28 octubre,2023 5:25 am

Se advirtió sobre el huracán Otis desde la semana antepasada, señala Ayala Mata

Redacción

El huracán Otis fue identificado desde hace más de una semana y se emitió una alerta a las autoridades locales sobre la posibilidad de que este huracán se fortaleciera, djo en entrevista con el portal Sputnik el ex subsecretario de Protección Civil (PC) de Guerrero, Roel Ayala Mata, quien ahora es meteorólogo del Centro Universitario México, desde donde salió la advertencia.
“A Otis lo identificamos la semana antepasada (del 9 al 15 de octubre), cuando era un sistema de baja presión que se formó al sur de las costas de Nicaragua. Mencionamos que se iba a desplazar sobre aguas cálidas con un valor de 29 grados Celsius, en especial, en el área del Golfo de Tehuantepec”, explica.
“También mencionamos que, frente a los costas del estado de Guerrero, había una laguna de agua cálida, hablando oceanográficamente así se denomina, con un valor de grados celsius que era una condición importante, y potencialmente hablando, para dar paso a la intensificación de cualquier ciclón tropical”, abunda.
Ayala Mata agrega que fueron las condiciones de temperatura y de circulación atmosférica las que fortalecieron a Otis, un fenómeno que no tenía ningún otro camino para continuar su paso más que Guerrero.
Primero fue una depresión tropical, la número 18; posteriormente, la categoría de tormenta tropical, cuando se le asignó el nombre de Otis. Luego, alcanzó categoría de huracán y fue justamente cuando ingresó a la zona de agua cálida de 30 grados “a una velocidad muy lenta”, lo que permitió que rápidamente se intensificara de categoría 1 hasta la 5.
Otis, explica el meteorólogo, estuvo rodeado de aire fresco y seco, motivo por el cual fue más pequeño, pero más intenso, además de que las autoridades “solamente se prepararon para la precipitación, para la lluvia. Lamentablemente, en estas condiciones el factor que más se pone de manifiesto es el viento y, en menor proporción, la lluvia”.
“En la zona Diamante se presentaron tantos daños porque no hay obstáculos de inmediato en tierra, de tal manera que el flujo del viento entró de lleno y en una condición laminar”, explica el científico.
“En el caso de la zona de anfiteatro de Acapulco, el viento, además de entrar en forma horizontal, encontró el macizo montañoso y edificios, lo que provocó que el viento tuviese diferentes direcciones y, además, se volviese turbulento, por eso que causó la mayor cantidad de daños en esa zona”, abunda.
Asimismo, el experto advierte que ningún modelo numérico de trayectoria fue acertado y ningún punto de posible impacto fue favorable, por lo que hizo un llamado a invertir más en la formación de meteorólogos.