30 marzo,2022 8:52 am

Rusia anuncia que reducirá “drásticamente” sus operaciones militares en Kiev y Chernígov

Ucrania ofrece al Kremlin su renuncia a ingresar a la OTAN a cambio de obtener garantías de seguridad en su territorio. Moscú abre la posibilidad de un encuentro Putin-Zelenski “al momento de firmar la paz”, según palabras del negociador ruso. Vuelven a sonar las alarmas antiaéreas en Kiev, Yitomir, Járkov, Dnipro y Poltava por la madrugada

Madrid / Estambul / Moscú, 30 de marzo de 2022. El gobierno de Rusia ha anunciado ayer que “reducirá drásticamente” sus operaciones militares contra la capital de Ucrania, Kiev, y la ciudad de Chernígov tras unas conversaciones “constructivas” con Ucrania en la ciudad turca de Estambul.

El viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, ha explicado que la decisión busca “aumentar la confianza mutua y crear las condiciones necesarias para nuevas negociaciones con el objetivo final de firmar un acuerdo” con las autoridades ucranianas.

Así, ha explicado que la decisión se debe también a que “las negociaciones sobre los preparativos para un acuerdo sobre la neutralidad y el estatus no nuclear de Ucrania, así como la entrega de garantías de seguridad a Ucrania, están avanzando hacia la práctica”.

“Partimos de la base de que las decisiones clave serán adoptadas en Kiev y que se crearán las condiciones para un mayor trabajo formal”, ha destacado Fomin, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.

Minutos antes, el jefe de la delegación rusa en las negociaciones en Estambul, Vladimir Medinski, había desvelado que Moscú adoptaría dos medidas para reducir las tensiones en Ucrania, incluida una a nivel militar que sería anunciada por Fomin.

En este sentido, Medinski recalcó que las conversaciones fueron “constructivas” y agregó que la delegación rusa ha recibido de parte de sus homólogos ucranianos “una posición claramente formulada para lograr un acuerdo”, según ha informado la agencia rusa de noticias TASS.

Las conversaciones en la ciudad turca de Estambul entre las delegaciones de Rusia y Ucrania para intentar alcanzar un acuerdo de alto el fuego sobre la guerra desatada el 24 de febrero han arrancado a primera hora de ayer, un encuentro en el que participa el millonario ruso Roman Abramovich tras las informaciones sobre su supuesto envenenamiento.

La reunión ha arrancado poco después de que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se dirigiera a los integrantes de ambas delegaciones para abogar por un alto el fuego y defendiera que un avance en este sentido allanaría el camino a un encuentro cara a cara entre los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Volodimir Zelenski, respectivamente.

Kirilo Timoshenko, ‘número dos’ de la oficina de la Presidencia ucraniana y miembro de la delegación negociadora, ha destacado antes del encuentro que Kiev insistirá en su demanda de garantías internacionales de seguridad.

El equipo de negociación ucranio del gobierno de Volodímir Zelenski ha manifestado que Ucrania sellaría su neutralidad y, por tanto, renuncia a entrar en la OTAN ―como exige el presidente Vladímir Putin― siempre que Kiev cuente con garantías de seguridad en su territorio ofrecidas por terceros países, según informa el diario El País.

Las propuestas también incluirían un periodo de consulta de 15 años sobre el estado de Crimea anexada y podrían entrar en vigor solo en caso de un alto el fuego generalizado, dijeron negociadores a periodistas en Estambul.

Por su parte, el viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, ha anunciado que, para avanzar en el diálogo y “aumentar la confianza mutua”, Moscú ha decidido “reducir drásticamente las operaciones militares” en las áreas de Kiev y Chernihiv.

Las propuestas de Ucrania sobre un sistema de garantías de seguridad sugieren que no se aplican al territorio de Crimea y Donbás, declaró el jefe del equipo negociador ruso, Vladímir Medinski, al término de las negociaciones ruso-ucranianas en Estambul.

“Las garantías de seguridad no se aplican al territorio de Crimea y Sebastopol, es decir, Ucrania renuncia al intento de recuperar Crimea y Sebastopol por la vía militar y declara que esto solo es posible mediante negociaciones”, dijo Medinski al Canal 1, según información de Sputnik.

Por otro lado, el jefe de la delegación rusa en las negociaciones con Ucrania, Vladimir Medinski, ha matizado ayer que la reducción de las operaciones militares en Kiev y Chernígov, anunciada tras unas conversaciones en Estambul, “no significa un alto el fuego”.

“Esto no es un alto el fuego”, ha recalcado Medinski, que ha calificado el paso como el “deseo” de Moscú “de llegar gradualmente a una reducción de la escalada del conflicto al menos en esas direcciones”.

De forma paralela, en una entrevista concedida a la cadena rusa RT, recogida por la agencia de noticias Interfax, Medinski ha señalado que la delegación considera las propuestas de Kiev como “un paso adelante”.

