23 mayo,2019 8:10 am

Se regresó la directora del Imcine preocupada y “sacada de onda” del Festival de Cannes

María Novaro no comentó nada “para no complicar la situación y pidió la máxima discreción a la gente que la rodeaba”, dicen desde Francia. Señala productor que se pone en riesgo la presencia de México en encuentros internacionales. Parasite, del coreano Bong Joon-ho, tiene buena recepción.
 
Cannes, Francia, 23 de mayo de 2019. Preocupada por el llamado repentino de Presidencia de la República fue como dejó el Festival de Cine de Cannes María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).
Fuentes presentes en Francia, que solicitaron anonimato, contaron a Reforma que la cineasta tenía la responsabilidad de generar alianzas para las películas nacionales cuando tuvo que interrumpir su visita al no estar autorizada, pese a que cada año se lleva a cabo este plan.
“Yo no sé qué pasó, de un día a otro la vi y me dijo que se iba a México porque la llamaron de regreso. La vi preocupada, sacada de onda, pero no va a decir mucho. Aquí (Cannes) todos estamos muy sorprendidos. No pintan bien las cosas, entiendo la austeridad, pero México tiene que trabajar, exportar y coproducir.
“¿Nadie va a ir al extranjero para negociar para México? El cine mexicano no es nada sin las relaciones internacionales y la coproducción; además, la búsqueda de territorios para la distribución del cine mexicano se hace aquí porque todos están aquí”, comentó dicha fuente.
La corresponsal de Proceso en Francia, Anne Marie Mergier, confirmó con fuentes, que no desean revelar su identidad, que estuvieron en contacto con la delegación mexicana cuando Novaro debió regresarse. Destacaron que el aviso a la realizadora fue abrupto y “la sacó completamente de onda”. Lo acató y cuidó no comentar nada para no complicar la situación y pidió la máxima discreción a la gente que la rodeaba. Entre sus pendientes destaca una entrevista que tendría con Pierre Lescure, presidente del Festival, y que finalmente atenderá el embajador de México en Francia, Juan Manuel Gómez Robledo. Ese hecho fue mal visto en Cannes, sobre todo cuando se corrió el rumor que ella se fue por problemas de presupuesto. A Lescure le sorprendió el hecho.
En México se confirmó que el coctel que organiza Imcine cada año en Cannes sí se efectuó, incluso hay fotos en Facebook de ese evento, en las que aparecen Daniela Michel, directora del Festival Internacional de Cine de Morelia, y varios directores y directoras de cine del país. Viajaron con Novaro el coordinador general, José Miguel Ibargüengoitia; la directora de Promoción Cultural Cinematográfica, Fernanda Río, y la responsable del área internacional, Ángela Guerrero.
En el Mercado de Películas (Marché du Film), esta instancia gubernamental puso un stand, que por ahora atienden Ibargüengoitia, Río y Guerrero.
Informa Proceso que les envió un correo electrónico a Novaro y a Lucía Miranda, subdirectora de Divulgación y Medios del Imcine, para charlar con la realizadora de DanzónSin dejar huella y Las buenas hierbas de por qué dejó Cannes, y la segunda escribió:
“Confirmo de enterada ante tu correo. Por el momento no estamos emitiendo declaraciones”.
Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio la orden para que cualquier viaje oficial al extranjero pasara por su autorización, hubo cerca de 100 solicitudes, de las cuales aceptó 20.
Entre éstas, al parecer, no estaba la del viaje de la directora del Imcine.
La titular del Imcine estaba en dicho encuentro cinematográfico, el más importante en el mundo, donde cada año iba una comitiva de funcionarios de la instancia mexicana que va a buscar acuerdos comerciales para el cine nacional.
Incluso, cada año se realizaba una reunión social, la llamada Fiesta del Cine Mexicano, que se aprovechaba para cabildear con distribuidores y productores extranjeros.
“Estamos en el momento de rectificar
La presencia a la alza de México en los festivales y premiaciones cinematográficas más importantes del mundo se pone en riesgo al impedir que los representantes de la industria asistan a promover el séptimo arte nacional, en opinión del productor Julio Chavezmontes.
El también cineasta, premiado el año pasado en el Festival de Sundance por el guión de la película Tiempo compartido, respaldó la labor que desarrolla el Imcine al acudir a festivales como el de Cannes, del que tuvo que volver la titular, María Novaro, por instrucciones gubernamentales.
Aunque dijo desconocer los motivos, Chavezmontes consideró que el cine nacional pierde con la ausencia del Imcine en el encuentro anual francés.
“Es fundamental y muy necesario que nuestro instituto público esté en Cannes para apoyar y ver por los intereses de los mexicanos, algo que no podemos descuidar. Es una cuestión de autonomía cultural, no sabemos qué puede pasar si echamos para atrás lo que ha sido exitoso.
“Nuestros representantes hacen que en el mundo tengan consciencia y sepan del momento que tiene el cine mexicano, por eso estamos presentes en sus selecciones, y eso se podría ver disminuido. El cine es la forma en la que proyectamos la imagen de nuestra nación”, destacó Chavezmontes, en entrevista.
