9 diciembre,2021 8:38 am

Se necesita un fiscal empático con las víctimas de la violencia: Abel Barrera

Debe conocer el nuevo sistema de justicia penal, las reformas a la ley de Víctimas y la desaparición forzada, y depurar al personal de esa institución, plantea el director de  Tlachinollan

Chilpancingo, Guerrero, 9 de diciembre de 2021. Por el gran desafío que implica la procuración de justicia en Guerrero, el nuevo fiscal tiene que ser una persona capaz, proba, y con conocimientos suficientes en el nuevo sistema de justicia penal y los principios internacionales de protección a los derechos humanos, opinó el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña (Tlachinollan), Abel Barrera Hernández.

Quien sea designado por los diputados debe ser un profesionista que conozca las reformas legislativas en el país relacionadas con la Ley Nacional de Victimas y la desaparición forzada, “que son los graves problemas que estamos enfrentando en Guerrero”.

Consultado por teléfono respecto a las características que debe reunir el nuevo fiscal, dijo que éste debe tener claro que hay un colapso en el sistema de procuración de justicia, por tanto debe contar con un diagnóstico respecto a dónde están las principales falencias del sistema de procuración de justicia en el estado.

Tiene que saber qué se va a hacer “ante la crisis forense que vivimos”.

Para Barrera Hernández, el nuevo fiscal debe ser una persona, con formación profesional, con mucha ética, “es decir, una gente que se maneje por principios, tanto de lo que rige la Constitución y nuestras normas, como también por los principios de respeto a los derechos humanos, protección a las víctimas y hablar con la verdad”.

Debe ser una persona que genere confianza a las víctimas y a la sociedad “y que esté al margen de los grupos de interés político y económicos”.

Explicó que el grave problema es que la Fiscalía, a pesar de su nueva reforma no ejerce, en los hechos, su autonomía, “los fiscales están vinculados siempre a intereses de grupos económicos y políticos, responden más a esas élites que tanto han dañado a nuestro estado”.

Por esa razón, propuso que quien sea designado garantice una autonomía en el ejercicio de las investigaciones; “no debe dejarse presionar por actores externos”.

Pero además, debe ser una persona capaz para hacer una depuración de la Fiscalía, “obviamente respetando los derechos laborales, pero ante todo, reconociendo que se requieren personas con ética profesional, con compromiso con la institución y con las víctimas”.

Añadió que los trabajadores deben ser personas que no estén vinculadas con intereses de grupo, menos a grupos de la delincuencia y por ello “tiene que hacerse una cirugía mayor”.

Para Barrera, el nuevo fiscal debe tener la fuerza de su independencia fincada en la sociedad, así como en su capacidad de decisión y en la firmeza para hacer las coses sin consigna de nadie.

Propuso que el nuevo fiscal debe ser alguien que busque la vinculación y el apoyo con el movimiento social, sobre todo con las víctimas de la violencia y de desapariciones, “porque siempre hay un divorcio entre la Fiscalía que debe representar a las víctimas con las mismas víctimas, a quienes les da la espalda”.

En términos de la nueva arquitectura institucional de la Fiscalía deben prevalecer los principios del respeto a los derechos humanos de los agraviados pero también respetar los derechos humanos de los detenidos bajo proceso.

“El fiscal debe ser alguien que destierre prácticas nocivas como el recurso de la tortura como una práctica generalizada en las corporaciones policiales, esto no puede continuar porque es lo que precisamente ha descalabrado muchas investigaciones debido a que no se hacen investigaciones científicas ni objetivas”.

Denunció que ahora se investiga utilizando el amedrentamiento, el uso de la fuerza, la tortura y los tratos crueles e inhumanos y esas prácticas tienen que desarraigarse”.

Dijo que una vez que se violentan los derechos humanos, cualquier investigación pierde credibilidad, objetividad y sobre todo, pierde fuerza para poder llevar a la justicia a quienes han cometido delito.

También propuso que tenga la capacidad de hacer planteamientos concretos para que se pueda dotar de recursos suficientes a la Fiscalía en términos de infraestructura, equipo, personal y nuevas tecnologías para que sea una Fiscalía autónoma y moderna, con nuevas formas de investigación.

Dijo que son muchas las tareas que se requieren “y obviamente lo que más queremos como sociedad es que sea una o un fiscal que en verdad sea un experto en el respeto a los derechos humanos, no un burócrata, no un funcionario que esté en el escritorio y que solamente se reúna con gente del poder político y económico, tiene que estar cercano a las regiones, apoyar con equipo y con personal a las fiscalías regionales”.

Declaró que, ademas, debe atender los grandes problemas que enfrentan las investigaciones relacionadas con los feminicidios y los delitos de violencia contra las mujeres, “tiene que dar una prioridad a todos esos temas”.

Texto: Zacarías Cervantes