Washington, EU, 14 de octubre de 2017. El secretario de Finanzas estadounidense, Steven Mnuchin, volvió a agudizar hoy las tensiones entre el Gobierno de Donald Trump y el Fondo Monetario Internacional (FMI) al hacer una incómoda propuesta de reforma del organismo, que celebra su reunión anual con el Banco Mundial (BM) en Washington.
Mnuchin pidió una mayor efectividad al organismo y considerables recortes, en un comunicado con motivo de la reunión de la cúpula del FMI. “Esto implica duras decisiones, posiblemente también en relación a salarios y bonificaciones de los empleados y de altos mandos”, añadió.
Estados Unidos y el FMI llevan tiempo inmersos en discrepancias. La directora ejecutiva del organismo, Christine Lagarde, entre otros, hizo un llamamiento a poner en marcha una política económica y financiera que contrarreste a la del Gobierno de Trump.
Lagarde propone impuestos más altos a los ricos, más libre comercio y más cooperación internacional, justo lo contrario de lo que promueve el Gobierno estadounidense.
Washington es además uno de los principales opositores a ampliar la financiación del Banco Mundial para la concesión de créditos a países en desarrollo.
También se conocieron las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que frenó las esperanzas en un pronto fin de la política de tipos de interés bajos. Se espera que continúen durante más tiempo en el actual nivel, señaló en un comunicado con motivo de la sesión de dirigentes del organismo.
El BCE continuará su programa de compra de acciones por 60.000 millones de euros al mes al menos hasta finales de diciembre y quizá más allá.
El motivo de la política monetaria extremadamente expansiva del FMI es la débil inflación de la zona euro, sobre todo debido a los precios de los alimentos y la energía. Draghi pronostica una inflación del 1,2 por ciento en la eurozona el próximo año y del 1,5 en 2019, aún por debajo del objetivo ideal del organismo del 2 por ciento.
Texto: DPA / Foto: Wikipedia
