19 mayo,2022 11:44 am

Rusia cifra en 959 los militares ucranianos que se han rendido en la acería de Azovstal

Europa Press / Agencia Reforma

Madrid / Kiev

El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró ayer que 959 militares ucranianos se han rendido esta semana ante las fuerzas rusas en la acería de Azovstal, último punto de resistencia en la zona de Mariúpol.
El gobierno ruso ha hecho balance de las supuestas entregas desde el 16 de mayo y ha cifrado en 694 las de las últimas 24 horas. Entre los 959 militares ucranianos habría unos 80 heridos, según el recuento recogido por la agencia de noticias Interfax.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha asegurado que continúan los trabajos de evacuación de la acería, con ayuda de “la mayoría de mediadores internacionales influyentes” y la supervisión de los servicios de Inteligencia y de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Está por ver aún qué trato dará Rusia a los militares que se han entregado en Azovstal, ya que el Comité de Investigación ruso ya ha advertido de que los interrogará con vistas a un potencial procesamiento. Las autoridades ucranianas confían en recuperar a estos uniformados en un futuro canje de prisioneros.
El destino de las fuerzas tomadas prisioneras en Azovstal puede complicar aún más los esfuerzos para reanudar las negociaciones de paz que, según ambas partes, están estancadas. Su resistencia frente a probabilidades abrumadoras para desafiar a las tropas rusas que se habían apoderado del resto de Mariúpol les dio un estatus heroico entre los ucranianos, y muchos apelaron a la comunidad internacional para ayudar a rescatar a los combatientes. Zelensky ha dicho que no puede haber conversaciones con Moscú si los defensores de Azovstal mueren.
El lunes por la noche, 265 soldados ucranianos, incluidos al menos 51 soldados gravemente heridos, fueron puestos bajo custodia rusa después de salir de Azovstal. Ucrania ha dicho que espera que los combatientes formen parte de un eventual intercambio de prisioneros con Rusia después de que el ejército dijera que la misión para defender la planta de Azovstal había llegado a su fin.
La planta Azovstal es el último lugar de concentración de las fuerzas ucranianas en Mariúpol, ciudad situada en la costa del mar de Azov, en el sureste de Ucrania, liberada por los militares de Rusia y la República Popular de Donetsk en abril.
Por otro lado, el primer soldado ruso acusado de crímenes de guerra en Ucrania, Vadim Shishimarin, de 21 años, ha admitido ayer ante un tribunal de Kiev su culpabilidad en la muerte de un civil desarmado en la región de Sumi (noreste).
Según la investigación de la Fiscalía ucraniana, el acusado en su huida de las Fuerzas Armadas de ese país disparó junto a otros tres militares rusos contra un vehículo civil, que posteriormente incautaron y con el que llegaron hasta el pueblo de Chupajivka, no sin antes disparar contra un hombre desarmado.
En este caso, la víctima mortal se trata de Alexander Shelipov, de 62 años.
Por su parte, el asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, ha reconocido ayer que retomar las conversaciones de paz con Rusia es algo “imposible” a día de hoy.
Rusia alerta de nuevos
bombardeos ucranianos
sobre la región de Kursk

El gobernador de Kursk, Roman Starovoit, ha alertado de que las Fuerzas Armadas ucranianas han bombardeado dos aldeas de la región, limítrofe con el noreste de Ucrania.
“En la frontera en el distrito de Glushkovski, nuevamente está inquieto, el enemigo disparó contra Tiotkino y Aleksevka por tercera vez”, ha denunciado Starovoit.
Sin embargo, Starovoit ha aclarado que los soldados rusos han logrado repeler el ataque, por lo que no se han lamentado víctimas, según recoge la agencia rusa de noticias Interfax.
Las autoridades regionales han denunciado en las últimas jornadas varios ataques y, de hecho, ayer mismo Starovoit ha denunciado que la torre de telefonía de Aleksevka ha resultado dañada.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha solicitado ayer al Parlamento volver a prorrogar al ley marcial en el país y mantener la movilización general en todo el territorio ante la invasión rusa.
Así, ha presentado dos borradores de ley con los que busca ampliar esta medida, introducida por primera vez el pasado 24 de febrero después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara el inicio de lo que consideró una “operación especial militar” sobre el territorio.
Más de 6.3 millones de personas se han visto obligadas a salir de Ucrania desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, dio inicio el 24 de febrero a una ofensiva militar que sigue activa a día de hoy y sin visos de detenerse a corto plazo.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha anunciado ayer que la Embajada estadunidense en Ucrania ha reanudado de forma oficial su actividad en la capital del país, Kiev, tres meses después de cerrarla ante el inminente estallido de la guerra.