directivos, brigadistas solidarios, de organizaciones, fundaciones y asociaciones civiles nacionales e internacionales, de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, de nuestra gobernadora Evelyn Salgado Pineda y de nuestro Secretario de Educación, Mario Delgado Carrillo, el sector educativo se levantará de las inundaciones, de las ruinas de estos huracanes y florecerá la educación en Guerrero.
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