20 octubre,2023 4:37 am

Sepultan en Buenavista, San Luis Acatlán, a Bruno; se armaron por necesidad, responden a AMLO  

 

Exigen la UPOEG y la CRAC justicia para el líder asesinado en Chilpancingo. Demandan a los gobiernos federal y estatal, “que dejen de simular su lucha contra la delincuencia y que cumplan con sus promesas de seguridad que tanto hace falta en Guerrero”. Unas 2 mil personas resguardadas por 200 policías comunitarios armados marcharon con flores amarillas, incienso y música de viento al cementerio donde también fue enterrado el chofer Abad Ruiz

 

 

San Luis Acatlán, Guerrero, 20 de octubre de 2023. Entre armas, música y exigencias de justicia sepultaron en esta comunidad al líder indígena Bruno Plácido Valerio y a su chofer Abad Ruiz García, asesinados el martes en Chilpancingo, y le contestaron al presidente Andrés Manuel López Obrador que si se armaron fue por la necesidad de organizarse para defender su vida y la de sus familias.

En esta comunidad ñuu’ savi (mixteca) salió el pueblo, las policías de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) y del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana (SSyJC) brazo armado de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), para exigir a los gobiernos de López Obrador y de Evelyn Salgado Pineda, “que dejen de simular su lucha contra la delincuencia y que cumplan con sus promesas de seguridad que tanto hace falta en Guerrero”.

El cuerpo del fundador de la CRAC, de la UPOEG y del SSyJC fue velado desde el miércoles y resguardado por policías comunitarios en su vivienda. Sus familiares colocaron su féretro en la sala principal, entre paredes de adobe y bajo un techo de teja.

A las 2 de la tarde su cuerpo fue sacado para llevarlo a la comisaría de Buenavista, donde al menos 2 mil personas y 200 policías comunitarios armados, realizaron una marcha fúnebre que fue cobijada por flores amarillas, incienso y música de viento que lo acompañó durante su camino al cementerio.

A la comisaría los dos féretros llegaron a las 3 de la tarde, en ese lugar tomó el micrófono Gonzalo Torres, el comandante G1, también fundador de la UPOEG, quien reclamó al presidente López Obrador que dijera que fue un error la creación de las autodefensas.

“Tiene razón el presidente, fue un error que los pueblos se armaran, pero el error fue del gobierno, por el vacío de poder, por eso tuvimos que tomar las armas para defender nuestra dignidad, nuestras familias y nuestro territorio”, señaló uno de los hombres más cercanos al dirigente indígena asesinado.

“Si las autodefensas se crearon y están, es porque las autoridades han dejado en el olvido a los pueblos y a merced del crimen organizado”, dijo.

Gonzalo Torres afirmó que desde el gobierno estatal salió la información de que Bruno Plácido se encontraba en las oficinas de la Secretaría de Salud, y con toda “la impunidad policiaca y del gobierno coludido con el crimen organizado lo entregaron, lo vendieron y lo mataron ante el amparo de las autoridades”.

 

Exigen la renuncia de la gobernadora por “tener un estado fallido”

Después habló Pedro Martínez Plácido, comisariado Ejidal de Buenavista, quien pidió la renuncia de la gobernadora Evelyn Salgado por “tener un estado fallido”.

También leyó un posicionamiento en el que resaltó que “con este asesinato perpetrado queda evidenciado el contubernio del gobierno de Guerrero y los narcotraficantes, quienes trabajan en concordancia para dar con el paradero exacto de las personas que les estorban para posteriormente ser asesinadas, así obtuvieron la información del lugar y la hora donde se encontraría Bruno”.

“La gobernadora de Guerrero Evelyn Salgado Pineda, quien deja ver su indiferencia ante el panorama desolador que se vive en Guerrero, sin hacer mención alguna del asesinato del dirigente Bruno Plácido Valerio, lo cual nos permite visualizar que no somos prioridad en su gobierno”, reclamó el comisariado.

Lamentó las manifestaciones en la conferencia matutina de López Obrador, que criticó el sistema de seguridad que se levantó en armas debido a un sistema de derechos fallido y por la necesidad de organizarse, “en el interior de nuestras comunidades para defender nuestro derecho primordial a la vida, nuestra vida y de nuestras familias”.

Al final de su mensaje los asistentes gritaron vivas para Bruno Plácido, seguidas por un “¡fuera AMLO!” y “¡muera el mal gobierno!”, ocupada en las comunidades del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas.

