Sin embargo, debió suspender su servicio de hotel porque hasta ayer domingo no tenía luz y sus reservas de agua están por agotarse
Acapulco, Guerrero, 13 de noviembre de 2023. Al igual que muchas construcciones emblemáticas de Acapulco, el edificio Oviedo soportó –no sin daños– el impacto del huracán Otis hace quince días; vidrios rotos y algunos cuartos revueltos es mayormente el saldo.
De hecho, debió suspender su servicio de hotel porque hasta ayer domingo no tenía electricidad y sus reservas de agua están por agotarse.
Así lo confirmó Humberto, su administrador, quien en charla telefónica aceptó que Otis golpeó al edificio, principalmente en la parte frontal, que da al mar.
“Muchos vidrios, se rompieron, más que nada en los pisos que dan al mar, entre cuartos (de hotel) y despachos, principalmente vidrios de las ventanas” de cuartos de hotel y algunos despachos, agregó.
El hotel, recordó, “lo habíamos reactivado hace unos días pero nos quitaron la luz, se fue, y se acaban de ir hoy (domingo) los (visitantes) que estuvieron en estos días”.
Además, dijo, “el agua está por terminarse, creo que nos aguanta hasta hoy, nada más”, añadiendo que una vez que les repongan la luz buscarán la manera de volver a funcionar como hotel.
Tras una breve visita al lugar se observó que efectivamente, de a poco su administración hace lo que puede para limpiar el lugar, luego de que el pasado 25 de octubre, las ráfagas de viento de Otis que alcanzaron los 315 kilómetros por hora destruyeran principalmente las ventanas de los cuartos y despachos que dan hacia el malecón.
El edificio, ubicado en la esquina de la avenida Costera e Ignacio de la Llave, fue construido a partir de 1948, siendo el proyecto encargado al arquitecto Mariano Palacios.
Terminado en 1949, se consolidó como uno de puntos más importantes del puerto de la mano de sus apartamentos, el hotel, sus despachos y sus locales comerciales.
Texto y foto: Óscar Ricardo Muñoz Cano
