Ciudad de México, 13 de febrero de 2024. La guerra en los límites con Michoacán es más delicada de lo que parece. Hasta el momento, las autoridades han detectado por lo menos 30 artefactos explosivos en los caminos que unen a ese estado con Jalisco, como el que detonó el 20 de enero en Zipoco, Santa María del Oro, en un hecho que dejó un muerto y cuatro lesionados.
“Llevamos 30 artefactos explosivos que hemos detectado, desde el mes pasado, (cuando se empezaron a dar) los desplazamientos hasta esta fecha. Los delincuentes ya no sólo están utilizando solo artefactos metálicos sino todo tipo de artefactos de plástico, que es difícil de detectar”, dijo Crisóforo Martínez Parra, comandante de la XV Zona Militar.
“Los hemos detectado alrededor de todo el poblado, en los caminos; en las elevaciones hemos encontrado vestigios de campamentos y parapetos donde estos elementos (delincuencia) se resguardaban precisamente para proteger sus límites”.
Fuentes extraoficiales sostienen que la cantidad de artefactos ha sido mucho mayor.
El problema no solo se ha detectado en el sur y sureste del Estado, también en el norte, añadió el mando militar.
“Es una situación real que está pasando aquí en Jalisco, sobre todo en los límites con Zacatecas, Michoacán”.
Martínez Parra comentó que los habitantes de las localidades como de Zipoco, que tuvieron que huir de sus casas el mes pasado por la pelea entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y Guerreros Unidos, no han regresado a sus domicilios en su totalidad.
“Ya está regresando la población, yo creo que en unas semanas más llega a la normalidad, pero ya también hemos ido a buscar a su ganado, que estaba regado”.
Advirtió que, aunque los caminos por los que circula la mayoría de pobladores ya fueron revisados, aunque el riesgo permanece si se ingresa a las localidades por los lugares secundarios.
Texto y foto: Agencia Reforma
