Cuando los aficionados ya saboreaban los tiempos extra, Griezmann volvió a aparecer, al 94’, para echar abajo la heroica actuación del aguerrido equipo.
Ibiza, España, 23 de enero de 2020. Sin Lionel Messi ni Luis Suárez, salió al rescate Antoine Griezmann. El delantero francés marco dos goles, uno de ellos en el último minuto, en la remontada 2-1 del Barcelona en su visita al UD Ibiza, equipo de la Segunda División B (tercera categoría), en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
El modesto equipo con apenas cuatro años de existencia y con una nómina 200 veces menor que el gigante Barça, puso al cuadro culé contra las cuerdas desde el minuto 9, cuando se fue adelante en el marcador con tanto de Josep Caballe Martín.
Pese a no contar con Messi (descanso) y Suárez (lesión), el técnico Quique Setién, en su segundo juego con el Barcelona, echó mano de elementos como Griezmann, Rakitic, De Jong y Fati.
Tras irse sin ningún tiro a gol en los primeros 45 minutos, los culés reaccionaron en el segundo tiempo. De Jong metió un gran pase a Griezmann, quien definió frente al portero al 72’.
Cuando los aficionados ya saboreaban los tiempos extra, Griezmann volvió a aparecer, al 94’, para echar abajo la heroica actuación del aguerrido equipo.
El Barcelona avanzó a los octavos de final y esperará el sortero para definir a su rival.
Cumple Real Madrid y clasifica a octavos
Por su parte, el Real Madrid confirmó su clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey tras deshacerse este miércoles del Unionistas de Salamanca (1-3) en un partido discreto del conjunto merengue que resolvieron los goles de Gareth Bale y Brahim Díaz tras el susto de los locales, que llegaron a igualar la eliminatoria durante cinco minutos.
Desde el 57 hasta el 62, las Pistas de Salamanca vibraron como no lo habían hecho en las dos últimas décadas. La visita de la galaxia blanca se convirtió en locura con el golazo de Álvaro Romero. Un zurdazo desde el corazón del área que se coló por toda la escuadra de Areola.
El Real Madrid salió advertido al césped salmantino, pero pronto se quitó de en medio cualquier atisbo de ansiedad. El responsable fue Bale, que logró el 0-1 antes de alcanzar el ecuador de la primera mitad.
Fue entonces cuando el equipo de Jabi Luaces encontró al genio de la lámpara en una acción que jamás olvidará el pueblo salmantino. Romero cogió el balón en tres cuartos de campo, caracoleó delante de Militao y encontró el hueco para superar a Areola.
El gol espoleó a Unionistas, pero el Madrid no sucumbió a sus encantos. Los de Zidane se apoyaron en la verticalidad de Vinicius y las subidas de Carvajal para recuperar el mordiente que habían perdido hasta entonces y apenas cinco minutos después pudieron encontrar el tanto de la tranquilidad.
Marcelo centró al área y Brahim, recién entrado, remató de mala manera, pero Góngora la introdujo en su portería en el intento de despejar el balón. A partir de ahí, el Unionistas se deshizo para llegar al área blanca, pero fue nuevamente Brahim quien besó las redes. En esta ocasión en una jugada personal por el costado diestro.
El malagueño soltó un latigazo con la pierna derecha y cerró un partido que será histórico para un club de tan solo seis años de vida. La noche de este 22 de enero será siempre recordada porque -durante cinco minutos- tuvieron contra las cuerdas al 13 veces campeón de Europa. Bendito nuevo formato, bendita Copa del Rey.
Texto: Staff / Agencia Reforma / Foto: Twitter
