8 abril,2018 11:30 am

Sin rejas, con baño y aislada: así es la celda en la que está Lula 

Texto: DPA/ Foto tomada del diario peruano El Comercio

La celda en la que Luiz Inácio Lula da Silva permanecerá detenido, en la sureña ciudad de Curitiba, fue especialmente preparada para él por la Policía Federal (PF) y se hizo con la idea de garantizar el aislamiento del ex presidente de Brasil.
De acuerdo a lo informado por el diario “O Globo”, la celda, de 15 metros cuadrados, se estaba preparando desde hacía dos meses. Es un cuarto reservado en la sede de la Superintendencia de la PF, “una especie de sala de Estado Mayor”, según explicó Sérgio Moro, el juez que expidió la orden de arresto.
La habitación era usada anteriormente para alojar a policías que venían de otras ciudades para participar en operativos en Curitiba, por lo que no tiene rejas y cuenta con baño propio, además de cama, una mesa, una silla y una ventana que da a un patio interno. Agentes penitenciarios permanecerán en la puerta del lugar 24 horas al día.
En las celdas de la Superintendencia se encuentran otros presos condenados por el caso de corrupción conocido como “Lava Jato” (“Lavado de autos”), entre ellos el ex ministro Antonio Palocci, quien ocupó la cartera de Hacienda durante la primera presidencia de Lula.
La celda del ex mandatario se encuentra en el cuarto piso del predio, por lo que está separada de todas las otras, ubicadas en otro nivel. El ambiente, según declaró Jorge Chastallo Filho, jefe de Custodia de la PF local, es “agradable, humanizado y tranquilo”, y no hay cámaras en su interior.
El ex líder sindical contará con dos horas diarias para salir a tomar sol y le servirán tres comidas al día, en platos desechables y con cubiertos de plástico.
Las visitas de sus familiares se harían los miércoles, en un horario exclusivo, a diferencia de los demás presos del “Lava Jato” que ven a sus parientes simultáneamente en un mismo salón.
En respuesta a un pedido de la prefectura local, un juez de Curitiba dictó una medida para evitar las aglomeraciones de gente cerca del edificio. Incluso, cuando Lula arribó el sábado a su celda, la Policía Federal dispersó con gases lacrimógenos una manifestación en su apoyo, lo que dejó un saldo de varios heridos.

 

