26 agosto,2024 7:35 am

Reveló Zerón a Encinas cómo Peña Nieto construyó la “verdad histórica” el caso Ayotzinapa

Prófugo de la justicia refugiado en Israel, el ex director de la AIC aceptó contestar 70 preguntas enviadas en 2022 por el entonces subsecretario de Gobernación y presidente de la Covaj. En sus respuestas, desconocidas hasta ahora, no asume responsabilidad alguna pero da información clave e inédita: Peña Nieto armó la “verdad histórica” en Los Pinos con los titulares de Sedena, Semar, Segob y Cisen. La mención del ex presidente es relevante porque él ha estado ausente en la narrativa sobre Ayotzinapa, señala Kate Doyle, investigadora del National Security Archives de EU

 

Ciudad de México, a 26 de agosto de 2024.- Calculador y evasivo al extremo, Tomás Zerón de Lucio decidió entregarle a Alejandro Encinas unas cuantas piezas de información para que tuviera algo con qué responder a la urgencia del presidente Andrés Manuel López Obrador de mostrar avances en el esclarecimiento de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.

Encinas había viajado un poco antes a Israel, a mediados de febrero de 2022, para convencer a Zerón de que colaborara con la investigación y, a cambio, le había ofrecido inmunidad.

Mientras el antiguo titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) dilucidaba si aceptaba la oferta oficial o no, el subsecretario de Derechos Humanos y titular de la Comisión de la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotizanapa (Covaj) le envió un cuestionario de 70 preguntas.

El exjefe policiaco aceptó responderlas y usó la ocasión para “regalarle” a Encinas información clave e inédita hasta ahora: el presidente Enrique Peña Nieto fue el responsable de armar la “verdad histórica” en las “Juntas de Autoridades” realizadas en su oficina de Los Pinos, con la presencia de los secretarios de Defensa, Marina, Gobernación y el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

Ahí, cuenta el exdirector de la AIC, se les instruyó al procurador Jesús Murillo Karam y al propio Zerón de Lucio a salir a medios de comunicación y dar esa versión de que los 43 estudiantes habrían sido asesinados e incinerados la misma noche en el basurero de Cocula y que sus restos habrían sido lanzados, después, al río San Juan.

En las más de 18 cuartillas que contienen las respuestas a las 70 preguntas, Zerón aprovechó la oportunidad y se esmeró en presentarse como un personaje sin mayor poder, obediente y sumiso, un hombre del sistema que obedecía a sus jefes y cuya palabra no valía mucho en un mundo dominado por las torturas, los marinos, el espionaje, los policías y militares.

En sus respuestas, desconocidas hasta hoy, Zerón no acepta ninguna responsabilidad de su parte, se ve a sí mismo sólo como un “vocero”, un instrumento para dar a conocer a la sociedad la “verdad histórica”, una verdad a cuya construcción se dice ajeno, pero en ellas hace referencia a elementos hasta ahora no conocidos: el papel de la Unidad de Inteligencia Naval de la Marina, por ejemplo, o las “investigaciones paralelas” realizadas por el Ejército.

Hasta Israel, en busca de la verdad perdida

Fábrica de Periodismo obtuvo el cuestionario y sus respuestas a través de una solicitud vía la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. El documento entregado está rotulado con la leyenda “Anexo 4” y tiene por título “Cuestionario: COVAJ”.

Y en una segunda hoja, que antecede al cuerpo del cuestionario y sus respuestas, aparece una nota que da cuenta del momento en que estaban las negociaciones con Zerón y la esperanza de Encinas de que éste colaborara:

“Tomás Zerón. Se mantiene comunicación con Tomás Zerón para explorar su criterio de oportunidad por cooperación con la investigación. A la fecha dio respuesta al cuestionario que se le hizo llegar y se estableció el compromiso de acercar a sus excolaboradores”.

El cuestionario elaborado por Alejandro Encinas y su equipo está dividido en cinco secciones temáticas, de la A a la D:

A.- Relacionadas con la “verdad histórica”.

