El recrudecimiento de las malas condiciones de los migrantes en los últimos años es tratado en la cinta del cineasta
Morelia, Michoacán, 24 de octubre de 2024. Para llegar a su película La Cocina, Alonso Ruizpalacios tuvo que esperar casi 14 años, en los que se recrudecieron las malas condiciones que enfrentan los migrantes en Estados Unidos y los contrastes sociales, temas presentes en la trama.
El texto original en que se basa es una obra de teatro de Arnold Wesker, que el cineasta detrás de las cintas Güeros y Museo primero montó en los escenarios y luego se planteó filmar.
Por el tiempo que tomó levantar el proyecto, presentado en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el mexicano premiado en Berlín y San Sebastián observó una realidad que impactó su trabajo.
“Es un proceso muy largo de reescritura, ya que estábamos ensayando y luego filmando se fue agravando la situación (migrante). Muchas de esas reflexiones las llevamos a la película, acabaron en diálogos o como una reflexión general de desesperanza”, detalló Ruizpalacios.
La Cocina, en competencia oficial de largometraje mexicano, está centrada en Pedro (Raúl Briones), un cocinero mexicano acusado de un robo, y su relación con su novia, Julia (Rooney Mara).
Briones, persona no binaria, fue parte de la versión teatral del cineasta, pero no en el rol estelar, algo que ahora agradece porque cree que le faltaba madurez, mientras que ahora pudo entregarse por completo a la pasión requerida.
“Tengo una triangulación de tres personajes interesantes: por un lado tuve que justificar la perspectiva del dueño, luego del paria fuera de la sociedad y luego a Pedro, en medio de esos dos extremos. Esta película tiene altos componentes políticos de la relación bilateral d e México y Estados Unidos. Me fracture un dedo, me contracturé el cuello, es muy amoroso entregar el cuerpo a un personaje y te explote en las manos como un petardo”, detalló la estrella de El Norte Sobre el Vacío.
Briones enfrentó un gran reto, hablar inglés en tan solo unos meses, con tal se mantenerse como el protagónico del filme.
El filme también le permitió regresar a filmar en blanco y negro a su director, como su película de hace 10 años, Güeros, tras el revelador documental Una Película de Policías.
“Si pudiera haría puras películas en blanco y negro. Fue una decisión primero instintiva, lo primero que escribí fue que la imagen es en blanco y negro. Quería que fuera atemporal, no en el sentido pomposo, sino que realmente no supieras cuándo está ocurriendo, si hace 20 o 30 años. Además es una película sobre los contrastes”, explicó.
La película, estrenada en Berlín, llegará a cines el 7 de noviembre y después, en streaming, a través de Max.
Texto: Mauricio Angel / Agencia Reforma