Nace “Lula Libre”, el campamento a pocos metros de la celda del expresidente

Menos de doscientos metros separan la celda donde está recluido Luiz Inácio Lula da Silva del campamento que han levantado hoy sus simpatizantes con la intención de que permanezca en pie hasta que vean en libertad al exmandatario brasileño.
“Lula libre”, así bautizó la militancia reunida en un cruce del barrio de Santa Cândida, en la zona norte de la ciudad de Curitiba (sur), el improvisado cuartel que comenzó a tomar forma en la mañana de este domingo con la distribución de tareas y la instalación de las primeras carpas.
El objetivo, resistir hasta conquistar la libertad de su líder porque “en este país todo funciona con presión”, afirma Roberto Baggio, coordinador del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en el estado de Paraná.
El campamento espera la llegada de más de 30 autobuses de distintas partes de Brasil cargados de seguidores del tornero que se transformó en presidente y mito de la izquierda latinoamericana y hoy está confinado en una celda de 15 metros cuadrados para cumplir una pena de 12 años y 1 mes de prisión en régimen cerrado por corrupción y lavado de dinero.
“Estamos en vigilia permanente por la libertad de Lula. Mientras él esté, nosotros nos quedaremos”, asegura a Efe Vanda Santana, miembro de la ejecutiva paranaense del Partido de los Trabajadores (PT), que fundó en 1980 Lula, su máximo e indiscutible líder.
La pasión de sus fieles continúa intacta a pesar de la histórica imagen de protagonizó anoche con su entrada en prisión en la sede la Policía Federal de Curitiba, que amaneció hoy blindada por medio centenar de agentes militarizados que han establecido un perímetro de seguridad a cada lado del recinto.
Bartiria Leima da Costa, de 62 años, está recién llegada de Río de Janeiro después de 18 horas de autobús y dice a Efe que ella “también es Lula” porque se siente criminalizada al defender, como su ídolo político, los derechos sociales.
“Nuestra Constitución está siendo rasgada. Es momento de lucha y resistencia. Tenemos certeza de que Lula no va a permanecer mucho tiempo aquí. Va a salir pronto”, asevera.
“No vamos a parar nuestra movilización hasta que vuelva a su casa”, añade.
Nelsa Fietkoski, de 52 años, y Waldir Cardoso, de 44, viven en el interior de Paraná y ya han pasado su primera noche en una tienda de campaña en compañía de amigos y una guitarra española.
“Nos están quitando nuestra democracia”, expresa el segundo.
Fietkoski afirma que se siente en la obligación de “luchar por Lula”, una “figura honesta” a pesar de los siete procesos penales que acumula en la Justicia, la mayoría por corrupción.
“Si hizo algún error fue poco, ¿no te parece?”, comenta.
También pernoctó Rilary Stefany, una estudiante de enseñanza media que nació solo dos años antes de que Lula llegara por primera vez a la Presidencia de Brasil.
“Le juzgan por corrupción, pero la verdad todos somos corruptos. Los que hablan que no es porque no han tenido la oportunidad. Yo, por ejemplo, cuando no hago un trabajo del colegio y pido el de mi colega y lo entrego como si fuera mío, eso es corrupción para mí”, alega.
El campamento ha establecido comités para adquirir cierta funcionalidad, como un equipo de disciplina, cocina, salud, limpieza y hasta un departamento de comunicación para atender solo, “de forma muy cariñosa, a la prensa de la clase trabajadora”, según explicó Baggio en un discurso a la militancia.
La motivación de la marea roja que empieza a tomar posiciones contrasta con la desconfianza de los vecinos de la zona.
Una de ellas es Ney Fátima, de 59 años, quien comenta a Efe que estos días son “complicados” y considera “una falta de respeto” la concentración permanente a favor de Lula.
“A ellos también les robó”, reclama.
Los organizadores dijeron que respetarán la ley del silencio desde las 22.00 de la noche hasta las 06:00 de la mañana y que no dificultarán el acceso de los moradores a sus casas.
El campamento en Curitiba se complementa con otro montado cerca de la Corte Suprema, en Brasilia, la capital del país, para “exigir”, dice Baggio, a sus once magistrados para que “den la libertad a Lula y paren de perseguirlo”.
 

Prohíben acampar cerca de la prisión de Lula

Manifestantes afuera de la prisión de Curitiba

La Policía Federal (PF) de Curitiba reforzó hoy su esquema de seguridad en los alrededores de la Superintendencia local, en donde se encuentra preso desde el sábado por la noche el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La decisión de la PF se tomó tras los incidentes registrados en el momento en que Lula llegó al local. Un enfrentamiento entre la fuerza pública y manifestantes que apoyaban a Lula dejó nueve personas heridas.
Para evitar nuevos enfrentamientos, la PF dispuso un cordón policial de una cuadra alrededor de la Superintendencia. Sólo podrán pasar los residentes del lugar (con comprobante si poseen carros) y aquellas personas que van a la comisaría, pero no los manifestantes.
Durante la mañana de hoy, seis autobuses arribaron al campamento que ya montaron organizaciones sociales afines a Lula a aproximadamente 500 metros del local donde se encuentra el ex presidente. Se espera que en los próximos días lleguen otros 40 vehículos provenientes de diversas regiones del país.
Según estimaciones de la estatal Agencia Brasil, el campamento podría reunir a más de mil 500 personas, que ya avisaron que se manifestarán en los próximos días para pedir la libertad del ex mandatario.
Roberto Baggio, perteneciente al Frente Brasil Popular, dijo: “Nuestra orientación es no aceptar provocaciones. Quienes están a favor de la prisión de Lula nos tiran cerveza, nos hacen bromas, pero no vamos a responder”.