B.- Relacionadas con el Río San Juan.

C.- Relacionadas con los actos de tortura.

D.- Relacionadas con actos de encubrimiento de los hechos.

E.- Relacionadas con los actos de investigación.

El segmento más extenso es el de la “verdad histórica”. Se le dedican 27 de las 70 preguntas del cuestionario. La intención expresa de esa sección es obtener información sobre quién fue el responsable de crear la versión oficial para desviar las investigaciones y cómo se construyó, de dónde surgieron los elementos para tratar de darle sustento, cuál fue el papel de las autoridades federales en ese proceso, quién ordenó hacer las intercepciones telefónicas de integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos, dónde quedaron esas grabaciones.

El tope: el jefe de Jesús Murillo Karam

Las líneas que escribió Tomás Zerón de Lucio permiten ver algunos destellos reveladores en un caso que agoniza junto con el sexenio del presidente López Obrador.

Hasta ahora, el gobierno federal y la Fiscalía General de la República han acusado al exprocurador Jesús Murillo Karam de ser responsable de la desaparición forzada de los 43 estudiantes, de haber torturado a presuntos responsables y de haber obstruido la justicia.

Pero no han ido más allá de ese nivel de autoridad. Jamás se ha mencionado al superior inmediato de Murillo Karam, en prisión domiciliaria desde abril de este 2024.

Y la única persona que estaba por encima de Murillo Karam era el presidente Enrique Peña Nieto.

Cómodamente refugiado en Tel Aviv, y luego de haber grabado clandestinamente a Encinas en el encuentro que tuvieron en febrero de 2022 en un restaurante de esa ciudad, Zerón decidió responder tres preguntas clave sobre cómo se originó la “verdad histórica”, la construcción desde el gobierno federal que buscaba legitimar una falsa verdad, que se revistió de “acciones institucionales y estrategias de comunicación que buscaban el cierre de las investigaciones para dar un carpetazo al caso y excluían a las fuerzas armadas y a las autoridades federales”, como la definió el propio Alejandro Encinas:

–¿Quiénes diseñaron o redactaron la “verdad histórica”?

–Durante las sesiones del Gabinete de Seguridad, realizadas en la oficina de Los Pinos del Presidente de la República en el que participaron el Presidente de la República y los titulares de la Procuraduría General de la República, Secretaría de Gobernación, Secretaría de la Defensa, Secretaría de Marina, Centro de Investigación y Seguridad Nacional, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República y vocero de la Presidencia, tomaron la decisión e instruyeron al procurador general de la República para que con la información que se tenía informara sobre el destino de los estudiantes de acuerdo con las declaraciones y evidencia presentada por el Ministerio Público Federal hasta ese momento.

El término de “verdad histórica” fue adoptado por el procurador general de la República, Lic. Jesús Murillo Karam.

–¿Quién ordenó dar a conocer la versión de quema de los 43 estudiantes en el basurero de Cocula a través de los medios de comunicación?

–Durante una de las sesiones del Gabinete de Seguridad realizada en la oficina de Los Pinos del presidente de la República en el que participaron el presidente de la República, y los titulares de la Procuraduría General de la República, Secretaría de Gobernación, Secretaría de la Defensa, Secretaría de Marina, Centro de Investigación y Seguridad Nacional, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República y vocero de la Presidencia, tomaron la decisión e instruyeron al procurador general de la República para que con la información que se tenía informara de los avances en el tema de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.

–¿Algún funcionario de alto nivel lo presionó o influyó en usted para salir a los medios a informar sobre el destino de los 43 normalistas en las condiciones en que se conoció la “verdad histórica”?

–Durante una de las sesiones del Gabinete de Seguridad en el que participaban los titulares de la Procuraduría General de la República, Secretaría de Gobernación, Secretaría de la Defensa, Secretaría de Marina, Centro de Investigación y Seguridad Nacional, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República y vocero de la Presidencia, tomaron la decisión y me instruyeron para que fuera el vocero de la Procuraduría General de la República y con información proporcionada por el Ministerio Público Federal, en coordinación entre la oficina del procurador general de la República y el área de comunicación social de la Procuraduría General de la República, se realizaban los contenidos de las conferencias de prensa en donde se informaba sobre los avances en el tema de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, siendo mi función únicamente darle lectura y explicar el resultado de aquellos.

