18 octubre,2024 5:22 am

Sandra Newman y la reescritura

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Adán Ramírez Serret

 

El 8 de junio de 1949 George Orwell publica su novela 1984, obra distópica en donde un estado totalitario gobierna Inglaterra y buena parte del mundo occidental; las geografías políticas han cambiado en extensión y nombre; hay dos bandos: derecha vs izquierda, comunismo vs capitalismo que se encuentran en constante guerra que tiene la ciudad de Londres en ruinas. Hay novelas, como esta de Orwell, que pasan de ser célebres y muy buenas a formar parte del imaginario colectivo de toda una cultura. Así, muchas personas que están familiarizadas con la historia de 1984 no necesariamente por haberla leído, quizá por verla en película, cómic, novela gráfica, serie o caricatura; o, también, porque alguien se las haya contado… la novela habita, incluso lugares de la televisión como el Gran Hermano Big Brother, de una forma profética, como una broma de un humor oscuro al ser los programas de telerrealidad o reality shows de lo más popular en retín hoy en día. En fin, pues, a más de 70 años de su publicación, esta novela de Orwell no solamente se sigue leyendo, está viva y es parte de nuestro imaginario, sino que predijo y ha influenciado nuestro presente.

Además, no es poca sorpresa, y por demás interesante, que 1984 y la propia figura de George Orwell, ha sido de mucho interés para muchas autoras decantadamente feministas. El caso, por supuesto, de Margaret Atwood, quien en El cuento de la criada se basa totalmente en la obra clásica de Orwell, haciendo una visión totalitaria, fatalista ante el patriarcado y con un perfil brillante y feminista; se podría decir que la novela de Atwood es un lado b crítico y feminista de 1984.

También Rebecca Solnit, hace no mucho reseñada en este espacio, dedica un libro a Orwell, al ensayista brillante, amante de las plantas y que tenía un pluma líquida con la capacidad de dilucidar el presente y, de manera escalofriante a veces de ver incluso en el futuro.

Y la influencia de Orwell permanece ‒me he limitado, por cierto, a ejemplos feministas, pues la influencia de 1984 en todo el arte del siglo XX y XXI es brutal‒; en este año la autora Sandra Newman (Boston, 1965) quien se catapultó al mundo de la literatura internacional con Un mundo sin hombres, toma el reto de escribir 1984, autorizada, por cierto, por The Orwell Estate. Newman reescribe la novela desde una nueva versión, desde una nueva visión: Julia 1984 es la novela de Orwell, pero con Julia, la amante de Winston Smith en la novela de Orwell, como protagonista, como centro de la trama.

Sandra Newman es una escritora feminista alegremente radical, expresa tranquila y feliz que ella pertenece a la idea que las mujeres son por naturaleza comunistas en oposición al individualismo de los varones. Es interesante el punto de vista de Newman, no solamente porque sea mujer y feminista, también porque de manera intrínseca volver al universo lúgubre y panóptico la novela y cambiar el punto de vista, aporta mucho para quienes hayan leído la original. Pues es la historia de Julia quien crece en ese mundo gris al igual que Winston Smith, con la diferencia de ser mujer y esto lo cambia todo; pues en ese mundo en donde la sociedad está completamente estratificada la vida de cada grupo es completamente diferente. El mundo de Julia, por ejemplo, en un principio está constituido tan sólo por mujeres, quienes, aunque viven en ese ambiente totalitario sin ninguna privacidad, encuentran en las charlas de las madrugadas un lugar de intimidad, de aliento, chismes y diversión que hacen esos momentos felices. El amor, por supuesto, el sexo; son completamente diferentes. Julia no tiene ideales políticos ni mucho menos, pero es una persona diferente, libre en cuanto a su búsqueda sobre con quienes quiere tener sexo y de quienes enamorarse. Julia aquí deja de ser un giro de la trama, un espacio de placer o un símbolo de otredad para convertirse en el motor de una historia, de un mundo gris y terrible en donde la búsqueda no es la felicidad o los grandes ideales políticos, sino un pequeño espacio de tranquilidad y placer. Orwell reinventado, reescrito y de nuevo entre las novedades literarias.

Sandra Newman, Julia 1984, Ciudad de México, Destino, 2024. 428 páginas.