Humberto Musacchio
Para Carlos Sheinbaum Yoselevitz y Madeleine Cemo, que estarían felices.
Este mismo año tendremos a una mujer en la Presidencia de la República. El triunfo claro y contundente de Claudia Sheinbaum garantiza que México será percibido y servido con otra sensibilidad, de la cual debemos esperar algo mejor de lo que ha tenido México con 200 años de varones en el poder.
Por supuesto, nada será fácil para la inminente mandataria, quien afrontará muy serios problemas. Recibirá un país con un alto déficit fiscal, un endeudamiento que pone en serio peligro la estabilidad, una expectativa de crecimiento que se redujo de 2.8 a 2.4 según el Banco de México y un tipo de cambio presionado por los especuladores.
Sí, no son pocos ni pequeños los retos económicos que afrontará la doctora Sheinbaum. De ahí que el presidente López Obrador haya anunciado que el actual secretario de Hacienda seguirá en el cargo el próximo sexenio, lo que confirmó más tarde quien será su sucesora.
En las dos mayores paraestatales, Pemex y la CFE, sus respectivos directores, un agrónomo y un político sin conocimiento de lo que implica la electricidad fueron incapaces de enderezar el rumbo de esas empresas, donde el charrismo sindical mantiene el control y la corrupción sigue presente en un nutrido paisaje de ineficiencias.
Es urgente detener la criminalidad que mantiene al país empapado en sangre, habrá que replantearse la reforma educativa, levantar de sus ruinas el sistema de salud, atender casos como el de los 43 “desaparecidos” de Ayotzinapa, los sepultados de Pasta de Conchos y los conflictos laborales de otros centros mineros donde las huelgas ya cumplen tres lustros ante la indiferencia de un patrón irresponsable.
Es plausible que la futura presidente prometa gobernar “para todas y todos”. Sabemos, dijo, “que el disenso forma parte de la democracia y, aunque la mayoría del pueblo respalda nuestro proyecto, nuestro deber es y será siempre velar por cada una y cada uno de los mexicanos, sin distingos”. Agregó que “aunque muchas mexicanas y mexicanos no coincidan plenamente con nuestros proyectos, habremos de caminar en paz y en armonía”. En suma, un primer aporte para reducir la polarización.
Un gran peligro para el próximo sexenio y para la estabilidad del país será imponer la supresión de los legisladores plurinominales, lo que acabaría con la representación proporcional al número de votos en beneficio del partido mayoritario, como lo sería también elegir por voto universal a los ministros de la Suprema Corte, a los consejeros del INE y los integrantes del Tribunal Electoral.
Cabe recordar que el INE y el Tribunal Electoral son producto de una larga lucha de la oposición, de una oposición en la que participaron nutridos contingentes que hoy forman parte de Morena. En el siglo XIX, la elección de ministros de la Suprema Corte convirtió la justicia en un juego de partidos y el único beneficio que arrojó fue que Benito Juárez llegara a la Presidencia de la República, tras el golpe de los conservadores.
Las instituciones son producto de la creatividad y las luchas ciudadanas. Continuar por el camino de su destrucción sólo augura mayores complicaciones para el próximo gobierno. Lo mejor es no jugar al omnisapiente y omnipotente, porque tendrá un alto costo para todos los mexicanos.
Entre los saldos negativos de las recientes elecciones se cuenta la campaña de la ultraderecha de varios países contra la candidata ganadora, a lo que ahora, después de reconocer el triunfo de la morenista, se suma la pretensión de Xóchitl Galvez de recontar 80 por ciento de las casillas. El INE tiene previsto recontar 67 por ciento, ante lo cual varios simpatizantes de la candidata de PRIANRD le aconsejan que mejor se repliegue y analice las causas de su derrota.
Toda una sorpresa fue la votación que obtuvo el PVEM, más conocido como el “partido mercancía” por su propensión a venderse. Al parecer, se convertirá en la segunda fuerza electoral, con lo que desplazará al PRI de ese sitio, lo que se explica porque en los procesos electorales se muestra el conocimiento ciudadano de sus opciones, pero también la irracionalidad social. Con ese resultado, veremos como sube el precio de la verdura, porque para eso se pintan solos.