Lo que Tomás Zerón revela en el cuestionario es que la “verdad histórica” fue construida en reuniones presididas por Enrique Peña Nieto, en las que participaron los secretarios Miguel Ángel Osorio Chong, general Salvador Cienfuegos, almirante Vidal Soberón, el director del Cisen Eugenio Ímaz, el procurador Jesús Murillo Karam, así como Aurelio Nuño y Eduardo Sánchez, vocero y jefe de la Oficina de la Presidencia, respectivamente.

A la fecha no se había hablado con detalle de estas “Juntas de Autoridades”. En su Tercer Informe, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) dedica un apartado a unas juntas de autoridades, pero la referencia corresponde a otras, en las que participaban funcionarios estatales y federales de distintas dependencias.

Y en el informe final de la Comisión de la Verdad presidida por Encinas, quien renunció a su cargo un mes después de haberlo presentado, en octubre de 2023, sólo se hizo una mención en general.

“Si el presidente está en la sala, él manda”

La revelación de la existencia de estas “juntas de autoridades” realizadas en Los Pinos ha llamado la atención de especialistas que han trabajado en el tema con profundidad. Una de ellas es Kate Doyle, investigadora senior del National Security Archives (NSA), una organización dedicada a desclasificar información de agencias de inteligencia de Estados Unidos sobre casos relevantes de violaciones de derechos humanos en América Latina.

Líder del Proyecto México del NSA y autora de una serie documental sonora sobre la desaparición de los estudiantes normalistas, Kate Doyle considera que es muy importante que se haya mencionado directamente al expresidente Peña Nieto.

“No podemos concluir, así nada más, que Peña Nieto encabezó todo. No sabemos, pero es una pieza de información muy importante. Si el presidente está en la sala, el presidente manda”, dice Doyle, a quien se le compartió el cuestionario y las respuestas para su revisión.

–¿Por qué es importante que haya mencionado directamente a Enrique Peña Nieto?

–Porque Peña Nieto está ausente en la narrativa sobre Ayotzinapa –apunta Doyle–. Cuando he hablado con gente dentro y fuera del gobierno, me han dicho: “Es obvio que el presidente no quería tener este problema en su escritorio. No quería este problema en su agenda. Entonces le dijo a su mano derecha “Zerón, resuélvelo. Haz lo que tengas que hacer”. Por eso me parece significativo que el jefe de la investigacion, Tomás Zerón, se refiera a la presencia del presidente.

–La postura oficial y la investigacion se ha limitado a funcionarios como Jesús Murillo Karam y Tomás Zerón y ya. Hasta ahí se queda la responsabilidad.

–Exacto. Y decisiones de esa naturaleza eran un asunto de Estado.

–No podían tomarlas ni Murillo Karam ni Tomás Zerón por sí mismos.

–Y la Sedena. No hay que olvidar el papel que tuvo el Ejército en las investigaciones.

La Sedena “administra la información”

A Santiago Aguirre Espinosa le llaman la atención también las implicaciones de las respuestas de Tomás Zerón, en particular las que corresponden a preguntas que tratan de indagar un poco más en el papel de la Sedena, un tema sobre el cual el cuestionario enviado por Encinas no indagó mucho.

Y es que el Ejército, destaca el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, ha mostrado una permanente renuencia a entregar la información que conserva sobre la desaparición de los estudiantes, a tal grado que ha desacatado la instrucción del propio presidente López Obrador de abrir sus archivos.

Aunque extrañamente el cuestionario no abundó mucho en el tema del Ejército, las respuestas de Zerón marcan un pequeño quiebre en la forma en cómo aborda otros temas:

–¿La Sedena le informó sobre las investigaciones paralelas que llevó a cabo?

