4 mayo,2024 5:07 am

Sí se alertó de Otis, pero su intensificación sorprendió a todos, dicen en foro de la UNAM

También la falta de equipo especializado para monitorearlo, los problemas en la difusión del alertamiento a la sociedad de su impacto y la desestimación de la población acapulqueña a los posibles riesgos, causaron el desastre

Ciudad de México, 4 de mayo de 2024. Durante un foro sobre el huracán Otis en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), académicos y funcionarios federales comentaron que la intensificación tan rápida del meteoro del 25 de octubre dificultó su pronóstico, pero también apuntaron a la falta de equipo especializado para monitorearlo, los problemas en la difusión del alertamiento a la sociedad de su impacto y la desestimación de la población acapulqueña a los posibles riesgos.

El foro El huracán Otis y reflexiones para la próxima temporada, fue organizado por el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, en conjunto con la Coordinación de la Investigación Científica, el Conahcyt y la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC); fue transmitido por Internet y se extendió por cuatro horas.

El director de Atención de Emergencias de la CNPC, Eliseo Malacara Castillo, comentó su experiencia en la avenida Costera, la cual circuló en un automóvil con sus empleados hasta las 11:30 de la noche del 24 de octubre y se refugió en una agencia de autos usados, donde estaba un vigilante y su esposa; todos terminaron en un baño, donde llegó un hombre herido.

La mujer le comentó al funcionario federal que sí supo de la llegada de Otis, pero lo desestimó porque cada año se anuncia un huracán y no pasa nada, a lo que Malacara Castillo expuso al público reunido ayer en un auditorio: “Otis nos enseñó a que las respuestas locales fueron rebasadas, hubo experiencias al tipo de respuesta (que) debieron haber hecho, consideraron en algunos casos resguardar a sus unidades y esperar a que pasara el huracán para operar; no pudieron porque cayeron árboles, espectaculares, torres de luz, todo eso cayó y les impidió moverse inmediatamente”.

Consideró que los saqueos ocurrieron “por falta de una organización de la capacidad de respuesta de seguridad, la experiencia nos ha mostrado que hay que siempre mantener seguridad, hemos contenido saqueos en Cancún, en Los Cabos”; y otro problema es la falta de claridad sobre qué institución va a atender a los turistas.

“Alertamientos sí hay de los fenómenos, lo que nos falta es hacer la conciencia del riesgo en las autoridades locales y en la población, creo que eso nos va a ayudar a minimizar las lamentables pérdidas que tenemos”.

Insistió en que faltó una conciencia del riesgo porque la mayoría de los fallecidos y los desaparecidos fueron en el mar y resaltó que el Sistema de Alerta Temprana para Ciclones Tropicales “sí se emitió, hubo alertamiento, pero aún así, nos faltó llegar a concientizar mucho a la gente”.

Enfatizó que el huracán Otis no sólo provocó fuertes vientos, sino agua que ocasionó el desbordamiento de dos arroyos, “que no tuvieron mantenimiento preventivo adecuado, estaban azolvados, y todo ese azolve bajó y nos provocó inundaciones en las casas”.

El director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Enrique Guevara Ortiz, explicó que existen cuatro componentes consensuados internacionalmente que deben contener los sistemas de alerta temprana:

El primero es el conocimiento del riesgo del fenómeno en los sistemas expuestos y sus vulnerabilidades, es decir, las estimaciones del impacto, “en el caso de Otis, impactó en infraestructura hotelera, impacto en infraestructura pública, en vivienda, qué tan vulnerables son”.

El segundo componente es el monitoreo y los pronósticos de la ocurrencia del fenómeno y el tercero son los mecanismos de comunicación y difusión; “avisos y alertamientos hubo, muchos, por todos lados, también el estado, también el municipio, en la medida de sus capacidades hicieron alertamiento”, afirmó.

“Pero la verdad es que muchas personas, o no percibieron de una manera adecuada el riesgo o no se comunicó de una manera adecuada justamente ese riesgo, o no se enteraron; hay quienes no consultan redes sociales, no ven las conferencias de prensa que dio la Coordinación Nacional y el Servicio Meteorológico Nacional”.

