De la playa El Faro en Cuajinicuilapa a La Unión hay 40 campamentos a los que llegan las especies golfina, prieta, laúd y carey, todas en peligro de extinción, informa el jefe del Departamento de Vida Silvestre, Fernando Ruiz. Señala que algunos tienen personal, infraestructura y equipo, pero otros están en precarias condiciones
Chilpancingo, Guerrero, 19 de agosto de 2023. En la presentación de su diagnóstico de la situación de los campamentos tortugueros del estado, el jefe del Departamento de Vida Silvestre de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), Fernando Ruiz Gutiérrez, advirtió que si no se apoya a quienes cuidan de las tortugas y sus nidos, éstas se dejarán de ver en el estado en 10 años o menos.
El diagnóstico se realizó en un recorrido desde la playa El Faro en Cuajinicuilapa hasta La Unión, registró 40 campamentos tortugueros a los que llegan las especies golfina, prieta, laúd y carey, todas en peligro de extinción, algunos con personal, infraestructura y equipo, otros en precarias condiciones, informó.
Dijo que hay una participación importante de la sociedad civil, de empresarios y de instituciones académicas y de gobierno, “la iniciativa privada principalmente es la que está haciendo el trabajo de recuperación, siembra de nidos y liberación”.
Precisó que el Centro de Estudios Tecnológicos del Mar, la Universidad Autónoma de Guerrero, la Secretaría de Marina, y el Ayuntamiento de Zihuatanejo son de las instituciones con campamento, el resto es de la sociedad civil.
“El manejo de las tortugas es bastante variado, se sigue de manera general, aunque en algunos casos parcial, el programa nacional de conservación de tortugas, instaurado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), y varios campamentos tienen proyectos de investigación vinculados a universidades, que están generando información sobre las especies”, detalló.
Otros están enfocados en la recuperación de la especie, “encontramos que hace falta el proceso de seguimiento, no sabemos cuántas de las hembras que llegan a desovar a Guerrero son de aquí o de dónde vienen”.
Además, en la entidad son un atractivo turístico, “algunos campamentos han optado porque sean un atractivo para que la gente conozca y se sensibilice de su importancia y en el proceso ayude a la conservación, ingresan dinero que ayuda a mantener estos campamentos”.
Las tortugas, explicó, cumplen un importante papel en la cadena alimenticia como presas y como depredadoras, “la importancia de mantener estas poblaciones es debido a la disminución que se dio en los últimos años a causa de la cacería ilegal y la pesca, pero también a la pesca y la cacería legal”.
En cuanto a las cifras dio a conocer que entre los 40 campamentos tortugueros hay un aproximado de 37 mil nidos protegidos por temporada, según datos del año pasado, lo que significa 3 millones 348 mil nidos de los cuales el 80 por ciento eclosiona y es liberado. De este año aún no hay datos porque “el cambio climático ha retrasado la temporada, y también las lluvias atípicas han inundado o derribado corrales, apenas empezó la temporada”.
Mencionó que en Acapulco hay campamentos tortugueros de más de 35 años, uno es en playa Bonfil, otro en playa Ventura, “el de la UAG es uno de los que inició este proceso de conservación, inició la capacitación de muchos de los campamentos actuales, en Llano Largo (municipio de Benito Juárez), son los referentes, pero hay muchos nuevos”.
Entre los problemas que encontraron expuso, “una gran depredación de huevos y tortugas por perros y gatos en los campamentos que están cerca de las comunidades”.
“También tenemos depredación humana, el saqueo de huevos, de ejemplares adultos y eso afecta mucho a las poblaciones porque están quitando a individuos reproductivos, y ese problema es muy común en la mayor parte del litoral, por eso el trabajo de la Semaren para disuadir esta práctica, ahí tenemos mucho apoyo de la Policía Ecológica Estatal”, agregó.
En cuanto a las buenas experiencias dijo que hay campamentos que son parte de proyectos ecoturísticos que cuentan con buenos recursos humanos, materiales y de dinero, “algunos ponen bungalows, cabañas, algunos dan recorridos e invitan a la liberación de tortugas, pero no para todos es igual y no para todos es suficiente”.
“Varios campamentos hacen recorridos a pie muy pesados, y todavía hay que regresar cargando los huevos y sembrarlos. Nos están pidiendo cuatrimotos, algunos tienen algunas que están echas pedazos que les dieron en 2004, se necesita apoyo, hemos dado apoyos, pero básicos y estamos buscando cómo financiarlos”, dijo.
Advirtió, “la labor de los campamentos tortugueros es fundamental para la conservación de las especies, si dejamos a su suerte a las tortugas marinas en el estado se van a ver afectadas por la depredación de los humanos, de los animales. Si dejan de funcionar estamos condenando a las tortugas marinas a que sus poblaciones se vayan en picada y nos arriesgamos a perderlas en 10 años en el estado si se deja de apoyarlos”.
Texto: Rosendo Betancourt Radilla
