5 diciembre,2017 2:25 pm

Santiago de Cuba, la ciudad de Fidel Castro

Santiago de Cuba, 5 de diciembre de 2017. Si la central urbe cubana de Villa Clara es conocida como “La ciudad del Che”, Santiago de Cuba puede ser perfectamente considerada como “La ciudad de Fidel”, y no sólo porque guarde los restos del ex presidente cubano.

En el hermoso cementerio de Santa Ifigenia, en las afueras de la urbe donde viven casi medio millón de personas, los restos del líder cubano se guardan en una gran roca traída desde las montañas de la Sierra Maestra, desde donde dirigió la guerrilla que derrotó a la dictadura de Fulgencio Batista en 1959.

El monolito, que recibe unas 2 mil personas cada día, se ha convertido en un sitio de peregrinación para los seguidores del ideario de Castro y también en una atracción turística que visitan personas llegadas desde medio mundo.

Pero la presencia del Comandante supera los muros del camposanto y se expande sobre una ciudad que lo vio ser primer ministro de 1959 a 1976, y presidente de 1976 hasta 2008, cuando una grave crisis de salud lo alejó del poder que entonces asumió su hermano Raúl.

“Fidel está en todos los lugares de Santiago”, dijo con una media sonrisa la historiadora Elizabeth Bongó, una joven graduada en la Universidad de Oriente, la única de la ciudad.

Desde un elevado mirador que domina la ciudad, la joven historiadora aseguró que Castro está ahora “en el corazón de todos los santiagueros, porque es nuestro joven más eterno y nuestro ídolo”.

“Gracias Santiago”, proclama con grandes letras doradas y metálicas un muro en una intersección de la céntrica avenida Garzón para recordar una repetida frase del ex presidente, cuya imagen aparece en varios puntos.

La devoción de los santiagueros tiene expresión en barrios como Boniato, en cuya antigua cárcel estuvo detenido después del fallido asalto al cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, y por donde fue diputado a la Asamblea Nacional (parlamento unicameral).

Y es que Fidel Castro llegó desde pequeño a Santiago de Cuba, después de dejar la casa paterna en la localidad de Birán, en la cercana provincia de Holguín, acompañado por su hermano mayor Ramón y después por el menor Raúl, quien más tarde lo siguió en múltiples ocasiones.

En esta calurosa ciudad, Castro convirtió en una victoria moral el fracaso militar del asalto con el alegato que realizó en el juicio posterior y que es conocido como “La historia me absolverá”, una plataforma política de lo que sería el futuro gobierno revolucionario.

No fue entonces casual que fuera desde el balcón del Ayuntamiento de Santiago de Cuba, ubicado en uno de los laterales del céntrico Parque Céspedes, donde Castro pronunciara su primer discurso público tras el triunfo revolucionario de 1959.

Hoy, 58 años después de esa histórica alocución, las imágenes del ex gobernante aparecen en el más inesperado rincón de la urbe.

A un costado de la explanada de la Plaza de la Revolución de la ciudad, hay una foto del Comandante con su tradicional uniforme verde olivo, acompañada por la frase “Santiago de Cuba, rebelde ayer, hospitalaria hoy, heroica siempre”.

En la sede local del Partido Comunista de Cuba, desde una gigantesca imagen ubicada en la fachada lateral de un elevado edificio, el líder mira sonriente hacia las empinadas calles de la localidad y a un lado un cartel señala “Por Cuba, con Fidel, Revolución”.

Sobre la avenida Garzón, grandes imágenes también muestran a Castro, su hermano Raúl y al fallecido Comandante de la Revolución Juan Almeida, un combatiente que acompañó a ambos en todas las etapas de la más reciente gesta libertadora cubana.

Sobre la transitada y extensa calle peatonal Enramada, la presencia del líder es casi permanente en cada esquina, donde fotografías o frases recuerdan su accionar político en los últimos 60 años.

La singular relación de los santiagueros con Fidel Castro trasciende el vínculo político, para confirmar el constante apoyo a la revolución que encabezó el Comandante en Jefe.

Texto: Raúl Menchaca, Xinhua / Foto: Xinhua