24 junio,2024 7:20 am

“Si la gobernadora no puede, que se vaya”, dice el hermano de Acasio Flores; exigen justicia en el velorio

 

Malinaltepec, Guerrero, a 24 de junio de 2024.- En la velación del cuerpo del alcalde Acasio Flores Guerrero, indígena me’phaa privado de su libertad y asesinado por pobladores de la colonia Guadalupe, anexo de Alacatlatzala, los asistentes pidieron justicia y que no sea un caso más impune.

Su hermano Adonai dijo que si la gobernadora Evelyn Salgado Pineda “no puede con el cargo, que renuncie”, y también pidió el cese del subsecretario de Gobierno, Francisco Rodríguez Cisneros, y del secretario para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos, Abel Bruno Arriaga, por obstaculizar el rescate de su hermano, con el argumento de que negociaban con sus captores.

El hermano del alcalde asesinado dijo que están adoloridos y decepcionados de las instituciones y los gobernantes, porque su familia confió en ellas, “les dimos la oportunidad de hacer lo que les toca hacer” pero no intervinieron a tiempo.

“Gobernación, más que resultados obstaculizó, porque no hicieron lo que nuestros pobladores, la gente de confianza hizo, se animó a entrar a buscar a mi hermano, sin encontrarlo”, dijo en declaraciones.

Agregó que, mientras ellos seguían simulando con su mesa de diálogo, su hermano ya estaba muerto, porque según la versión de los testigos, desde el jueves perdió la vida, fue golpeado, torturado y escucharon las detonaciones de un arma de fuego.

También acusó de complicidad en el homicidio a las autoridades comunitarias de la colonia Guadalupe, anexo de Alacatlatzala, .

Remarcó que llamaron al 911, que esperaron que las autoridades hicieran lo que por protocolo les corresponde, pero les fallaron a ellos y a su hermano, que en vida siempre respetó las instituciones e inculcó a su familia el camino del diálogo.

Consideró que el gobierno con eso buscó controlar al pueblo, para que no se suscitara una masacre, pero el precio fue muy alto porque mataron a su hermano.

Señaló que el homicidio está motivado en el conflicto agrario, porque a su hermano lo culparon de ser el autor intelectual de los asesinatos de gente de Alacatlatzala, por ser líder y dirigente, en medio de un problema que tiene más de 50 años.

Por eso, lamentó que los tribunales agrarios no emitan resoluciones, “tal vez necesitan más sangre, tal vez necesitan más muertos”.

Ineptitud del gobierno estatal

Dijo que la comisión enviada por el gobierno estatal actuó con ineptitud, pues Francisco Rodríguez ni siquiera acudió al lugar, lo tomó como un asunto sin importancia: “Responsabilizo a la gobernadora por su negligencia, al no dar prioridad a la retención de un alcalde”, señaló.

Aseveró fue una burla lo que hizo Gobernación estatal, al decir que seguían en diálogo y su hermano estaba con vida, cuando los pobladores ya lo habían localizado en el trayecto que ellos supuestamente vigilaban. “Estuvo un día ahí, muerto”, afirmó.

“Terminaron con su dignidad y también con la nuestra, por lo que exigimos que el asesinato no quede impune, ni sea una estadística más”.

Exigió a la gobernadora que destituya al subsecretario Rodríguez por su incapacidad y falta de compromiso, así como al secretario de los Pueblos Indígenas, Abel Bruno.

Adonai responsabilizó a éste último, su paisano y ex presidente de Malinaltepec, que buscó la reelección en 2021 por Morena, pero perdió ante Acasio Flores, de obstaculizar la liberación de su hermano en la supuesta mesa de negociación, porque nunca hicieron nada, “por donde transitaban, en la carretera estaba el cuerpo de mi hermano”.

Además aseguró que Bruno Arriaga tiene una relación cercana con los comuneros de Alacatlatzala.

El conflicto agrario, el fondo del homicidio

La forma en que ocurrió la privación de la libertad y homicidio del presidente Acasio Flores, son fragmentos que se unen en los comentarios de los malinenses, que aún no asimilan lo sucedido con su autoridad; “lo hubieran detenido hasta golpeado, pero no matado”, dicen  y se preguntan “¿por qué la saña?”.

Lo que se cuenta es que se organizó la gira por tres comunidades: Monte Olivo, Santa Anita y colonia Guadalupe. Las autoridades comunitarias fueron avisadas dos días antes, para los preparativos.