Aseguró que la cinematografía nacional cuenta con buena atención mundial y eso permite a los involucrados ser invitados a presentar su trabajo fuera de México, por lo que espera que se reconsideren estas decisiones.
Chavezmontes dijo comprender las políticas de austeridad, pero confía en que el gobierno tendrá apertura al diálogo para entender la importancia de la presencia del Imcine en festivales del exterior.
“Todos entendemos que hay otros asuntos muy importantes, pero la cultura de los mexicanos es nuestro máximo patrimonio como país y debe cuidarse. Además, México no es un país pobre, sino uno saqueado, con una sociedad desigual y llena de injusticias.
“Si recursos faltan, yo siempre miraría a las administraciones previas, que han desfalcado al país. Hay que ser muy exigentes en la devolución de esos recursos”, opinó.
“Estamos en el momento de rectificar. Sería muy lamentable que el próximo año, donde podríamos tener una presencia importante, tengamos un retroceso y no se le permita al Imcine estar presente para hacer su labor”.
Critica al capitalismo
En el inclasificable filme Parasite, el coreano Bong Joon-ho carga con dureza contra el capitalismo que domina el mundo actual y saca a relucir los instintos más bajos del ser humano en una película que ha sido muy bien recibida este miércoles en el Festival de Cannes, donde compite por la Palma de Oro.
Una historia que comienza como una divertida comedia negra que poco a poco va girando hacia una mezcla de géneros que componen una certera crítica de la sociedad actual, algo que el realizador siempre busca en sus películas.
“Creo que sería un poco extraño si en mis filmes no hubiera mensajes políticos o sociales”, afirmó el director en una rueda de prensa, en la que resaltó que el cine coreano no ha seguido los códigos de género estadunidenses.
“”Hemos puesto nuestro toque coreano para contar historias sociales o políticas”, señaló Bong, que se siente deudor del cine de Kim Ki-Duk, el director que abrió el camino internacional a los cineastas coreanos.
Parasite cuenta la historia de una familia que vive en un sótano, en condiciones muy precarias desde que los padres perdieron su trabajo y con los hijos que tratan de buscar empleos con los que ganar algo de dinero mientras sueñan con ir a la universidad.
Una familia de supervivientes, acostumbrados a hacer todo tipo de chambas, legales e ilegales, que se encuentran de repente trabajando, bajo nombres falsos, al servicio de un rico empresario en una lujosa casa que se convierte en un elemento importante de la historia.
“El 80 por ciento de la historia se desarrolla en la casa, en los diferentes espacios verticales que se relacionan a través de las escaleras”, un elemento arquitectónico y muy cinematográfico, resaltó el realizador de títulos como The host u Okja, con la que también compitió por la Palma de Oro en 2017.
Bong recordó que Kim Ki-Duk tiene muchas secuencias rodadas en escaleras y, en general, en el cine, hay muchas escenas emblemáticas que se desarrollan en escaleras porque tienen “una atmósfera muy específica”.
En Parasite juegan como una especie de frontera entre los dos mundos. El de arriba de los ricos, el de abajo de los pobres, aunque poco tiene que ver la historia con las de series como Upstairs downstairs o Dowton Abbey, que ya han explotado en televisión esos dos mundos.
En este caso además hay escaleras dentro de las escaleras y pobres dentro de los pobres, porque la comedia con la que comienza la película se transforma en un terrorífico espejo en el que se refleja lo peor de los seres humanos y eso no es exclusivo de clases altas o bajas.
“Yo quería respetar las convenciones y los códigos, pero al mismo tiempo tenía ganas de destruirlo todo. Son dos sentimientos contradictorios que habitan en mí”, señaló Bong, quien indicó que son esos diferentes puntos de vista los que hicieron evolucionar la historia.
Una explicación que remató, entre risas, diciendo: “Soy simplemente un director coreano”. Un realizador que sigue su instinto por encima de cualquier convención. “Un cura tiene una biblia al lado, un abogado el código penal. Nosotros, los directores, no tenemos biblia, tenemos nuestro instinto”.
Cultiva ese instinto viendo el trabajo de directores a los que considera sus mentores. Por supuesto Kim Ki-Duk, pero también Claude Chabrol o Alfred Hitchcock, de los que ve no solo sus películas, también entrevistas que les hicieron.
Y con esa confianza en su instinto empieza a elaborar cada guión, sin pensar por adelantado si lo que va a escribir es comedia o drama. Como tampoco calcula al milímetro el tono de cada escena.
“Me centro en el instante que estoy viviendo” y luego sale comedia o drama. “El espectador tiene tendencia a ver filmes de género, pero yo, como realizador, no soy consciente”, aseguró.
Texto: Redacción / Mauricio Ángel / Omar Cabrera / Agencia Reforma / Foto: Twitter
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