La emitió desde el 16 de agosto luego de que la madre presentó una queja contra una maestra de un kínder de Chilpancingo y contra una alumna por bullying y agresiones físicas
Chilpancingo, Guerrero, 31 de octubre de 2022. Una niña indígena me’phaa (tlapaneca) sufrió, por hablar su lengua y su aspecto humilde, discriminación de su maestra del jardín de niños Rosaura Zapata, quien llegó a jalonearla y a gritarle “vaca gorda”; además, padeció bullying y agresiones físicas de una de sus compañeras, situación que permitió la directora.
Derivado de ello, la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) emitió la recomendación 0381/2022, el 16 de agosto, a la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), misma que, a más de dos meses, no ha dado respuesta.
Para reservar su identidad, el organismo asienta claves para designarlas: Q a la madre de la menor, N1 a la menor discriminada y agredida; así como N2 a la menor que cometió el bullying; SPR1 a la maestra y SPR2 a la directora del jardín de niños.
En la recomendación se establece que en el escrito de queja, Q denunció que N1 sufrió la discriminación y las agresiones en 2020, cuando cursaba el primer año de educación preescolar en el jardín de niños Rosaura Zapata, de la colonia Ruffo Figueroa, de Chilpancingo.
Denunció que desde el inicio, su profesora le comentó que N1 en ocasiones no hablaba español, sino “en dialecto tlapaneco”, por lo que le pidió que ya no le hablara “en dialecto”, sino en español, para que entendiera las clases.
Agregó Q que días después su hija se quejó que su compañerita, que le hacía groserías, le jalaba el cabello y en una ocasión llegó a morderla, “entre otras cosas”, sin que la maestra hiciera algo para evitarlo.
La madre de la menor contó que en una ocasión, sin precisar la fecha, su hija llegó mordida en la parte superior del brazo izquierdo y le dijo que su compañera la había agredido. Aseguró que después de que la curó, la huella estuvo visible por cinco días.
En otra ocasión, el 18 de febrero de 2020, la madre de la menor mandó a su otra hija a traer a N1 al jardín de niños, pero más tarde una madre le avisó que fuera rápido al jardín, porque N1 estaba sangrando de la cabeza y que la tenían en la dirección de la escuela.
Al llegar, la maestra le dijo que se había caído, pero al investigar, se enteró de que su compañerita la empujó sobre una mesa, y en seguida la maestra “con voz fuerte” le dijo “siéntate N1, deja de andar corriendo. Eso te pasa por andar de traviesa”, sentándola en una silla y después la llevó con la enfermera de la escuela, para que la curaran, “sin que el centro educativo le brindara atención médica adecuada”.
En otra ocasión, N1 le pidió a su madre que la cambiara de jardín, porque su maestra no la quería y que se portaba mal con ella; “me sienta a fuerza, me jala la bolsa, me grita fuerte diciéndome: siéntate N1, no andes de traviesa eso les pasa a las vacas gordas”.
La madre de la menor informó, en su escrito a la Codehum, que pidió su cambio a otro grupo para evitar confrontación con la maestra, pero la directora se negó y le advirtió que hiciera lo que quisiera, no se podía hacer el cambio.
Dijo que pidió entonces que interviniera para que su hija ya no siguiera siendo objeto de violencia y malos tratos.
Por la falta de intervención, tanto de la maestra como de la directora, la madre de la menor presentó la queja ante la Codehum y el 4 de marzo de 2020, el organismo pidió en el oficio 195, a la maestra y a la directora el informe de los hechos.
Sin embargo, profesora y directora negaron los hechos y hasta reprocharon que “no es correcto que la madre de la niña, responsabilice a N2 de agresiones en agravio de N1, porque a veces suceden accidentes debido a la interacción con compañeros al jugar, como le pasó a N1 cuando corría en el aula de clase, se resbaló y se golpeó la cabeza con la mesita de madera”.
Después, en el oficio 24, el 11 de marzo, el organismo solicitó a la Dirección General de Educación Inicial y Preescolar de la SEG, la aplicación de las medidas cautelares a favor de la menor agredida.
Por la falta de respuesta, el 11 de agosto pasado, el secretario técnico de la Comisión, Miguel Ángel Sebastián Ríos, informó al titular de la SEG, Marcial Rodríguez Saldaña, la emisión de la recomendación 0381/2022.
El organismo determinó que en el caso hubo violación al derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y vulneración al derecho al trato digno.
En la recomendación, se pide al titular de la SEG que se diseñen e implementen los mecanismos, lineamientos y demás acciones previstas la Ley 1256, para la Promoción de la Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar del Estado de Guerrero, con el fin de combatir y prevenir la violencia en el entorno escolar, para evitar casos como el de N1.
Además, recomienda instruir a quien corresponda que se proporcione atención psicológica a N1, con motivo de los daños que se pudieron haber causado por las agresiones de que fue objeto en el jardín de niños Rosaura Zapala.
También que giren instrucciones a quien corresponda, para que se impartan cursos de sensibilización, capacitación y actualización al personal directivo y docente del jardín de niños Rosaura Zapala, en relación con la prevención de la violencia en el entorno escolar.
Se recomienda igualmente designar a la persona servidora pública de alto nivel de esa secretaría, quien fungirá como enlace con esta comisión, para dar seguimiento al cumplimiento de la presente recomendación “y en caso de ser sustituido, deberá notificarse personalmente a este organismo”.
El organismo dio conocimiento del caso a la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas, “a fin de que N1, tenga acceso a los derechos previstos en la ley que rige a esa instancia”.
Por último, pide a la SEG que informe sobre la aceptación de la recomendación, dentro del plazo de 15 días naturales contados a partir de la notificación, que fue el 11 de agosto, y a partir de entonces cuentan otros 15 días hábiles, para que presente las pruebas que demuestran el debido cumplimiento.
En caso de no aceptarla, la SEG deberá fundar o motivar el rechazo.
Sin embargo, hasta el viernes pasado, familiares de la víctima se quejaron de que no había tenido mayor repercusión esta recomendación, incluso, desconocían si había sido aceptada o rechazada por la SEG.
Texto: Zacarías Cervantes