“Bruno y sus hermanos Tomás y Cirino nos enseñaron a luchar, nos trajeron el desarrollo al pueblo, las escuelas, las carreteras. Antes de que saliera a la luz el EZLN aquí recibieron al sub-comandante Marcos (ahora Galeano), aquí nació parte de esa lucha que gracias a ella hoy somos reconocidos, hoy somos respetados”, comentó un anciano de la comunidad que conoció a la familia Plácido Valerio.

A las 4 de la tarde fueron llevados los cuerpos a la iglesia del pueblo, donde les oraron, les cantaron y los despidieron con agua bendita que se roció a las dos cajas de madera.

En el templo el sacerdote Melitón Santillán Cantú reivindicó y aplaudió la lucha de Plácido Valerio, quien “logró muchos beneficios para las comunidades y fue asesinado por el mismo Estado al que le estorbaba”.

Una hora después abandonaron la iglesia de piedra, donde los comunitarios hicieron dos columnas y con sus armas arriba vieron pasar los dos ataúdes, que iban acompañados por mujeres na’ savi vestidas con sus tradicionales blusas bordadas, vestidos fluorescentes, flores y velas en las manos.

 

Bruno entregó su vida para los pueblos tuvieran condiciones dignas para vivir, se despide Abel Barrera

A las 5 y media llegaron al panteón de Buenavista, donde Bruno y Abad Ruiz tomaron caminos diferentes para ser sepultados.

En ese lugar donde la mayoría de la gente se soltó en llanto, habló el presidente del Centro de Derechos Humanos Abel Barrera Hernández, que dio su semblanza de lucha y le dio su última despedida.

“Tenemos que llevarnos el nombre de Bruno como una persona que entregó su vida para que este pueblo de Buenavista y los pueblos de la Costa y Montaña tuvieran condiciones dignas para vivir, se acabara la discriminación, se acabara la explotación, se acabara la marginación, todavía a pesar de las grandes luchas que han dado los pueblos, el pueblo de Buenavista y otros pueblos de acá vecinos, sin embargo, vemos que todavía no llega a la justicia entre los pueblos indígenas”, exclamó Barrera Hernández.

“Bruno en su mente siempre tuvo presente cómo lograr que en las comunidades indígenas hubiera agua, hubiera escuelas, hubiera hospitales, hubiera carreteras y hubiera trabajo, ese fue su sueño y ese sueño nunca lo dejó dormir tranquilo, porque sabía que tenía una gran responsabilidad también con los compañeros en su momento de la CRAC, vio que era necesario crear un sistema de justicia”, comentó ante la mirada de familiares, amigos y policías comunitarios.

“Se levantaron y crearon un sistema de justicia que ahora es de los pueblos, no le pidieron permiso al gobierno, ejercieron sus derechos y de ahí el legado de Bruno y de Cirino, porque ellos decían ‘no tenemos que pedir permiso al gobierno, porque ellos no nos pidieron permiso para engañarnos, para explotarnos’, no, ellos crearon junto con todo un movimiento de pueblos este sistema”.

“Bruno, hoy estamos aquí para honrarte, para reconocer tu legado, todo lo que hiciste por tu pueblo, sabemos que lo hiciste convencido de que solamente el pueblo organizado puede cambiar la realidad, muchos hablaron mal, dijeron que se estaba beneficiando personalmente, sabemos que eso no es cierto, sabemos en su casa de adobe de Bruno, que sus hijos, sus hijas no tuvieron los privilegios de poder tener una vida holgada, siempre trabajando y estudiando, y en su huerta vendiendo aguardiente, vendiendo café, vendiendo en la camioneta donde inició para poder sostener a la familia”, remarcó Abel Barrera.

“Por eso compañeros, tenemos que honrar esta trayectoria de Bruno y venimos acá a decirles que se va una persona en términos de su cuerpo, pero se queda su espíritu, se queda su trayectoria, se queda su memoria, se quedan sus hijos, se queda en este pueblo combativo, no los vamos a dejar compañeros, y ahora también pedimos justicia, no es posible que las autoridades estén indiferentes”, finalizó su mensaje que fue secundado por aplausos y gritos de “¡justicia!”.

A las 6 de la tarde en la caída del atardecer, Bruno y Abad fueron sepultados en el panteón de Buenavista, donde sus compañeros y policías comunitarios anunciaron movilizaciones en el estado para exigir el esclarecimiento del asesinato de su dirigente, mientras, respetarán los usos y costumbres para que sus cuerpos descansen en paz.

 

Texto: Lenin Ocampo Torres / Foto: Jesús Eduardo Guerrero