Ciudad de México, 26 de septiembre de 2024. Con ayuda de inteligencia artificial (IA), un equipo de investigadores japoneses descubrió más de 300 nuevos geoglifos en el desierto peruano de Nasca, que se suman a las misteriosas líneas con más de 2 mil años de antigüedad ya conocidas.
“El uso de la IA en la investigación nos ha permitido mapear la distribución de los geoglifos de una manera más rápida y precisa”, aseguró el arqueólogo Masato Sakai, de la Universidad de Yamagata, al presentar los resultados del estudio en una conferencia de prensa en la embajada de Japón en Lima esta semana.
Sakai precisó que los hallazgos fueron el fruto de un trabajo de seis meses realizado en conjunto entre el Instituto Nasca de esa institución educativa japonesa e IBM Research.
“El método tradicional de estudio, que consistía en identificar visualmente los geoglifos a partir de imágenes de alta resolución de esta vasta área, era lento y conllevaba el riesgo de pasar por alto algunos de ellos”, indicó el científico, al avalar el uso de la IA como herramienta.
La investigación ha sido avalada en la comunidad científica y fue publicada el pasado lunes en Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), la prestigiosa revista de la National Academy of Sciences de Estados Unidos.
Según el artículo, “la investigación acelerada por IA permitió identificar 303 nuevos geoglifos con un trabajo de campo de seis meses”.
Entre las figuras descubiertas hay “geoglifos gigantes de tipo lineal que representan predominantemente animales silvestres”, pero también hay “pequeños” en relieve con “motivos relacionados a la actividad humana, que incluyen humanos y camélidos domesticados”.
Para descubrir estas 303 formaciones se “analizó una vasta cantidad de datos de imágenes geoespaciales producidas desde aviones para identificar áreas prioritarias de probables geoglifos para estudios de campo”, añade la investigación.
“Esto representa un aumento de 16 veces en la tasa de descubrimientos mediante el uso de la IA de IBM” y demuestra cómo esa poderosa tecnología acelera los hallazgos en ramas de conocimiento como la arqueología, destaca el artículo de la PNAS.
Texto: Agencia Reforma / Foto: DPA