Ese jueves iniciaron por la mañana en Santa Anita y Monte Olivo, cercanas a Alacatlatzala, sobre la carretera Tlapa-Marquelia, y concluirían en la colonia Loma Bonita, más distante, en la parte baja, donde el único paso hacia allá es atravesando Alacatlatzala.

La inauguración de las obras en las dos localidades ocurrió sin contratiempos. La avanzada de seis personas, se desplazaba en una camioneta blanca, en tanto el alcalde atendía a los pobladores na savi.

Al llegar a la delegación en Loma Bonita, para hablar con las autoridades, los trabajadores fueron retenidos, golpeados, amarrados y encerrados en los cuartitos que tiene adentro, por personas armadas y con el rostro cubierto, por lo que no pudieron reconocerlos.

Ahí permanecieron hasta que llegó la comitiva de Acasio Flores. No saben qué ocurrió afuera, hasta que los hombres armados y encapuchados entraron con el presidente, al que golpearon, tiraron al suelo, lo patearon y lo hicieron hincarse. No vieron si le dispararon, porque los sacaron de la oficina de la delegación. Sólo escucharon detonaciones.

Uno de ellos comentó que escuchó a quien coordinaba al grupo de hombres armados, quien le dijo a Flores Guerrero que si lo conocía, porque era hermano de uno de los muertos cuando ellos se metieron a sus tierras, en alusión a una emboscada ocurrida el 1 de noviembre de 2020 en la que murieron tres comuneros de Alacatlatzala y quedaron siete heridos.

El testigo, que llegó junto con el presidente, mencionó que al bajarse de la camioneta y dirigirse a la oficina de la delegación, fueron interceptados por los hombres armados con el rostro cubierto, que uno preguntó quién era el presidente y Acasio Flores respondió que él.

Al identificarlo lo sometieron, le gritaron y lo metieron a la fuerza a la sede de la delegación. Escucharon golpes y gritos.

Los hombres armados sacaron a los del grupo de la avanzada, que iban ensangrentados. Les dijeron que se fueran, apuntándoles con armas largas. Cuando se retiraban escucharon detonaciones, pero no vieron que pasó, porque todo ocurrió dentro de la oficina.

La familia, al ser informada, pidió la intervención inmediata de las autoridades estatales, por las detonaciones de las armas y los antecedentes del conflicto agrario entre Alacatlatzala y Malinaltepec, sobre todo porque Acasio Flores era el presidente del Comisariado de Bienes Comunales cuando se recrudecieron los enfrentamientos, con muertos y desaparecidos.

Pobladores de Malinalepec contaron que soldados del Ejército y elementos de la Guardia Nacional fueron al lugar, pero como no “pudieron entrar, porque estaba cerrado con piedras”, solo estuvieron un tiempo y se replegaron al crucero de Malinaltepec, que está a unos 5 kilómetros de Alacatlatzala.

Se quejaron de que no hubo investigación, que alargaron las cosas, dando tiempo para que los perpetradores del homicidio reaccionaran sacando el cuerpo de la colonia Guadalupe en la misma camioneta del Ayuntamiento que llevaba el grupo de avanzada, y dejándola a orillas de la carretera a Tlapa.

El vehículo estaba a unos 2 kilómetros de distancia de Alacatlatzala y a 3 del crucero de Malinaltepec, donde se instalaron las fuerzas de seguridad y las personas que intervenían para buscar que dejaran libre al alcalde.

Pobladores de Malinaltepec entraron a la colonia Guadalupe, el viernes, sin encontrar a nadie en la delegación, ni al presidente Acasio Flores, pero sí las casas cerradas, y pese a eso, el gobierno seguía con su postura de entablar el diálogo.

Dijeron que durante esa búsqueda un profesor vio la camioneta blanca, que le pareció sospechosa y se bajó para revisar. Ahí se dio cuenta de que del lado del copiloto estaba una persona muerta.

Eran las 2 de la tarde cuando el maestro informó a las autoridades y le dijeron que el Ministerio Público verificaría la información, pero esa espera se alargó hasta las 10 de la noche. En ese lapso, los enviados del gobierno seguían negociando para saber las condiciones físicas en que se encontraba el presidente.

Integrantes de la comitiva del alcalde dijeron que éste fue asesinado por vecinos de colonia Guadalupe el mismo jueves en el momento que escucharon las detonaciones, porque su cuerpo tenía golpes y un disparo en la cabeza.

Aseguraron que los asesinos aprovecharon la noche, la neblina que cubre la zona y la nula vigilancia que supuestamente hacían la Guardia Nacional, Ejército y Policía Estatal en la zona.

