Se ofreció para que los delincuentes se la llevaran a ella en lugar de un camarógrafo estadunidense durante la realización de El norte, de Gregory Nava
Ciudad de México, 17 de abril de 2020. La productora Bertha Navarro relató que fue secuestrada en México en 1983, cuando rodaba el drama migratorio El norte, de Gregory Nava.
La filmación estuvo llena de complicaciones, pero su punto más bajo fue cuando ella fue plagiada.
“Pidieron un dinero que tuvo que salir de ahí (de la producción) y luego aparecí. No hablo mucho de eso. Fue una situación dura para Greg y los norteamericanos que andaban ahí. Fue inaudito. Se habían llevado al camarógrafo gringo (Jim Glennon) y les dije (a los secuestradores): ‘Me voy yo, déjenlo a él’”, contó.
Navarro formó parte este jueves del Ciclo Conversaciones sobre Cine Mexicano, organizadas por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM.
La productora de Cronos, El espinazo del diablo y El laberinto del fauno se jactó de que el grueso de su filmografía está compuesto de cine en el que creyó ciegamente.
“Creo en la congruencia de que lo que uno piensa, lo hace. Si yo tengo una postura todo lo que haga va a tener congruencia”, aseguró.
Del cine mexicano reciente, alabó a los talentos femeninos que han surgido en toda la cadena de la realización.
Criticó, sin embargo, el que México no ha podido tender puentes con otros países de Latinoamérica, de hacer coproducciones con frecuencia.
“Hemos desperdiciado todo el mercado de habla hispana. Lo tiramos a la basura. Los nuevos retos están ahí”.
La hermana del fotógrafo Guillermo Navarro aseguró que ella ha intentado sanear ese cojera del cine nacional con proyectos como Cobrador (2006), coproducción con España, Argentina, Brasil, Reino Unido y Francia.
Trajo el filme a colación pues el miércoles murió Rubem Fonseca, el laureado escritor brasileño, autor del relato que lo inspiró.
“Me dio tanta pena su muerte”, dijo.
Texto: Mario Abner Colina / Agencia Reforma / Foto: Archivo