–A mí no se me informó y desconozco sobre alguna investigación paralela por parte de la Sedena. Desconozco si (se le informó) al titular de la investigación, es decir, al Ministerio Público.

–¿Durante las reuniones de la mesa de inteligencia de la Junta de Autoridades se planteó investigar la participación del Ejército?

–En las mesas en que yo participé, no tuve conocimiento de ello.

–¿La Sedena le informó de la existencia de un militar infiltrado en Ayotzinapa?

–A mí no me informaron tal situación.

Por eso, dice el defensor de derechos humanos, resulta relevante que Zerón haya manifestado por escrito una situación que habla de que el Ejército se maneja con bastante autonomía incluso del presidente de la República.

“Eso corrobora que, desde el comienzo del caso y hasta el presente, la Sedena se ha dedicado a administrar la información”, considera Aguirre, quien también revisó las preguntas y respuestas para su evaluación.

“Todavía en este sexenio, con decreto presidencial firmado que instruía a la Sedena a colaborar, intentó engañar al subsecretario Encinas al negarle que uno de los jóvenes desaparecidos (Julio César López Patolzin) era un infiltrado del Ejército en la normal de Ayotzinapa. Que Zerón diga ‘no nos lo dijeron’ me parece relevante”.

Desconozco dónde están los 43

No importa si abordan los actos de tortura, la implicación de las fuerzas armadas, el tema del basurero de Cocula, lugar en donde según la “verdad histórica” se habrían incinerado los cuerpos sin vida de los 43 jóvenes estudiantes, o el móvil que llevó a la desaparición de los normalistas, las respuestas de Tomás Zerón no sólo están impregnadas de ese lenguaje “legaloide” que busca minimizar su responsabilidad, sino que dejan también una huella de desazón.

–¿Por qué en la conferencia de prensa del 27 de enero de 2015 cambió la versión, donde usted aseguró que en el basurero fue quemado un grupo importante de estudiantes, pero sin aclarar la cantidad de normalistas?

–Ninguna versión en conferencia de prensa fue elaborada o expuesta a título personal. En mi función de “vocero” por instrucciones del procurador general de la República, informaba y daba lectura a los avances de la investigación. Jamás he dicho que en el basurero fueron quemados el total o un número exacto de los estudiantes.

–¿Cómo fue la división de grupos para la desaparición y quema de los normalistas?

–Desconozco si fueron divididos los estudiantes, ya que, como he referido, los que llevaban a cabo entrevistas, diligencias y determinaciones eran los ministerios públicos a cargo de la investigación.

–¿Qué pruebas científicas sustentan que los 43 estudiantes desaparecidos fueron quemados en el basurero de Cocula?

–Desconozco si los 43 estudiantes fueron incinerados en el basurero de Cocula. El tema del incendio fue corroborado por un grupo colegiado de 6 expertos internacionales con especialidad en incendio.

–¿Cuál fue el móvil que llevó a la desaparición de los normalistas?

–Reitero que la investigación era y es dirigida por los agentes del ministerio público, por lo que el móvil que llevó a la desaparición de los normalistas es el que obra o debe obrar en la investigación.

Y la última pregunta y su correspondiente respuesta, la número 70, dejan una impronta de frustración porque 10 años después de que esa negra cortina nocturna cayó sobre la vida de 43 jóvenes que estudiaban para ser maestros, no hay una respuesta a dónde están los desaparecidos.

–¿Dónde están los restos de los jóvenes de Ayotzinapa?

–Desconozco en dónde están los restos de los jóvenes de Ayotzinapa.

Texto: Ignacio Rodríguez Reyna y Juan Gómez / Especial de Fábrica de Periodismo*

Ilustración: Ani Cortés / El Universal

*Este es un fragmento de ‹‹Las revelaciones de Tomás Zerón a Alejandro Encinas. Ayotzinapa: así construyó Peña Nieto la “verdad histórica”››, difundido en Guerrero en alianza exclusiva con El Sur. Entra a suracapulco.mx si quieres leer el reportaje completo. Para acceder a esta y otras investigaciones, visita FábricadePeriodismo.com