Indicó que hubo perifoneos en las playas, pero “la gente ni se inmutó, lo mismo pasó en las embarcaciones, se dio el aviso a Capitanía de Puerto”; insistió en que sí hubo alertamiento, pero se tiene que mejorar la comunicación y la difusión.

El cuarto componente de un sistema de alerta temprana es la capacidad de respuesta de las autoridades porque un huracán como el Otis puede volver a suceder en Acapulco, “entonces estamos a buen tiempo de irnos preparando, de aprender de las experiencias que se tuvieron”.

La investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, Graciela Binimelis de Raga, dijo que “Otis ya había empezado su intensificación antes de lo que se observaba a partir de la estimación satelital” y el pronóstico del huracán falló porque el meteoro “estaba demasiado lejos para que los radares que están a lo largo de la costa vieran la intensificación”, ahondó.

Comparó que en el huracán Patricia de 2015 se pudo corregir su pronóstico por el uso de aviones caza huracanes, “es la única forma de saber realmente cómo pronosticar correctamente”, y luego planteó que el país debe invertir en “infraestructura y capacitación para lograr crear un centro mexicano de meteorología tropical”.

Del mismo instituto de la UNAM, Christian Domínguez Sarmiento, dijo que “los desastres son socialmente construidos” y agregó que el huracán Otis “no es el desastre, sino el empobrecimiento, el aumento de la mortalidad, la pérdida de recursos productivos, fragmentación de la comunidad, como le pasó a Acapulco”.

La académica propuso que los pronósticos deben ser de impacto, “es decir, de decirle a la gente, se te va a inundar donde tú vives, va a haber deslizamientos” donde haya el riesgo, y luego sostuvo que la reconstrucción de Acapulco debe incluir edificar más albergues.

El subgerente de Pronóstico Meteorológico del Servicio Meteorológico Nacional, Rafael Trejo Vázquez, mostró en gráficas la evolución de Otis a partir de las 9 de la mañana del 24 de octubre, cuando era una tormenta tropical con vientos de 110 kilómetros por hora; a las 12 de la tarde era huracán categoría 1 y a las 10 de la noche era categoría 5, que golpeó al municipio con rachas de viento de 330 kilómetros por hora.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió 28 avisos de ciclón tropical publicados en su página de Internet y Twitter, pero “en todos los modelos numéricos nunca vieron la intensificación tan rápida que tuvo Otis que fue de menos de 12 horas, de pasar de tormenta tropical a un huracán categoría 5”, lo que no ocurría antes del huracán Patricia, que golpeó a México en 2015.

“Desafortunadamente Otis rompió muchos récords históricos”, como el de mayor intensificación en 12 horas, el de mayor categoría en el Pacífico mexicano y Nororiental, y el segundo más intenso del país, empatado con el huracán Gilbert de 1988.

Indicó que es importante tener una red de radares, pero el de Acapulco estaba “siniestrado” antes de Otis, pero se va a echar andar más adelante; aun así, el huracán “fue muy explosivo, que desafortunadamente a todos, a todos, nos tomó por sorpresa, nunca esperábamos que se fuera a intensificar en 12 horas”.

El jefe del Servicio Mareográfico Nacional del Instituto de Geofísica de la UNAM, Octavio Gómez Ramos, destacó que la ráfaga de viento más alta que se vivió fue de cerca de 330 kilómetros por hora, la séptima cifra más alta “en toda la era instrumental de vientos medidos en tierra”.

El director de Meteorología de la Secretaría de Marina (Semar), Arturo Caracas Uribe, indicó que a las 9 de la noche, la estación meteorológica de la isla de La Roqueta todavía marcaba vientos de 15 nudos a pesar de que ya era categoría 5; “a esa hora todavía veíamos por las cámaras que la gente estaba caminando en Acapulco, disfrutando”.

En la inauguración, la directora del Conahcyt, María Elena Álvarez Buylla, dijo que el huracán Otis da datos para predecir de mejor manera y con más tiempo estos fenómenos, y comentó que el 7 de noviembre se creó un grupo interinstitucional de especialistas en huracanes y representantes de los gobiernos federal y estatal.

Texto: Ramón Gracida Gómez/Foto: El Sur