5 abril,2024 4:17 am

Sí estuvieron policías estatales, soldados y la GN antes y durante el linchamiento  

 

A las 9 de la mañana, más de tres horas antes de que estallara la violencia, los efectivos estaban desplegados en los pasillos y callejones del barrio de La Florida, cerca la casa de las tres personas señaladas como responsables del secuestro y feminicidio de la niña Camila

 

 

Chilpancingo, Guerrero, 5 de abril de 2024. En los hechos de Taxco que culminaron con el linchamiento de una mujer no solamente fueron rebasados los policías municipales –como lo han señalado los gobiernos federal y estatal– sino también los elementos de la Guardia Nacional y del Ejército, así como de la Policía Estatal, que estaban presentes desde temprano el Jueves Santo, en las calles donde vecinos se reunían frente a la casa en la que se sabía que fue secuestrada y asesinada un día antes la niña Camila, presuntamente para impedir la fuga de los responsables.

Una cronología de los hechos observados por este reportero, y las fotografías y videos difundidos en los medios y redes indican que los efectivos federales, estatales y municipales estuvieron en el lugar antes y durante el linchamiento de la presunta implicada en el crimen, y no hicieron algo para impedir que fuera golpeada por la multitud hasta causarle la muerte.

Los agentes se limitaron a observar el linchamiento de la mujer y la brutal golpiza en la vía pública a dos de sus hijos a quienes también pretendían linchar, uno de ellos menor de edad, remitido al Centro de Ejecución de Medidas para Adolescentes en Chilpancingo, y el otro de 21 años detenido y encarcelado en el penal de Tuxpan, Iguala, vinculado a proceso por el feminicidio de la niña Camila de 8 años.

El caso se hizo público a las 11 de la noche del miércoles 27 de marzo cuando familiares, vecinos y amigos instalaron un plantón en la avenida de Los Plateros número 68, en el barrio de La Florida,

A las 3:30 horas del jueves por la avenida pasó una camioneta del Servicio Médico Forense, y una hora después la familia fue notificada para que acudiera a la morgue a identificar a la menor.

Amaneció y el plantón continuó con unos 20 ciudadanos, el gobierno municipal colocó vallas metálicas en ambos sentidos para evitar la circulación.

A las 9 de la mañana, soldados, agentes de la Guardia Nacional en la patrulla marcada con 28109 y policías estatales ya se encontraban desplegados en los pasillos y callejones del barrio de La Florida, cerca de donde se encontraban en su casa las tres personas señaladas por los manifestantes como responsables del crimen contra la menor.

Un grupo de vecinas también permanecieron en todo momento afuera de la vivienda para evitar que los presuntos responsables se fugaran; esperaban su arresto por parte de las autoridades.

Minutos después de las 9 de la mañana, agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) y policías ministeriales subieron a la vivienda de los imputados con una supuesta orden de detención, pero dijeron que no pudieron ejecutarla por la falta de una orden de cateo.

El argumento fue que si entraban violarían sus derechos humanos y saldrían libres después por violarse el debido proceso.

 

Los agentes de la FGE se retiraron

A las 10 de la mañana, agentes de la Guardia Nacional y del Ejército se retiraron del barrio de La Florida, pero permanecieron cerca de la manifestación.

Luego llegó otro refuerzo de seis policías estatales.

A las 10:50 unos 12 vecinos subieron para presionar a los agentes de la Policía Estatal para que ingresaran a detener a los acusados.

Los policías contuvieron a los manifestantes; incluso, un comandante simuló llamar a un “fiscal” para decirle que se apresurara a llevar la orden de cateo porque la gente estaba “enardecida”.

Cada minuto que pasaba más personas se sumaban a la protesta.

Para ejercer presión los vecinos voltearon y pintaron la palabra “asesinos” en dos taxis que habían retenido en la noche. Se abstuvieron de prenderles fuego.

La espera de media hora se prolongó hasta las 12:40 de la mañana cuando los manifestantes decidieron entrar y su furia estalló. Los seis policías estatales se hicieron a un lado para permitir que la turba de hombres derribara techos, ventanas y la puerta de la casa para entrar.

Cerca en un pasillo había otro grupo de policías estatales que habían llegado de refuerzo, pero tampoco actuaron.

Cuando los imputados fueron bajados a la avenida fueron tomados por soldados y agentes de la Guardia Nacional, pero luego fueron dejados a los manifestantes.

Sólo seis agentes de la Policía Municipal estaban en el lugar, subieron a la batea de una patrulla a la mujer y a su hijo menor de edad, pero no los protegieron y fueron de nueva cuenta bajados y severamente golpeados por la muchedumbre.

Incluso permitieron que en la patrulla un hombre se subiera y pateara en la nuca a la mujer que luego fue bajada de los cabellos. En el asfalto fue pateada en la cabeza y estuvo a punto de ser rociada con gasolina.

Cuando se anunció que estaba por llegar la carroza con el cuerpo de Camila se detuvo la golpiza.

Al final agentes estatales, guardias nacionales y soldados se llevaron con dirección al sur en el punto conocido como Los Arcos a los dos hombres. Al mayor lo llevaron caminando, ensangrentado y sólo con una playera puesta. Al menor colgado de pies y manos, inconsciente. Los trasladaron a un hospital de Iguala.

Los policías de Taxco trasladaron en la batea de la patrulla 57044 a la mujer semidesnuda, bocabajo y desmayada.

Se fueron en sentido contrario de los otros detenidos con dirección a La Garita, para dirigirse a las instalaciones del Ministerio Público, donde declararon muerta a la mujer una hora después.

Durante la media hora que duró el linchamiento se contabilizaron seis policías preventivos, al menos 18 policías estatales, seis soldados y seis agentes de la Guardia Nacional observando los hechos.

 

Texto y foto de archivo: Luis Daniel Nava

 

 

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