15 septiembre,2018 8:54 am

Resurge el Centro de Documentación del Son Jarocho, tras su reconstrucción por el sismo

Texto: Erika P. Bucio/ Agencia Reforma/ Foto: Agencia Reforma
Ciudad de México, 15 de septiembre de 2018. El Centro de Documentación del Son Jarocho (CDSJ), en Jáltipan, Veracruz, volverá a tener casa.
La propuesta del despacho RA! resultó ganadora de la convocatoria pública lanzada el 22 de abril por la cantante Natalia Lafourcade y Nido Social, asociación civil a cargo del proyecto de reconstrucción.
El sismo de septiembre de 2017 dejó en ruinas la antigua sede, donde también vivían los integrantes de Los Cojolites. Lo que permaneció en pie será demolido en noviembre para iniciar de inmediato con la edificación.
El diseño arquitectónico honra la importancia del son jarocho, a cuya recuperación han contribuido Los Cojolites, fundadores del CDSJ hace 20 años.
El nuevo edificio retoma elementos de la arquitectura tradicional, como los arcos y el patio central.
Los arcos abiertos en la entrada permiten ver lo que sucede al interior e invitan a pasar. Así lo querían Los Cojolites: un espacio de convivencia, pues el CDSJ representa un lugar de reunión de la comunidad.
“Siempre pensamos en darle identidad a esta comunidad, que pueda funcionar como un hito dentro de Jáltipan”, explica Cristóbal Ramírez de Aguilar, director y fundador del despacho junto a Santiago Sierra y Pedro Ramírez de Aguilar.
Su propuesta resultó ganadora entre más de una veintena de participantes.
El patio central es el corazón del centro, donde confluyen las actividades y brinda ventilación natural a todas las áreas. En Jáltipan el calor puede llegar hasta los 42 grados.
Contará con una tarima para el zapateado, esencial para el son jarocho, así como talleres de laudería, telar de cintura y cocina prehispánica, además de estudio de grabación, galería, cafetería y biblioteca, donde el CDSJ resguardará 4 mil libros sobre el son veracruzano.
El inmueble integrará las cuatro viviendas de Los Cojolites y cuatro cuartos para visitantes.
Jáltipan es rico en arcillas. Su nombre en náhuatl significa “lugar sobre la arena”. Los arquitectos optaron por el uso de materiales locales para aminorar costos e impacto ambiental al reducir tiempos de traslado. Se usará barro para los pisos, concreto en arcos y madera para estructuras.
Según Denisse Miranda, directora de Nido Social, se planteó que la construcción no rebase las dos plantas para evitar riesgos ante un sismo.
El proyecto contempla marcos estructurales cada 3.10 metros y se ha estudiado la mecánica de suelos.
La construcción se plantea por etapas para avanzar conforme fluyan los recursos.
Una primera etapa abarca los muros colindantes para cerrar el terreno y la parte residencial destinada a Los Cojolites; una segunda a la parte trasera del edificio, donde podrán continuar con los talleres y actividades, y la tercera, a la galería.
La inversión será de 3.3 millones de pesos, en un esfuerzo de la sociedad civil. Fue condición que ningún político metiera las manos.
Lafourcade, quien abandera el proyecto, donó 1.5 millones recaudados en sus conciertos.
“¿Qué más puedo pedirle a la vida? Si (Natalia) no tuviera un corazón tan grande y un compromiso con el arte y la cultura, eso no lo hubiera hecho nadie”, dice Ricardo Perry, fundador de Los Cojolites, y quien, bajo un techo de cemento, siguió con las clases tras el sismo.
Nido Social está por lanzar una campaña en Donadora para recaudar 600 mil pesos.
Miranda explica que al contar con la mitad del dinero se garantiza al menos la primera etapa y podrán arrancar las obras.
Se prevé que pudiera inaugurarse en 2019.
“Va a ser un punto de referencia de todo el sur de Veracruz y un renacer de nuestro pueblo, sumido en tanta oscuridad por la delincuencia y la crisis que vivimos desde hace muchos años”, dice Perry.