14 agosto,2024 7:50 am

Sin terminar, en la opacidad y con observaciones de la ASF, la nueva biblioteca del Congreso

 

Chilpancingo, Guerrero, a 14 de agosto de 2024.- A menos de un mes de que concluya la 63 legislatura del Congreso local, la Biblioteca Siervo de la Nación que fue demolida en enero del 2022 para su reconstrucción, continúa en obra negra y ninguna autoridad informa sobre los avances o posible conclusión.

El edificio que albergó la Biblioteca Siervo de la Nación del Congreso local, fue demolido en enero del 2022 y a dos años y siete meses de ese hecho, la obra no está concluida ni parecer ser un tema relevante para los diputados que ya se van.

Todo comenzó en enero del 2022, con la demolición del edificio que albergó la Biblioteca Siervo de la Nación. En ese entonces el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) era el morenista Alfredo Sánchez Esquivel, quien pidió la demolición y construcción de un nuevo inmueble.

Tres meses pasaron de la demolición y en mayo de ese mismo año pararon los trabajos de construcción. En su momento, el diputado y presidente del Comité de Biblioteca, el priista Adolfo Torales Catalán, informó que fue por falta de recursos económicos, que son aportado por la Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Ordenamiento Territorial (SDUOPOT) del gobierno estatal.

En septiembre de 2022 a Sánchez Esquivel lo relevaron de la presidencia de la Jucopo, y su lugar lo asumió la también morenista Domínguez Serna, quien aseguró que transparentaría la obra, pero un año después, a finales del 2023 dejó el cargo para buscar la candidatura a la alcaldía de Acapulco, sin cumplir con su ofrecimiento, y menos, sin concluir el edificio.

En estos dos años y sietes meses que lleva la obra inconclusa, tres presidentes de la Junta de Coordinación Política pasaron, todos morenistas. El presidente del Comité de Biblioteca del Congreso, el priista Torales Catalán, desde hace un años y cinco meses no acude de manera presencial a las sesiones por amenazas que hay en su contra por parte de grupos criminales de la Tierra Caliente, de donde es originario,

En todo ese tiempo la obra ya fue detenida en tres ocasiones y tuvo un reinició de construcción. La primera vez en enero del 2022, con la demolición. Diez meses después de que los trabajos se detuvieron por siete meses. En diciembre de ese mismo año la gobernadora Evelyn Salgado Pineda dio el banderazo de arranque de la segunda etapa, e informó que el gobierno estatal invertiría 20 millones de pesos para la terminación del inmueble.

Aunque desde el inicio de la obra quedaron expuestas irregularidades: una de ellas es que la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del estado informó que la biblioteca no ameritaba demolición, sólo una remodelación.

Otra es una observación que realizó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por un monto de casi 9 millones de pesos que siguen sin comprobar.

La secretaria de Obras Publicas y Ordenamiento Territorial del estado, Irene Jiménez Montiel, informó en diciembre del 2022, durante el inicio de la segunda etapa de la obra, que el edificio estaba presupuestado en tres etapas: cimentación, estructura e interiores.

Para las dos primeras fueron destinados 20 millones de pesos, de los cuales nueve están en observación y aún falta el recurso para su culminación.

Durante el banderazo que dio Salgado Pineda, frente a diputados y coordinadores de los grupos parlamentarios, aseguró: “Nada se va a dejar a medias y nada se va a dejar inconcluso, esta obra se termina y se va a terminar bien por el bien de Guerrero, es mi compromiso que vengo a reafirmar con ustedes. Cuentan con todo el apoyo de la gobernadora que es su amiga y su aliada y vamos a seguir trabajando, nada ni nadie va a romper este diálogo, la comunicación y este entendimiento que es el que permite que sigamos avanzando”.

En esa ocasión, Jiménez Montiel explicó que el proyecto contempla la conclusión de los trabajos de cimentación que incluye rellenos con material mejorado, muros de enrase, cadenas y castillos, firmes de concreto reforzado con malla electrosoldada, así como lo correspondiente a la estructura base, columnas y contravientos, perfiles, placas de acero y concreto premezclado, además de la preparación para las instalaciones hidrosanitarias y pluviales, con una inversión de 20 millones de pesos.

A un año y ocho meses de la promesa de la gobernadora de que la obra no quedaría inconclusa, y a poco más de quince días que de que rinda protesta los diputados de la 64 legislatura, la construcción está detenida. Sólo quedó la base de concreto de la cual se alzan varias columnas de acero color rojo. Aún no hay paredes, techo ni mucho menos acabados.

Texto: José Miguel Sánchez

Foto: Jesús Eduardo Guerrero