Integrantes de las fuerzas policiacas comentaron que vieron la camioneta parada a un costado de la carretera, la noche del jueves, pero no le dieron importancia. En la mañana del viernes ahí seguía, sin darle importancia nuevamente “porque estaba bien estacionada”.

Las fuerzas policiacas pasaban de largo, al igual que las autoridades. Es una curva cerca de unos viveros.

El luto en la cabecera municipal por “Cachito”

El domingo, al llegar a la cabecera por Loma de Faisán, lo primero que se vio fue a personas con coronas de flores, que luego llegaron a pie a la casa de dos pisos y una pequeña terraza de Flores Guerrero. Eran autoridades administrativas y religiosas que acudieron a dar el pésame a la familia, así como rendir homenaje a su autoridad. Llevaban cajas de frutas y refrescos.

La mayoría de las personas que se veían en las calles ceercanas venía de la casa de Acasio Flores, a un costado de la iglesia, en el centro del poblado, donde se colocaron lonas y sillas. Las bandas de música de viento se escuchaban a lo lejos, tocaban al mismo tiempo temas distintos. Eran más de 10.

Los que llegaban hacían fila para entrar de manera ordenada y dar el pésame a la familia. Su esposa Deyanira Bernardino Arzate e hija se mantuvieron a un costado del ataúd. Les entregaban veladoras y flores; algunos dejaban dinero en una jícara.

El ataúd estaba en el centro de la casa, cubierto por el escudo de Malinaltepec. Le pusieron el bastón de mando y el sombrero calentano que usaba el alcalde. En la pared, una fotografía suya y la figura de San Miguel, santo patrón del pueblo. Una banda tocaba El Rosario.

En las afueras, cubrían las paredes decenas de coronas de em-presas constructoras, de familias, de presidentes municipales, como el electo de Malinaltepec, Jhon Navarro; de comisarías y delegaciones. Algunas le agregaron la exigencia de justicia y su fotografía.

En la casa colgaba una manta: “Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, la comisaria de Aviación exige justicia inmediata por el secuestro y asesinato del presidente municipal Acasio Flores Guerrero, descanse en paz”.

En el cierre de la calle unas cartulinas: “Vuela alto Cachito, duele tu partida, siempre vivirás en nuestros corazones, exigimos justicia, ni perdón ni olvido. La Ciénega exige Justicia”.

En los alrededores, estaban policías comunitarios de la CRAC-PC y de la Policía Estatal.

Llegaron la alcaldesa de Tlacoachistlahuaca, Yareth Saraí Pineda Arce, los alcaldes de Tlapa, Gilberto Solano Arreaga, San Luis Acatlán, Adair Hernández Martínez y Atlamajalcingo, Camilo Cano Guzmán. La de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández envió una corona de flores.

Se afinca la violencia en la Montaña con feminicidios, desapariciones y asesinatos

La violencia en la región Montaña aumenta de manera considerable con feminicidios, desapariciones y asesinatos, problemas que se visibilizaron durante el pasado proceso electoral, con crímenes cometidos contra aspirantes, candidatos y simpatizantes de partidos.

En el último año ocurrieron 11 asesinatos contra aspirantes, candidatos, alcaldes y personas cercanas al proceso electoral.

El caso más reciente fue el del alcalde de Malinaltepec, Acasio Flores Guerrero, asesinado después de ser privado de la libertad por pobladores de la colonia Guadalupe, un anexo de la comunidad Alacatlatzala.

El hecho consternó a la población de la Montaña y a funcionarios federales y estatales, que lo condenaron y exigieron justicia, como el titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Adelfo Regino Montes, quien escribió en sus redes sociales: “Duele e indigna el lamentable homicidio del hermano me’phaa Acasio Flores Guerrero, presidente municipal de Malinaltepec, en la Montaña de Guerrero. ¡Me sumo al clamor de justicia y que los responsables sean sancionados por este atroz homicidio! Les hago llegar un abrazo a sus familiares y amigos”.

En otro hecho ocurrido en la Montaña, una semana antes del homicidio de Flores Guerrero, fue asesinado Isabi Ortiz, hijo del ex alcalde perredista de Metlatónoc, Felipe Ortiz Montealegre, y en represalia por el crimen, pobladores lincharon a los tres presuntos pepetradores.

El 27 de mayo fue atacado a balazos el candidato a alcalde de Cochoapa el Grande, Albino Gómez Vázquez. El hecho ocurrió al concluir su cierre de campaña, y en la agresión falleció quien era el coordinador de su campaña, Felipe Chávez.