“Rusia ha dado dos grandes pasos hacia la paz”, ha señalado, antes de indicar que Moscú “espera una respuesta de Ucrania”. “Consideramos sus primeras propuestas escritas como un paso hacia nosotros, un hecho positivo”, ha recalcado.

El primer paso al que se refiere Medinski es una “ralentización o reducción” de la intensidad del conflicto en las dos ciudades mencionadas.

El segundo está relacionado con la posibilidad de una reunión entre los presidentes ruso y ucraniano, Vladimir Putin y Volodimir Zelenski, al momento de firmar la paz, en palabras del negociador ruso.

Asegura Zelenski que las tropas se mantendrán alertas en el país

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha afirmado a última hora de ayer que las tropas ucranianas se mantendrán alerta, sin reducir sus esfuerzos de defensa, ante la reducción de operaciones anunciada por Moscú en Kiev y Chernígov, y ha calificado las negociaciones de paz de “positivas”, pese a que no “silencian las explosiones de los proyectiles rusos”.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden recela de que Moscú reducirá sus ataques sobre Kiev y Chernígov y reafirma su apoyo al ejército ucraniano.

El Pentágono considera que la reducción de operaciones anunciada por Moscú es un “reposicionamiento” de tropas

Por otro lado, el sonido de las alarmas antiaéreas se ha vuelto a escuchar en la madrugada de este miércoles en las ciudades de Kiev, Yitomir, Járkov, Dnipro y Poltava a pesar del anuncio por parte de Moscú de reducir sus operaciones militares en la capital de Ucrania y en la ciudad de Chernígov, según ha informado la prensa local.

Además, en la región de Lugansk, un gasoducto de alta presión ha resultado debido a un bombardeo de las tropas rusas, ha asegurado en Telegram el jefe de la administración militar regional de Lugansk, Sergii Haidai, tal y como recoge la agencia de noticias Ukrinform.

Según Haidai, en la tarde de ayer un proyectil ha golpeado un gasoducto de alta presión cerca de Proletarsk. Así, como resultado de los daños en el gasoducto, 35 mil personas de las localidades de Lisichansk, Privillya, Novodruzhesk, Bilohorivka, Zolotarivka y Shipylivka se han quedado sin suministro de gas.

Además, según ha informado Ukrinform, las tropas rusas han lanzado ataques aéreos ayer en la región de Lugansk y, en concreto, en las áreas de los asentamientos de Voevodovka, Rubizhne, Lisichansk, Kreminna, Zolote y Popasna. En Severodonetsk y las aldeas de la comunidad han sufrido fuertes bombardeos esta mañana.

EU y los aliados coinciden en “no relajarse” frente a Rusia

Los líderes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia han coincidido ayer en que los aliados occidentales no deben “relajarse” frente a Rusia hasta que el “horror” en Ucrania termine.

Joe Biden, Boris Johnson, Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Mario Draghi han abordado durante la jornada la situación en Ucrania y han discutido acerca de la necesidad de trabajar unidos para “remodelar” la arquitectura de energía internacional y “reducir” la dependencia de los hidrocarburos rusos.

Además, han acordado la necesidad de apoyar a la ciudadanía ucraniana “en su lucha” contra “la barbarie” rusa, según un comunicado difundido por la oficina de Johnson.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha dicho ayer a su homólogo francés, Emmanuel Macron, que para resolver la “difícil situación humanitaria” que se vive en la ciudad ucraniana de Mariúpol, cercada por las fuerzas rusas, es necesario que los “nacionalistas (ucranianos) depongan las armas”.

La ONU eleva a mil 179 los civiles muertos en la invasión

Las víctimas civiles por la invasión rusa de Ucrania son, hasta el momento, 3 mil 039, según cifras de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), que ha detallado que mil 179 personas han muerto y mil 860 han resultado heridas.

La mayoría de las víctimas han resultado heridas o han muerto debido al uso de explosivos, incluyendo bombardeos con artillería pesada y sistemas de lanzamiento de misiles. También por ataques aéreos, según la oficina de la ONU.

Las autoridades de Mikolaiv, en el sur de Ucrania, han informado ayer de que al menos nueve personas han muerto y 28 han resultado heridas tras un ataque realizado por las fuerzas rusas contra la ciudad.

Mientras, al menos mil 665 personas han sido evacuadas de Mariúpol y varias ciudades de la región de Zaporiyia a lo largo de tres corredores humanitarios acordados en la jornada de ayer, ha informado la vice primera ministra ucraniana, Irina Vereschuk.

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha asegurado que una oficina de la misión de asesoramiento de la Unión Europea en Ucrania (EUAM, por sus siglas en inglés) ha sido bombardeada ayer por las Fuerzas Armadas rusas.

El embajador ruso ante Naciones Unidas ha denunciado en una sesión del Consejo de Seguridad que las tropas ucranianas se adueñan de vehículos oficiales de la ONU para transportar armas y que incluso se ha detectado un coche en las inmediaciones del combate en la ciudad de Járkov. (Con información de Agencias).

Texto: Europa Press / Sputnik