16 septiembre,2022 12:56 pm

Revela ópera interés de Sor Juana por la ciencia

 

Ciudad de México, 16 de septiembre de 2022. Pensadora rebelde, curiosa y ávida de conocimiento, Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695) revela sus audacias, pero también sus dilemas, en la ópera La sed de los cometas, del compositor Antonio Juan-Marcos y con libreto de la escritora Mónica Lavín.

Esta pieza inaugurará el Festival CulturaUNAM el 30 de septiembre en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.

Un centenar de cantantes y músicos reunirá esta obra, enmarcada en sucesos, sobre todo naturales, que la autora de Primero sueño intentó entender: la erupción del Popocatépetl en su infancia, el eclipse total de sol que presenció durante su estancia en el Convento de San Jerónimo, la inundación de la Ciudad de México en 1629 y el incendio, en 1692, del Palacio de los Virreyes.

El afán de conocimiento resuena desde el mismo título, La sed de los cometas, según destaca en entrevista Lavín, cuya novela Yo, la peor, dedicada a la monja jerónima, obtuvo en 2010 el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska.

“Me interesa mucho la inquietud científica, el pensamiento renacentista de Sor Juana”, explica la escritora.

El tema de los cometas, polémico en la época, marca el comienzo de la ópera, con dirección escénica de Belén Aguilar.

Sor Juana, detalla Lavín, alabó en un poema la opinión del Padre Eusebio Francisco Kino respecto a los cometas como presagios funestos, mientras el astrónomo, filósofo e historiador Carlos de Sigüenza y Góngora, amigo de la monja, optaba por una explicación más científica que divina.

Aparentemente, la poeta comulgaba con esta última postura, pero no podía manifestarlo.

“Tenía siempre este dilema. Resulta que la prima de la Virreina María Luisa Manrique, su gran amiga y protectora, apoyó al Padre Kino y, dicen los estudiosos de Sor Juana, tuvo que escribir el poema para quedar bien con la Virreina y su prima, y estar de lado de Kino”.

Es una pugna constante en la trayectoria de Sor Juana, enfatiza Lavín.

“Escribió poemas de ocasión, ella misma lo dice, para estar bien con virreyes, obispos, arzobispos los personajes poderosos de la época. Y dice que lo único que escribió por gusto y voluntad es Primero sueño, su gran poema intelectual”.

Ni estos dilemas ni las estructuras dominantes de clase o de género callaron la voz de la poeta, que se alzó en un mundo de hombres, destaca, por su parte, Juan-Marcos.

“Es una voz que no se silencia y no se ha silenciado”, añade el compositor, cuyo apego por la literatura se hace de nuevo patente en esta ópera, pues antes trabajó con textos de Juan Rulfo u Octavio Paz.

 

Personajes clave de la ópera

El libreto de Lavín incluye cinco personajes que construyen la tensión dramática: Sor Juana (Cecilia Eguiarte, soprano), Virreina (Frida Portillo, mezzosoprano). Esclava (Araceli Pérez, contralto), De Sigüenza y Góngora (Enrique Guzmán, tenor) y Confesor (Rodrigo Urrutia, barítono).

Con ellos, la poeta mantuvo relaciones de amistad (la Virreina y con De Sigüenza y Góngora), pero también de confrontación, como ocurrió con Antonio Núñez de Miranda, el jesuita que fue su confesor.

“Y la esclava Juana de San José, que le había regalado su madre, es relevante porque era quien podía salir a la calle y le traía noticias del mundo a una Sor Juana enclaustrada en San Jerónimo”, añade Lavín.

La ópera, que será semiescenificada y estará provista de apoyos visuales, convoca también a la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata, dirigida por José Areán, y, con batuta de Rodrigo Cadet, al Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, que cumple varias funciones.

“Es un coro que a veces representa al grupo de personas afroamericanas que están en el imaginario de la esclava, como si la esclava hiciera resonar todas las voces que ella representa, al grupo de gente que representa. Pero también, a veces, representa a los grupos acusatorios e inquisitorios que culpan a Sor Juana por desbordar los marcos que le tocaban en su condición de mujer en su época”, precisa Juan-Marcos.

Cabalgando entre siglos

La sed de los cometas, señala su compositor, refrenda también la vigencia de la poeta.

“La intención era que, al hablar de Sor Juana, hablásemos de las muchas voces, de las muchas mujeres que han existido antes y después de ella y cuyas voces han sido acotadas o tratado de ser acotadas por las estructuras socioeconómicas y socioculturales en las que les toca vivir”.

Lavín coincide y señala la pertinencia de alumbrar en el presente a esta mujer que se atrevió a escribir textos incómodos para las autoridades de su época.

“Sor Juana está vigente, es contemporánea, y además éste es un libreto que no propone la división entre hombres y mujeres, sino precisamente lo que lograron Sigüenza y Góngora y Sor Juana: una amistad, una comprensión y una interlocución”.

La obra es oportuna, también, por las reflexiones que pueden detonar la condición y situación de la monja en el siglo 17, cuando se estaba perfilando una manera de mirar el mundo como mexicanos, observa Lavín.

“Ser una mujer de esa incipiente mexicanidad, como lo fue Sor Juana, va muy bien con pensar y repensar dónde estamos, de dónde venimos, a qué hemos llegado y por qué la palabra siempre nos hará libres”.

La selección de voces

Las voces de los cantantes fueron elegidas en una audición que consideró no sólo su calidad, sino también que fueran adecuadas para los personajes, explica Juan-Marcos.

“Había posibles virreinas con increíble voz, pero no con la proyección de la potencia sonora que queríamos para una virreina”, señala.

Por ejemplo, la soprano Cecilia Eguiarte, en el rol protagónico, se distingue por su expresión multifacética.

“Porque a través de Sor Juana expresamos varias capas emocionales. La más importante, la que queremos amplificar, es su capacidad de afirmar su voz en un mundo que no la quiere como alguien afirmativa, pero le damos voz a otras facetas emocionales, como la de de amistad y ternura con la virreina, o la intelectual”.

Para cada una de esas capas, Eguiarte encontró un registro específico, destaca Juan-Marcos.

Al mismo tiempo, la obra implica también un recorrido por la historia de la música, indica, específicamente con el barroco y referentes previos.

El estreno mundial de la pieza, durante la apertura de la primera edición del Festival CulturaUNAM, tendrá lugar el viernes 30 a las 19:30 horas en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.

Texto y foto: Agencia Reforma