En marzo, asesinaron afuera de su domicilio a Tomás Morales Patrón, fundador de Morena en Chilapa y aspirante a la alcaldía de este municipio; una semana después, el regidor morenista de Chilapa y también aspirante a la alcaldía, Antonio Crespo Bolaños, fue asesinado a balazos en el centro de la cabecera municipal.

Aunque no se registró como un hecho de violencia, en febrero el regidor de Cualac y aspirante a la alcaldía, Manuel Arriaga Rosendo, fue hallado muerto en su domicilio. La versión oficial es que falleció por una broncoaspiración.

En febrero fue asesinado a balazos Abraham Ramírez Rincón, fundador de Morena en Huamuxtitlán, promotor del Frente Ciudadano por la Seguridad que en el 2012 participó en la liberación de 18 personas que fueron privadas de su libertad.

Era el padre de Rosalba Ramírez García, quien fue la candidata de Morena a la alcaldía de dicho municipio, que en las elecciones del 2 de julio perdió contra el emecista, Daniel Mendez Flores.

El 25 de enero, el aspirante perredista a la alcaldía de Atlixtac, Marcelino Ruiz Esteban, y su esposa, quien era consejera estatal del PRD, Guadalupe Guzmán Cano, fueron asesinados a balazos en la carretera federal Chilapa-Tlapa.

En noviembre de 2023, el militante del PAN y ex regidor de Zitlala, Jaime Dámaso Solís, fue asesinado a balazos afuera de su casa, en la cabecera del municipio.

Feminicidios, otro tipo de violencia en la Montaña

La violencia política no es la única que se observa en la Montaña. Los feminicidios son crímenes violentos que se comenten sin que haya justicia y castigo a los responsables.

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan contabiliza, de 2014 a la fecha, 100 casos de feminicidios, de los cuales la Fiscalía General del Estado (FGE) sólo ha liberado nueve órdenes de aprehensión.

Uno de los casos de feminicidios más recientes fue el de Griselda Martínez Morán, quien fue asesinada a puñaladas en su departamento, en Tlapa, la noche del jueves 22 de febrero.

Otro caso es el de María Margarita Vargas Florentino, asesinada el 2 de diciembre en Copanatoyac, presuntamente por su ex pareja, Pavel Bernabé Rosendo, quien la asfixió en su casa, en presencia de sus dos hijas, de once y siete años.

Algunos otros casos de feminicidios en la Montaña, de los que se tiene registro, son el de las hermanas Kenia y Avelina Olivares López, asesinadas por Fernando Reyes Olivos, pareja de Kenia, en julio de 2022.

Uno más, ocurrido en Tlapa, fue el de Celia Mendoza Gallardo, asesinada frente a sus hijos después de discutir con su ex pareja, en abril de 2023.

Desaparecidos

En junio de 2023, durante la octava jornada de búsqueda que realizó el Colectivo Luciérnaga, de familiares de personas desaparecidas, en las inmediaciones de Tlapa, se hallaron 11 restos óseos.

El hallazgo se dio en un paraje al sur de Tlapa, ya en la periferia de la ciudad, y de acuerdo con información recabada por el Colectivo Luciérnaga, en esa zona hay casas de seguridad donde grupos delictivos retienen a personas secuestradas.

Los restos óseos hallados en la fosa clandestina, son sólo una parte del problema de la desaparición de personas en la Montaña.

A inicios de este 2024 desapareció una familia entera de indígenas nahuas, en el municipio de José Joaquín Herrera, ubicado en la zona conocida como Montaña baja.

Se trató de Cecilia Gaspar Hernández, de 50 años; su esposo José Teodoro Domingo Ortiz, de 52, y sus hijos Roberto y Gaudencio, de 30 y 22 años, respectivamente, que fueron secuestrados en el punto conocido como Zacatepec, donde pastoreaban su ganado. Esto, de acuerdo con las denuncias, realizadas en su momento por la la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF).

Luego de 24 días de la desaparición, los cadáveres de la familia fueron hallados por la FGE sobre la carretera Chilapa-Tlapa.

En febrero fue asesinado a balazos Abraham Ramírez Rincón, fundador de Morena en Huamuxtitlán, promotor del Frente Ciudadano por la Seguridad de Huamuxtitlán, que en 2012 participó en la liberación de 18 personas que fueron privadas de su libertad. Además era padre de Rosalba Ramírez García, quien fue la candidata de Morena a la alcaldía de dicho municipio, que en las elecciones del 2 de julio perdió contra Daniel Méndez Flores de MC.

Texto: Carmen González Benicio / José Miguel Sánchez / Foto: Carmen González Benicio