La actriz da una charla en España con Antonio Banderas y pone de ejemplo su papel en la película El diablo viste a la moda, en la que interpreta a una mujer con poder. La artista estadunidense recibirá este viernes el Premio Princesa de Asturias de las Artes
Ciudad de México, 19 de octubre de 2023. La actriz Meryl Streep, quien recibirá mañana viernes el premio Princesa de Asturias de las Artes, señaló en una charla la dificultad de muchos hombres de identificarse con un personaje femenino.
“Para una niña es fácil identificarse con Peter Pan, porque una niña no se identifica con Wendy”, explicó.
En ese sentido, señaló que con El diablo viste a la moda fue la primera vez que los hombres se sintieron identificados con un personaje suyo, pero fue por la actitud del personaje al ser la jefa, por lo que para el público masculino fue más natural establecer una conexión con ese personaje.
La estadunidense, acompañada del actor Antonio Banderas, participó ayer en la charla Sin guion. Encuentro con el público, enmarcado en los actos de la Semana de los Premios y celebrado en un Palacio de Congresos de Oviedo, que se llenó con más de 2 mil asistentes.
Sobre los cambios en la industria de Hollywood respecto a las minorías, con más protagonistas de origen latinoamericano o africano, Streep explicó que esto no se ha producido porque los dueños de las productoras vieron que podían ganar dinero con películas estelarizadas, por ejemplo, por superhéroes latinoamericanos.
“Hubo una serie de películas que no eran tan importantes, pero educaron a la gente encargada de los sets de que existía un público al que le interesaba esas historias”, dijo, para añadir que los responsables de las grande productoras suelen ser hombres blancos de 50 o 60 años a los que hay que demostrar que existen otras historias con la que pueden ganar dinero.
En el caso de películas protagonizadas e incluso dirigidas por mujeres, puso de ejemplo el reciente éxito de Barbie o, en su caso, de El diablo viste a la moda.
Habló también sobre la diferencia entre Europa y Estados Unidos respecto al apoyo institucional a la cultura o su proteccionismo. Explicó que su país es “políglota” y allí “nadie está de acuerdo con nada, por lo que es difícil conseguir esa unión y buscar un incentivo para hacer cualquier cosa.
“En Europa la literatura de cada país es muy profunda y lo nuestro es bastante reciente, principalmente del siglo XX. Todo lo de Estados Unidos desde hace mucho tiempo es con ánimo de lucro. La idea de un teatro nacional necesita una subvención del gobierno y el gobierno ni siquiera funciona en Estados Unidos”, sostuvo.
Comienzos
La actriz confesó que en sus comienzos tuvo “una relación de estira y afloja con la actuación. Cuando era más joven pensaba que era más frívolo ser actriz, cuando fui más mayor entendí que no era solo vanidad, que había algo más ahí”, aseguró.
Por eso, afirmó que no tenía claro desde pequeña que quería ser actriz e indicó que “la parte de celebridad” fue algo que todavía hoy le “aterroriza” y que, en su momento, nunca buscó, porque cuando llega “te desborda como un tsunami. Tendría que estar acostumbrada ya, pero no lo estoy. Hay muchas personas que quieren ser actores por esa razón y yo nunca quise eso”, indicó.
Así, ha señalado que además de recibir el amor por el teatro de su madre, fue al hacer teatro universitario por los pueblos cuando se produjo esa “conexión” con otras vidas y “la intención de filtrar lo que sé a través de vidas ajenas y recibirlo. Eso fue lo que me hizo entrar ahí”, expresó.
Respecto a su relación con los premios, destacó la importancia de recibir el Princesa de las Artes. “Este premio que me dan aquí es muy importante, por las personas que han recibido este premio, por hacer cosas reales”, precisó, para añadir que su contribución no puede compararse con aspectos como la microbiología molecular, “aunque entiendo lo que muchas personas sienten cuando van al cine o al teatro. Estoy muy emocionada por estar acompañada de todas las personas que han recibido este premio”, afirmó.
Texto: Europa Press / Foto: DPA
